Dios es bueno

Dios es bueno

Śrīla Bhakti Sundar Govinda Dev-Goswāmī Mahārāj describe la actitud general de un practicante progresivo:

 

La etapa intermedia para los devotos es muy buena.

tat te ’nukampāṁ susamīkṣamāṇo

bhuñjāna evātma-kṛtaṁ vipākam

hṛd-vāg-vapurbhir vidadhan namas te

jīveta yo mukti-pade sa dāya-bhāk

(Śrīmad Bhāgavatam: 10.14.8)

 

 

«Aquel que ve Tu misericordia perfectamente,  que sobrelleva las reacciones de sus propias acciones pasadas y que vive en sumisión a Ti con su mente, cuerpo y palabras es un heredero a la liberación: Tu eterno servicio.»

Yo debo considerar que lo que me llega es bueno: ello es la misericordia del Señor. En la etapa intermedia, los devotos deben pensar de esta manera. «Lo que me llega, viene de arriba. Así que debo tolerarlo. Bueno o malo, lo que sea, es bueno para mí».

Durante mi niñez, cuando estábamos aprendiendo nuestro ABC, primero teníamos que escribir en nuestro cuaderno: «Bhagavān maṅgalamaya: Dios es bueno». Luego, escribíamos letras o nos ocupábamos de nuestras lecciones.  Así que desde mi niñez yo entendí que: «Dios es bueno». Tener fe en Dios es bueno, pero es necesario sentir que Dios es bueno. Nada sucede sin el consentimiento del Señor. Esta es una conciencia superior, y de esa manera nuestro conocimiento llega a ser firme. En conjunto, cuando consideramos que: «Sí, todo proviene de Kṛṣṇa y todo le pertenece a Él», entonces debemos sentir que estamos liberados de la mundanidad.  Esa es la conciencia de un alma liberada.

Existen diferentes opiniones acerca de la liberación. Algunos dicen que la liberación es tripuṭi-vināś: que sean demolidos por completo el conocimiento (jñān), lo conocido (jñeya) y el conocedor (jñātā). Ello es llamado jñāna-mukti, sin embargo, eso no es una verdadera liberación.

muktir hitvānyathā rūpaṁ

svarūpeṇa vyavasthitiḥ

(Śrīmad Bhāgavatam: 2.10.6)

«Liberación significa abandonar toda otra forma y existir puramente en nuestra forma verdadera.»

La verdadera liberación ocurre cuando nuestro pensar, sentir y desear se fusionan en un punto y después de eso obtienen una extensión. Jñāna-mukti es el punto de encuentro de estas tres líneas y el verdadero mukti es la extensión de estas líneas en el mundo del servicio trascendental. Allí tenemos todo y tenemos el hermoso servicio a nuestro Señor. Allí la forma de nuestro pensar, sentir y desear es completamente trascendental. El alma tiene una forma trascendental. De modo que nunca puede ser destruída. En el Śrīmad Bhagavad-gītā (2.24), se dice:

nityaḥ sarva-gataḥ sthāṇur

achalo ’yaṁ sanātanaḥ

«El alma es eterna, penetra todo y, aun así, es inamovible e imperecedera.»

Sanātanaḥ significa que el alma nunca puede ser destruída; es eterna. El alma, como una forma eterna y movible, hará algo, y en el mundo trascendental solo le espera el servicio al Señor. Y la naturaleza del servicio es que el servicio otorga más servicio. Al servicio se le llama bhakti. Bhaj dhātu sevayā: La palabra bhakti proviene de la raíz bhaj la cual significa sevā: servicio. El bhakti tiene diferentes etapas, y en ellas encontramos diferentes relaciones con nuestro Señor. Śrīla Guru Mahārāj acostumbraba decir: «La hermosa Realidad», y cuando sirvamos a esa hermosa Realidad —el Señor Supremo—, obtendremos esa clase de calidad y calificación.

Referencia: De una plática del 5 de mayo de 1996.

Traducción: Jai Balai prabhu

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