Del Sri Chaitanya Charitamrita, Antya Lila capitulo 6.
En el pueblo de Pānihāṭi, Raghunātha dāsa logró una entrevista con Nityānanda Prabhu, que estaba acompañado por muchos cantores de kīrtana, sirvientes, etc.
Sentado en una roca bajo un árbol, a orillas del Ganges, el Señor Nityānanda se veía tan refulgente como cientos de miles de soles nacientes.
Muchos devotos, sentados en el suelo, Le rodeaban. Raghunātha dāsa se asombró de ver la influencia de Nityānanda Prabhu.
Raghunātha dāsa ofreció reverencias desde lejos, postrándose en el suelo. El sirviente de Nityānanda Prabhu, señalando hacia él, indicó: «Allí está Raghunātha dāsa, que Te ofrece reverencias».
Al escuchar esto, el Señor Nityānanda Prabhu dijo: «Eres un ladrón. Ahora has venido a verme. ¡Ven aquí!, ¡ven aquí!. ¡Hoy te castigaré!».
Aunque el Señor le llamaba, Raghunātha dāsa no se acercaba a Él. El Señor entonces le trajo por la fuerza y puso Sus pies de loto en la cabeza de Raghunātha dāsa.
El Señor Nityānanda era muy misericordioso y divertido por naturaleza. Mostrando Su misericordia, dijo lo siguiente a Raghunātha dāsa.
«Tú eres como un ladrón, pues, en lugar de acercarte, te mantienes alejado. Ahora que te he atrapado, te castigaré.
«Organiza un festival y sirve yogur con arroz partido a todos Mis devotos.» Al escuchar esto, Raghunātha dāsa se sintió muy complacido.
Sin perder un instante, Raghunātha dāsa envió a sus propios sirvientes a la aldea para que comprasen toda clase de comestibles y los trajesen.
Raghunātha dāsa trajo arroz partido, yogur, leche, dulces, azúcar, plátanos y otros comestibles y los puso todos alrededor.
Tan pronto como escucharon que se iba a celebrar un festival, comenzaron a llegar toda clase de brāhmaṇas y otras gentes respetables. Se reunió así una enorme multitud.
Al ver que la multitud aumentaba, Raghunātha dāsa dispuso que trajesen más comestibles de otras aldeas. También hizo traer entre doscientas y cuatrocientas vasijas de barro, grandes y redondas.
Consiguió, además, entre cinco y siete recipientes de barro especialmente grandes. En ellos, y para satisfacción del Señor Nityānanda, un brāhmaṇa puso a remojar el arroz partido.
En un lugar, en cada uno de los recipientes grandes, puso en remojo el arroz partido en leche caliente. Después, mezcló la mitad del arroz con yogur, azúcar y plátanos.
La otra mitad la mezcló con leche condensada y plátanos de un tipo especial llamado cāṅpā-kalā. Después, añadió azúcar, mantequilla clarificada y alcanfor.
Después de que Nityānanda Prabhu Se cambiase de ropa y Se sentase en una plataforma elevada, el brāhmaṇa llevó ante Él los siete recipientes grandes.
En esa plataforma se sentaron los devotos más importantes de Śrī Nityānanda Prabhu, así como otras personas importantes, formando un círculo alrededor del Señor.
Entre ellos estaban Rāmadāsa, Sundarānanda, Gadādhara dāsa, Murāri, Kamalākara, Sadāśiva y Purandara.
Con ellos estaban también Dhanañjaya, Jagadīśa, Parameśvara dāsa, Maheśa, Gaurīdāsa y Hoḍa Kṛṣṇadāsa.
Con Nityānanda Prabhu, en la plataforma elevada, se sentaron también Uddhāraṇa Datta Ṭhākura y muchos otros devotos personales del Señor. Nadie podría contarlos.
Al saber del festival, toda clase de sabios eruditos, brāhmaṇas y sacerdotes acudieron al lugar. El Señor Nityānanda Prabhu les honró y les hizo sentarse con Él en la plataforma elevada.
A cada persona le ofrecieron dos recipientes de barro. En uno había arroz partido con leche condensada, y en el otro, arroz partido con yogur.
Todas las demás personas se sentaron en grupos alrededor de la plataforma. Nadie podría contar cuánta gente se había reunido.
A todos y cada uno se le sirvieron dos recipientes de barro, uno de arroz partido en yogur y otro de arroz partido en leche condensada.
Algunos brāhmaṇas, al no haber podido sentarse en la plataforma, fueron a la orilla del Ganges con sus dos recipientes de barro y remojaron allí su arroz partido.
Otros, que no encontraron sitio ni siquiera en la orilla del Ganges, se metieron en el agua, y allí comían sus dos clases de arroz partido.
De ese modo, algunos se sentaron en la plataforma, otros en la base de la plataforma, y otros en la orilla del Ganges, y los veinte hombres que servían la comida les dieron a todos sus dos recipientes correspondientes.
En ese momento llegó al lugar Rāghava Paṇḍita. Al ver la situación, se echó a reír muy sorprendido.
Trajo toda clase de alimentos cocinados en ghī y ofrecidos al Señor. Primero puso el prasādam ante el Señor Nityānanda, y a continuación lo repartió entre los devotos.
Rāghava Paṇḍita dijo al Señor Nityānanda: «Señor, yo ya había ofrecido comida para Ti a la Deidad, pero, como Tú estás celebrando este festival, mi comida se ha quedado allí, sin que nadie la coma».
El Señor Nityānanda contestó: «Deja que coma todo esto aquí durante el día, y en tu casa comeré de noche.
«Formo parte de una comunidad de pastorcillos de vacas, y por eso suelo estar acompañado de muchos pastorcillos. Me siento feliz cuando merendamos juntos, como hoy, en la arena de la orilla del río.»
El Señor Nityānanda invitó a Rāghava Paṇḍita a sentarse e hizo que le trajesen dos recipientes de barro a él también. En ellos había dos tipos de arroz partido.
Cuando se hubo servido arroz partido a todos, el Señor Nityānanda Prabhu, en meditación, trajo a Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Cuando Śrī Caitanya Mahāprabhu llegó, el Señor Nityānanda Prabhu Se levantó. Entonces, los dos juntos vieron cómo los demás disfrutaban del arroz partido con yogur y leche condensada.
El Señor Nityānanda Prabhu tomaba un poco de arroz partido de cada vasija y, bromeando, se lo metía en la boca a Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Śrī Caitanya Mahāprabhu, sonriendo también, tomó un poco de comida y lo metió en la boca de Nityānanda, riendo mientras Se lo hacía comer.
De ese modo, el Señor Nityānanda pasaba por entre todos los grupos de devotos que comían, y todos los vaiṣṇavas allí presentes Le veían divertirse.
Nadie pudo entender qué estaba haciendo Nityānanda Prabhu mientras caminaba entre los devotos. Sin embargo, algunos, especialmente afortunados, pudieron ver que también el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu estaba presente.
Entonces, sonriendo, Nityānanda Prabhu Se sentó. A Su derecha dejó cuatro recipientes de arroz partido preparados sin hervir el arroz.
El Señor Nityānanda ofreció un lugar a Śrī Caitanya Mahāprabhu y Le invitó a sentarse. Entonces, los dos hermanos Se pusieron a comer arroz partido.
Al ver al Señor Caitanya Mahāprabhu comer con Él, el Señor Nityānanda Prabhu Se sintió muy feliz y manifestó diversos tipos de amor extático.
El Señor Nityānanda Prabhu ordenó: «Comed todos, y cantad el santo nombre de Hari». Inmediatamente resonaron los santos nombres, «¡Hari!, ¡Hari!», llenando todo el universo.
Mientras cantaban los santos nombres, «¡Hari!, ¡Hari!» y comían, todos los vaiṣṇavas recordaban a Kṛṣṇa y Balarāma, que comían con Sus compañeros, los pastorcillos de vacas, en la orilla del Yamunā.
Śrī Caitanya Mahāprabhu y el Señor Nityānanda Prabhu son sumamente misericordiosos y generosos. Raghunātha dāsa fue muy afortunado de que Ellos aceptasen todo lo que estaba haciendo.
¿Quién puede entender la influencia y la misericordia del Señor Nityānanda Prabhu? Él es tan poderoso que hizo que el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu viniese a comer arroz partido a orillas del Ganges.
Todos los devotos íntimos que eran pastorcillos de vacas, comenzando por Śrī Rāmadāsa, estaban absortos en amor extático. Pensaban que la orilla del Ganges era la orilla del Yamunā.
Al saber del festival, muchos tenderos de otras aldeas acudieron allí para vender arroz partido, yogur, dulces y bananas.
A medida que llegaban con toda clase de alimentos, Raghunātha dāsa se lo compraba todo. Primero les pagaba su precio, y luego les daba de comer de lo que le habían vendido.
Todo el que vino a ver aquel divertido festival recibió también su arroz partido, su yogur y sus plátanos.
Cuando terminó de comer, el Señor Nityānanda Prabhu Se lavó las manos y la boca y dio a Raghunātha dāsa la comida que quedaba en los cuatro recipientes.
En los otros tres recipientes grandes del Señor Nityānanda, quedaba todavía comida; un brāhmaṇa la repartió entre todos los devotos, dando a cada uno un poquito.
Un brāhmaṇa trajo entonces un collar de flores, Se lo puso a Nityānanda Prabhu, y Le ungió todo el cuerpo con pasta de madera de sándalo.
Cuando un sirviente trajo nueces de betel y Se las ofreció al Señor Nityānanda, el Señor sonrió y las masticó.
Con Sus propias manos, el Señor Nityānanda Prabhu repartió entre los devotos todos los collares de flores, la pasta de madera de sándalo y las nueces de betel que quedaron.
Tras recibir los remanentes de la comida del Señor Nityānanda Prabhu, Raghunātha dāsa, que se sentía muy feliz, comió un poco y repartió el resto entre sus propios acompañantes.
He narrado así los pasatiempos del Señor Nityānanda Prabhu en relación con el famoso festival del arroz partido con yogur.
Nityānanda Prabhu descansó el resto del día; al anochecer, fue al templo de Rāghava Paṇḍita y comenzó el canto en congregación del santo nombre del Señor.
Al principio, el Señor Nityānanda Prabhu animó a todos los devotos a que danzaran, y finalmente danzó Él mismo, inundando de amor extático el mundo entero.
El Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu observaba la danza del Señor Nityānanda Prabhu. Nityānanda Prabhu podía verle, pero los demás no.
La danza del Señor Nityānanda Prabhu, como la de Śrī Caitanya Mahāprabhu, no se puede comparar a nada en los tres mundos.
Nadie puede describir adecuadamente la dulzura de la danza del Señor Nityānanda. Śrī Caitanya Mahāprabhu viene a verla personalmente.
Después de que el Señor Nityānanda hubo danzado y descansado, Rāghava Paṇḍita rogó al Señor que cenase.
El Señor Nityānanda Prabhu Se sentó a cenar con Sus acompañantes personales y, a Su derecha, preparó un asiento para Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Śrī Caitanya Mahāprabhu fue allí y Se sentó. Al ver esto, Rāghava Paṇḍita sintió una gran felicidad.
Rāghava Paṇḍita trajo el prasādam ante los dos hermanos y, acto seguido, sirvió prasādam a todos los demás vaiṣṇavas.
Había toda clase de pasteles, arroz dulce y arroz fino cocinado, cuyo sabor superaba al néctar. También había diversos tipos de hortalizas estofadas.
Los alimentos que Rāghava Paṇḍita preparaba y ofrecía a la Deidad eran como la esencia del néctar. Śrī Caitanya Mahāprabhu iba allí una y otra vez a comer ese prasādam.
Cuando ofrecía la comida a la Deidad después de cocinar, Rāghava Paṇḍita hacía una ofrenda aparte para Śrī Caitanya Mahāprabhu.
Śrī Caitanya Mahāprabhu iba a comer a diario a casa de Rāghava Paṇḍita. A veces daba a Rāghava Paṇḍita la posibilidad de verle.
Rāghava Paṇḍita traía y servía el prasādam a los dos hermanos, dándoles de comer con gran atención. Ellos lo comían todo, de modo que no quedaban remanentes.
Traía muchísimos platos distintos, tantos que nadie sabría identificarlos todos. En verdad, era un hecho que la madre suprema, Rādhārāṇī en persona, cocinaba en casa de Rāghava Paṇḍita.
Śrīmatī Rādhārāṇī recibió de Durvāsā Muni la bendición de que todo lo que cocinase sería más dulce que el néctar. Ése es el rasgo especial de Su cocina.
Aromática y agradable a la vista, aquella comida era la esencia de toda dulzura. De ese modo, los dos hermanos, el Señor Caitanya Mahāprabhu y el Señor Nityānanda Prabhu, la comían con gran satisfacción.
Todos los devotos allí presentes rogaron a Raghunātha dāsa que se sentase a tomar prasādam, pero Rāghava Paṇḍita les dijo: «Él tomará prasādam más tarde».
Todos los devotos tomaron prasādam hasta no poder más. A continuación, cantando el santo nombre de Hari, se levantaron y se lavaron las manos y la boca.
Después de comer, los dos hermanos Se lavaron las manos y la boca. Rāghava Paṇḍita, entonces, Les adornó con collares de flores y pasta de madera de sándalo.
Rāghava Paṇḍita Les ofreció nueces de betel y adoró Sus pies de loto. También repartió entre los devotos nueces de betel, collares de flores y pasta de madera de sándalo.
Rāghava Paṇḍita, mostrándose muy misericordioso con Raghunātha dāsa, le ofreció los platos con los remanentes de la comida de los dos hermanos.
Le dijo: «En este plato ha comido el Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu. Si te tomas Sus remanentes, te liberarás de las ataduras de tu familia».
La Suprema Personalidad de Dios reside ya sea siempre en el corazón o en la casa del devoto. Es una realidad a veces oculta y a veces manifiesta, pues la Suprema Personalidad de Dios es completamente independiente.
La Suprema Personalidad de Dios es omnipresente, de modo que reside en todas partes. Todo el que dude de esto será destruido.
Por la mañana, después de bañarse en el Ganges, Nityānanda Prabhu Se sentó con Sus devotos personales bajo el mismo árbol que el día anterior.
Raghunātha dāsa fue allí y adoró los pies de loto del Señor Nityānanda. Por mediación de Rāghava Paṇḍita, expresó su deseo.
«Soy el más bajo de los hombres, el más pecaminoso, caído y condenado. Aun así, deseo alcanzar el refugio de los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
«Como un enano que quiere atrapar la Luna, lo he intentado muchas veces. He hecho todo lo que he podido pero nunca lo he logrado.
«Por desgracia, cada vez que he intentado irme y abandonar mis relaciones familiares, mis padres me lo han impedido.
«Sin Tu misericordia, nadie puede alcanzar el refugio de Śrī Caitanya Mahāprabhu, pero, con Tu misericordia, hasta el más bajo de los hombres puede alcanzar el refugio de Sus pies de loto.
«Yo no merezco nada, y me asusta mucho presentar esta súplica, pero aun así Te ruego, Señor, que seas especialmente misericordioso conmigo y me concedas el refugio de los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
«Poniendo Tus pies sobre mi cabeza, dame la bendición de que pueda alcanzar el refugio de Śrī Caitanya Mahāprabhu sin dificultad. Te oro por esa bendición.»
Tras escuchar la súplica de Raghunātha dāsa, el Señor Nityānanda Prabhu sonrió y dijo a los devotos: «Raghunātha dāsa goza de una felicidad material igual a la de Indra, el rey del cielo.
«Por la misericordia que Śrī Caitanya Mahāprabhu le ha concedido, Raghunātha dāsa, pese a gozar de tanta felicidad material, no gusta de ella en absoluto. Por lo tanto, todos vosotros sed misericordiosos con él y dadle la bendición de que muy pronto alcance el refugio de los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
«Quien siente la fragancia de los pies de loto del Señor Kṛṣṇa no da el menor valor ni siquiera a la felicidad de que se goza en Brahmaloka, el planeta más elevado. ¿Qué decir entonces de la felicidad celestial?
«“El Señor Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, recibe las oraciones poéticas y sublimes de quienes tratan de alcanzar Su favor. Por ello es conocido con el nombre de Uttamaśloka. Pese a estar en la flor de la juventud, el rey Bharata, muy deseoso de alcanzar la compañía del Señor Kṛṣṇa, abandonó a su muy atractiva esposa, a sus afectuosos hijos, a sus muy queridos amigos y a su opulento reino, del mismo modo que se abandona el excremento después de defecar.”»
Entonces, el Señor Nityānanda Prabhu pidió a Raghunātha dāsa que se acercase, le puso Sus pies de loto en la cabeza y dijo lo siguiente.
«Mi querido Raghunātha dāsa —dijo—, como tú organizaste la fiesta a orillas del Ganges, Śrī Caitanya Mahāprabhu vino hasta aquí sólo para mostrarte Su misericordia.
«Por Su misericordia sin causa, tomó la leche con arroz partido. Luego, por la noche, después de ver danzar a los devotos, cenó también.
«El Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu, Gaurahari, vino aquí en persona para liberarte. Ahora, ten la seguridad de que todos los obstáculos que te retenían han desaparecido.
«Śrī Caitanya Mahāprabhu te aceptará y te confiará al cuidado de Su secretario, Svarūpa Dāmodara. De ese modo, serás uno de los sirvientes internos más íntimos del Señor y alcanzarás el refugio de los pies de loto de Śrī Caitanya Mahāprabhu.
«Regresa a tu casa con esta seguridad. Muy pronto, libre de impedimentos, obtendrás el refugio de los pies de loto del Señor Śrī Caitanya Mahāprabhu.»
El Señor Nityānanda hizo que todos los devotos bendijesen a Raghunātha dāsa, y Raghunātha dāsa presentó sus respetos a los pies de loto de todos.
Celebración anual del gran festival de Srila Rabhunata Das Goswami en Panihati, en la actualidad.






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