Un extracto del libro «Aspiración divina»,
De Srila Bhakti Raksak Sridhar Dev Goswami Maharaj

El Vaiṣṇavismo representa el pūrṇa-vikasita-cetana, la conciencia plenamente abierta, plenamente despierta. Es el teísmo en toda regla. Puede describirse como “teísmo sin moralidad”, en el sentido de que la moralidad existe según la concepción teísta completa; la moralidad, en sí misma, tiene menos importancia.
El principio rector empleado en esta etapa es: hacer todo lo que sea necesario para el servicio y la satisfacción del Señor. Por ejemplo, un devoto puede robar una flor para ofrecérsela al Señor, de modo que el hombre que ha cultivado ese árbol en flor pueda verse beneficiado. Es el teísmo en toda su plenitud, de tal modo que todo puede ser utilizado para la satisfacción del Señor; si esto puede hacerse, entonces todo el mundo será ayudado.
Así que, la concepción teísta se expande hasta el punto de que todo es para Él: La Realidad es para Sí misma. Todo es para Él, no para ninguna otra propiedad individual. El Propietario es Uno. Las almas condicionadas no son conscientes de que pertenecen a Él; son como niños que no saben de su guardián. Pero los devotos lo saben; son conscientes de ello: “Este niño puede no saber que su guardián está ahí, pero yo sé que es así. El niño puede ser reacio, pero debo llevarlo a Él; debo llevarlo a su guardián a pesar de su reticencia”. Los devotos son conscientes de que: todo es para Él, y utilizan todo de esa manera, haciendo así el bien a todos. Su vida, su campaña en todos los sentidos es así, sea o no de buen gusto para la gente común llamada religiosa o moral. Los devotos tienen razón, independientemente de otras opiniones.

Por Sí Mismo y para Sí Mismo

Todo es por Él, para el Señor. Śrī Kṛṣṇa dice:
ahaṁ hi sarva-yajñānāṁ
bhoktā ca prabhur eva ca
na tu mām abhijānanti
tattvenātaś cyavanti te
(B.gītā 9:24)

“Solo Yo soy el disfrutador, el Señor y objeto de todo sacrificio. Aquellos que no reconocen Mi verdadera naturaleza trascendental caen”.
Desde este punto de vista, todas las almas condicionadas de este mundo -todas, incluidas las que son maestras del conocimiento moral y científico- son consideradas “menores”. El alma en esclavitud, cualquier baddha-jīva, es menor. Los ‘mayores’ son aquellos vaiṣṇavas que saben que ‘todo es para Él’, y la consecuencia de esta comprensión es que el alma debe ‘morir para vivir’. Saben que sólo hay un Disfrutador, que todo está destinado para Su placer, para Su satisfacción, y que es muriendo a cualquier interés separado o ego falso como el alma puede vivir verdaderamente en el mundo del servicio divino. Esos vaiṣṇavas son los guardianes de toda la creación, y utilizan todo para Él en beneficio real de todos en el mundo. ¿Puedes concebir esto? ¿Puedes entenderlo?

Alumno: Sí.

Śrīla Śrīdhar Mahārāj: Si eres capaz de comprender esto, entonces encontrarás alguna existencia armoniosa en este mundo. Comprenderás las cosas en su perspectiva adecuada. De lo contrario, sólo hay ignorancia.
Según el grado de ignorancia, hay una gradación: tamaḥ, a mahā-tamaḥ, a mahā-mahā-tamaḥ. La naturaleza se divide en sattva, rajasy tamas, y dentro de ésta hay muchas subdivisiones. Están los de la sección más baja, donde la ignorancia es muy densa; luego los que están un poco por encima, cuya ignorancia es un poco menor; y los que están aún por encima. Del mismo modo, hay gradación entre los que están bajo el modo de la pasión, bajo rajo-guṇa; y por encima de eso, entre los que están bajo la naturaleza superior, sáttvica. El plano nirguṇa está por encima de todas las diversas cualidades materiales. Es un plano unificado donde el Guardián está guiando cada miembro y cada idea de una persona-que está en contacto con el teísmo pleno.

Estudiante: Los cristianos dicen que el único Maestro es Cristo.

Śrīla Śrīdhar Mahārāj: Ellos dicen tres: Dios Padre, Dios Espíritu y Dios Libertador como Cristo. Hay tres fases de concepción en el teísmo, según el cristianismo. En el Islam, hay muchos mensajeros de Dios-Mohammed fue uno de ellos.Los mahometanos aceptan sobre todo a los mensajeros de la tradición judeo-cristiana: Moisés, Abraham y otros. Pero según ellos el último mensajero de Dios fue Mahoma, y se le considera el más importante. Existe cierta concepción de Dios, pero no está tan desarrollada como la que encontramos en la ontología hindú, o en los Vedas o Upaniṣads, es decir, en las escrituras reveladas.
El renombrado erudito alemán Max Muller dijo una vez: “Los Upaniṣads de la India alimentarán al mundo entero. El mundo entero se nutrirá plenamente de ellas; no se perderá ni se echará de menos ni una gota de conocimiento, si el mundo puede obtener el conocimiento que allí se almacena.” Esta fue su conclusión.

La oficina central
Podemos entenderlo de esta manera: dentro de cada fenómeno que existe, hay alguna posición intrínseca, central, ya sea en el oro, los diamantes, la industria, la educación o la religión. Dentro de todos ellos hay una posición original, o la más concentrada. Puede que no encontremos la manifestación más plena en todos los lugares en los que aparezca ese fenómeno. Así, en el caso de la religión, o teísmo, la India fue seleccionada por Dios para ocupar la posición central o más elevada. No es descabellado: no se puede establecer un colegio universitario en todas las aldeas, sino que debe seleccionarse algún lugar concreto para ello. Lo mismo ocurre con el hospital, la comisaría de policía, etcétera. Así que en este mundo, algún lugar fue seleccionado para ser la sede más alta de la religión, del teísmo. Eso le tocó en suerte a la India.
Si tenemos el ojo adecuado para ver esto, no sentiremos envidia: “¿Por qué tiene que ser la India?”. Ese pensamiento es ridículo, igual que el de alguien del pueblo que piensa: “¿Por qué en nuestro pueblo sólo hay una escuela primaria, y en esa ciudad está la universidad?”. La escuela superior de educación teísta debería estar situada en algún lugar del globo, y el lugar elegido fue la India. Si vamos a abordar la comparación en la educación teísta, deberíamos hacerlo con este tipo de comprensión de fondo.
Y desde ese punto de vista Max Muller escribió: “Si buscamos en los Upaniṣads, encontraremos aquello que satisfará a personas de cualquier inclinación religiosa -y aun así el acervo no disminuirá, ni siquiera ligeramente.” Ese tipo de conocimiento es una fuente eterna: su agua siempre está fluyendo; la fuente nunca se secará.
(Srila Bhakti Raksak Sridhar Dev Goswami Maharaj. Aspiración divina)

 

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