śrī-caitanya-bhāgavata grantha śuddha-bhakti-mata
kahe sadāśrī-bhaktivinoda
nirantara pāṭha-phale kubuddhi yāibe ca’le
kṛṣṇa-preme labhibe pramoda
Śrī Bhaktivinoda siempre dice que el Śrī Caitanya-bhāgavata
describe el proceso del servicio devocional puro. Por estudiar este libro de forma constante, la mentalidad pecaminosa es destruida para obtener el jubilo del amor extático por Krishna.
Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati
***
Todas las glorias a Sri Guru y Sri Gauranga
Sri Chaitanya-bhagavata
de Srila Vrindavan Das Thakur
Sri Sri Guru Gaura Nityananda (Ekachakra Dham)
Adi-kanda
Capítulo cinco
El bráhmana alimenta a Nimai
¡Todas las glorias, todas las glorias a la Suprema Personalidad, Sri Visvambhar, el Señor Chaitanya! Él es el Señor Supremo de todos los Señores y Sus pies están decorados con las marcas de una bandera, un rayo y una vara para controlar elefantes.
El Señor Supremo ejecutó diversos Pasatiempos trascendentales mientras residía en la casa de Jagannath Misra.
Un día, Sri Jagannath Misra llamó a su querido hijo, Visvambhar, y le dijo: «Trae mi libro».
Nimai corrió hacia la casa cuando escuchó la petición de Su padre, y mientras corría se escuchaba el sonido del tintinear de campanitas en Sus tobillos.
Sri Jagannath Misra preguntó: «¿De dónde proviene ese tintinear de campanitas?» Tanto él como su esposa, Srimati Sachidevi, indagaron en los alrededores.
«Mi hijo no usa campanitas en Sus tobillos; por lo tanto, ¿de dónde proviene ese dulce sonido? ¡Qué extraordinario es esto!»
El padre y la madre reflexionaban en el incidente, pero permanecían sorprendidos sin poder decir una palabra.
Después de traer el libro, el Señor salió corriendo para jugar. Los parientes vieron otro milagro cuando entraron a su casa.
Por toda la casa vieron maravillosas huellas de pies, con diferentes símbolos tales como la bandera, el rayo, la vara para controlar y adornos.
Ambos se vieron colmados de una gran alegría y sus ojos rebosaron con lágrimas mientras examinaban las huellas.
Ofrecieron sus reverencias a las huellas que eran como lotos y dijeron: «Seguramente vamos a ser liberados; no tendremos que nacer más».
Sri Jagannath Misra le pidió a su esposa: «Por favor, escucha, oh, madre de Visvarup. Cocina un deliciosa preparación de arroz dulce con gui.
»En la mañana, bañaré a la Deidad de nuestra casa, la salagrama-sila de Sri Damodar, con pancha-gavya (las cinco sustancias que provienen de la vaca: la leche, el yogurt, el gui, la orina de vaca y el excremento de vaca).
»Yo creo que el sonido de las campanitas tobilleras viene realmente de los pies de nuestra Deidad salagrama-sila cuando Él anda secretamente por la casa».
Jagannath Misra y Sachimata sentían una gran felicidad mientras adoraban a la salagrama-shila, y el Señor Chaitanya sonreía para Sí Mismo.
Ahora, por favor, escuchen otro maravilloso Pasatiempo del Señor Chaitanya, el hijo de Sri Jagannath Misra.
Un bráhmana muy piadoso visitaba diversos lugares de peregrinaje con el fin de satisfacer al Señor Krisna.
Él adoraba al Señor Krisna por cantar el gopala-mantra que consiste de seis sílabas, y no comía ninguna otra comida que no fueran los remanentes de los alimentos que había ofrecido a Sri Gopal.
Después de visitar muchos lugares de peregrinaje, el afortunado bráhmana eventualmente llegó a la casa del Señor Chaitanya.
Puesto que era una persona de pureza incomparable, estaba envuelto en una gran efulgencia espiritual. Llevaba en su cuello una Deidad de Bala-Gopal y una shalagrama-shila, como sus más maravillosas posesiones.
Con los ojos a medio cerrar, el bráhmana cantaba constantemente el nombre de Krisna y en lo profundo de su corazón saboreaba el néctar del amor a Govinda.
Viendo esta brillante personalidad, Jagannath Misra se puso de pie respetuosamente y ofreció sus reverencias.
El muy respetable Sri Jagannath Misra hizo todo lo apropiado para atender a su preciado huésped.
Él personalmente lavó los pies del huésped y le ofreció un buen y elevado asiento.
Una vez que el bráhmana estuvo sentado confortablemente, Sri Jagannath Misra le preguntó: «¿Dónde reside usted?»
El bráhmana respondió: «No tengo interés en los asuntos mundanos, de manera que viajo por diferentes regiones; yo ando errante debido a mi inquieta mente».
Sri Jagannath Misra le dijo respetuosamente: «Es una buena fortuna para el mundo que usted viaje por todas partes.
»Hoy me siento especialmente muy afortunado, de modo que permítame disponer las facilidades para que pueda cocinar».
El bráhmana contestó: «Querido Misra, haga como usted guste». Sri Misra hizo felizmente arreglos extraordinarios y maravillosos.
Sri Misra hizo que limpiaran muy bien la cocina y lo necesario para que trajeran los ingredientes para cocinar.
El bráhmana cocinó a su entera satisfacción y se sentó para ofrecer todas las preparaciones a Sri Krisna.
Sri Sachinandana Chaitanya es la Superalma dentro del corazón de todos; Él había decidido revelarse al bráhmana.
El bráhmana apenas había empezado su meditación cuando el Señor Supremo, Sri Gaurasundar, apareció ante su presencia.
Él estaba de pie, desnudo y Su forma estaba cubierta de polvo. Tenía el color del sol y unas manos y unos pies hermosos.
Sonriendo, Él tomó un puñado de comida de la ofrenda del bráhmana y la comió mientras el bráhmana lo miraba.
Aunque fue favorecido por la buena fortuna, el bráhmana exclamó: «¡Ay! ¡Ay! ¡Este travieso niño ha robado la comida que estaba destinada a ser ofrecida!»
Cuando Sri Jagannath Misra llegó, vio que la Suprema Personalidad de Dios, Gaurasundar, sonreía felizmente y comía la ofrenda de arroz.
Un Misra enojado persiguió al Señor, con la intención de pegarle, pero el bráhmana se puso de pie, temeroso, y agarró la mano de Misra.
Él dijo: «Mi querido Misra, usted es una persona respetable y con conocimiento, pero, ¿qué conocimiento tiene este pequeñito? ¿Qué logrará con pegarle? Otra cosa es pegarle a una persona que distingue entre lo correcto y lo incorrecto, pero le prohibo que le pegue a este niño».
Sintiéndose miserable, Sri Misra se sentó agarrando su cabeza. No dijo una palabra, ni levantó su cabeza.
«No se sienta triste, querido Misra», dijo el bráhmana. «El Señor Supremo ciertamente sabe cualquier cosa que sucede en todo momento.
»Por favor, traiga cualquier fruta o vegetal que tenga en la casa. Hoy, simplemente comeré eso».
Sri Misra dijo: «Si tiene la bondad de considerarme su sirviente, entonces, permítame hacer los arreglos para que cocine de nuevo.
»Me sentiré satisfecho si cocina otra vez. En la casa tengo todos los ingredientes necesarios para ello».
Los otros amigos y parientes de la casa también le rogaron al bráhmana que cocinara nuevamente.
«Ya que todos lo desean», accedió el bráhmana, «cocinaré otra vez todas las preparaciones».
Todos se sintieron satisfechos de que estuviera de acuerdo y limpiaron una vez más el lugar para que cocinara.
Rápidamente, reunieron los ingredientes y el bráhmana empezó a cocinar.
Sin embargo, algunas personas le advirtieron al bráhmana que el travieso niño podría echar a perder nuevamente la ofrenda.
Ellos le dijeron a Sachimata: «Lleva al niño a otra casa y manténlo allí hasta que el bráhmana termine de cocinar y de comer».
Así que, Sachimata llevó al niño a una casa vecina.
Todas las jóvenes damas bromeaban: «¡Oye, Nimai! ¿Esta es la manera en que debes comportarte, robando la comida del bráhmana?»
Con una sonrisa en Su primorosa cara de luna, el Señor Chaitanya contestó: «¿Qué culpa tengo? El bráhmana Me llamó».
Entonces, ellas le objetaron: «Oh, Nimai, ¿harás más travesuras ahora que has perdido Tu casta? ¿Quién conoce a este bráhmana? ¿De dónde viene? Y, ¿quiénes son sus familiares? ¿Cómo puedes mantener Tu casta después de comer lo que él cocinó?»
Sonriendo, el Señor Chaitanya contestó: «¡Pertenezco a la casta de los que cuidan de las vacas! Todo el tiempo acepto comida preparada por los bráhmanas. ¿Cómo puede un cuidador de vacas perder su casta por aceptar comida de un bráhmana?» Diciendo esto, el Señor miraba a todos con una sonrisa.
El Señor Supremo, Sri Chaitanya, usaba este truco para explicarles la verdad acerca de Sí Mismo, pero Su potencia ilusoria es tan perfecta que nadie podía entenderlo.
Mientras lo llevaban de un lado a otro, los varios residentes de las casas vecinas disfrutaban de los argumentos del niño.
El Señor pasaba alegremente de los brazos de uno a los brazos de otro, y quienquiera que lo sostuviera flotaba en un océano de dicha.
Mientras tanto, el bráhmana cocinó de nuevo y se sentó para hacer la ofrenda al Señor Bala-Gopal.
Mientras ofrecía, el bráhmana meditó en el Señor Bala-Gopal, pero el Señor Gaurachandra, la Superalma, lo sabía todo.
El Señor Chaitanya cautivó a todos y luego se fue de la presencia de ellos sin que lo notaran. Sonriendo todo el tiempo, llegó al lugar donde el bráhmana ofrecía los alimentos.
Sigilosamente, el Señor Chaitanya puso un puñado de arroz en Su boca y se fue. El bráhmana, tomado por sorpresa, miró sin poder creerlo.
El bráhmana emitió una fuerte alerta: «¡Ay! ¡Ay!» El niño comió su arroz y corrió a toda velocidad.
Sri Misra, muy enojado, agarró una vara y persiguió al pequeño Nimai.
El Señor Nimai corrió con pavor y se ocultó en un cuarto, pero Sri Misra vino por Él, gritando con furia.
Sri Misra dijo: «¡Ya verás! ¿Te vas a portar de esta manera traviesa? Aunque soy educado y conozco las cosas, ¿me crees un gran tonto?»
Sri Misra continuó: «¿En qué casa podemos encontrar tan grande ladrón como este?» Con una indignación que crecía, persiguió a Nimai.
Las personas que estaban en la casa agarraron a Sri Misra para disuadirlo, pero el enojado padre insistió: «¡Déjenme! Hoy, le pegaré».
Ellos trataron de hacerlo razonar: «Querido Misra, eres conocido como una persona liberal. ¿Qué inteligencia superior mostrarás por pegarle?
»Su sentido de discriminación entre lo que es bueno y lo que es malo todavía no se desarrolla debido a Su tierna edad, y solo una persona muy tonta le pegaría a un pequeño como este. Por naturaleza los niños son traviesos; no es cierto que uno pueda educarlos por pegarles».
El peregrino corrió apresuradamente hasta el lugar y atrapó la mano de Sri Misra.
«Respetable señor, por favor, escúcheme. El pequeñito no tiene la culpa; todo lo que esté destinado a ocurrir en un cierto día, debe suceder.
»Hoy no estoy destinado a tener las ofrendas de arroz al Señor Krisna. Esta es la verdad confidencial acerca de este asunto».
Sri Jagannath Misra bajó su cabeza con aflicción, y debido a su perturbada mente, él no podía mirar a nadie.
En ese momento, arribó a la escena Visvarup, la Suprema Personalidad de Dios y morada de la efulgencia espiritual.
Toda Su forma es tan encantadora que ninguna belleza en todos los catorce mundos puede comparársele. Él estaba de pie allí, la personificación de todos los poderes espirituales, con un cordón de bráhmana que cruzaba su hombro. Apareció como la expansión idéntica del Señor Nityananda Mismo.
Visvarup siempre estaba ocupado en explicar la esencia primordial de todas las Escrituras, el servicio devocional a la Suprema Personalidad de Dios, el Señor Krisna.
Encantado por Su primorosa forma, el bráhmana peregrino lo contempló con la boca abierta.
«¿Quién es el padre de esta extraordinaria personalidad?», dijo el bráhmana. «Es el hijo de Sri Misra», fue la respuesta.
El bráhmana abrazó a Visvarupa con una alegría extrema, diciendo: «Virtuosos son los padres de semejante hijo».
Sri Visvarupa se sentó tras ofrecer reverencias al bráhmana, y empezó a expresar nectáreas palabras, que fluyeron como un arroyo.
«El día se ha tornado propicio y nuestra casa ha sido bendecida con una gran fortuna cuando usted entró como huésped», dijo Visvarupa.
«Usted es un alma entregada y es feliz internamente; viaja por todas partes simplemente para santificar la tierra.
»Es una inmensa fortuna que tengamos un huésped como su bondadosa persona, pero al mismo tiempo me siento muy desafortunado pues usted no ha podido comer.
»Si el huésped de una casa tiene que ayunar, entonces esa casa inevitablemente será víctima de la calumnia y lo desfavorable.
»Siento inmenso placer en verlo, pero me duele muchísimo escuchar acerca de lo que ha ocurrido aquí».
El bráhmana dijo: «Por favor, no te preocupes. Comeré algunas frutas y verduras».
»Vivo en el bosque. En el bosque no consigo arroz ni comida cocinada, de manera que dependo principalmente de frutas, raíces y verduras.
»Pocas veces como arroz, solo cuando lo obtengo sin yo solicitarlo.
»Yo experimento el haber comido millones de veces simplemente debido a la satisfacción de verte.
»Por favor, ve y trae cualquier cosa que tengas en casa: frutas, verduras, ofrendas, y hoy comeré eso».
Sri Jagannath Misra, extremadamente deprimido, simplemente se sentó con su cabeza entre las manos, sin contestar a nadie.
Sri Visvarupa dijo: «Señor, usted es un magnánimo océano de misericordia, sin embargo, me siento indeciso en pedirle algo.
»Por naturaleza, las personas santas sienten aflicción por el sufrimiento de los demás y siempre están dispuestas a incrementar los sentimientos de felicidad de los demás.
»Con un poquito de esfuerzo, usted podrá cocinar una buena ofrenda para el Señor Krisna.
»Esto disipará hoy todas las miserias de mi familia, y Yo obtendré el placer y la felicidad máximos».
El bráhmana dijo: «Ya cociné dos veces, sin embargo, el Señor Krisna no me permitió comer.
»De manera que puedo entender que no estoy destinado a comer el día de hoy. Este es el deseo del Señor Krisna, así que, ¿por qué debería esforzarme en hacerlo?
»Uno puede tener en casa una cantidad ilimitada de comida, pero uno come solo si el Señor Krisna se lo permite.
»Se puede tratar infinitas veces de conseguir algo, pero, si el Señor Krisna no lo desea, no se tendrá éxito.
»Ahora ya es la una y media de la madrugada y van a ser las dos. ¿Es apropiado empezar a cocinar tan tarde?
»Por lo tanto, por favor, ya no hagan más arreglos para cocinar. Simplemente comeré algunas frutas y verduras.
Sri Visvarupa contestó: «No hay nada malo con la hora. Todos estarán contentos si usted cocina».
Sri Visvarupa tocó entonces los pies del bráhmana y todos en la casa le suplicaron que cocinara de nuevo.
El bráhmana estaba encantado con Sri Visvarup, y accedió a cocinar.
Todos pronunciaron el nombre de «Hari» con alegría, y limpiaron de nuevo el lugar para cocinar.
Ellos limpiaron rápidamente, y mientras tanto fueron traídos los ingredientes para cocinar.
El respetable bráhmana procedió a cocinar, y todos mantuvieron al niño a una distancia segura.
Sri Misra se colocó a la entrada del cuarto de Nimai.
«Cierren bien las puertas del cuarto, por fuera, de manera que Él no pueda escapar», sugirió alguien.
«Bien, bien», dijo Sri Misra. «Ese es un buen plan. Cierren bien las puertas desde afuera y nosotros permaneceremos aquí, afuera».
Las damas, desde adentro del cuarto de Nimai, dijeron: «No se preocupen. Nimai se quedó dormido; ya no hay nada que Él pueda hacer».
De esa manera mantuvieron alejado al niño, y en un corto tiempo, el bráhmana terminó de cocinar.
Entonces, ese piadoso bráhmana preparó y llenó el plato de la ofrenda con lo que había cocinado y se sentó para ofrecerlo todo al Señor Krisna, por medio de su meditación.
Nimai, el hijo de Sachimata, lo sabía todo, puesto que Él es la Superalma en el corazón de todos. Su deseo fue aparecer ante el bráhmana y revelarse.
Por la voluntad del Señor Supremo, Nimai hechizó a todos y ellos se quedaron profundamente dormidos.
Sri Sachinandana apareció en el lugar donde el bráhmana estaba ofreciendo su arroz al Señor.
Cuando el bráhmana vio al niñito Nimai, gritó alarmado, pero nadie lo escuchó; todos estaban profundamente dormidos.
Nimai, el Señor Supremo, dijo: «Oh, bráhmana, eres conocido como un alma magnánima. Me llamaste, y por eso vine. ¿Por qué debo ser culpado por esto?
»Cantaste mantras para invocarme, me llamaste con señas. Por lo tanto, vine a ti. ¿Cómo podía resistirme?
»Tu meditas incesantemente en Mí, de modo que decidí aparecer ante ti».
En ese momento el bráhmana tuvo una visión maravillosa. El Señor Supremo estaba ante Él con su Forma de ocho brazos, sosteniendo en cuatro de Sus manos, los cuatro símbolos: la caracola, el disco, la maza y el loto.
Con las otras dos manos, sostenía y comía mantequilla y con las dos manos restantes, tocaba la flauta.
El bráhmana vio toda la forma del Señor adornada con ornamentos llenos de gemas. Su pecho estaba decorado con el símbolo Srivatsa de Laksmi Devi, y la invaluable joya Kaustubha colgaba brillantemente de un collar engarzado con gemas.
Su cabeza estaba decorada con las frescas flores del bosque, alrededor de Su pluma de pavorreal. Sus labios de rosado rojizo, como el sol naciente, embellecían Su suavemente brillante cara de luna. Sus rosados ojos de pétalos de loto sonreían dulcemente, en tanto que Su guirnalda de flores Vaijayanti llegaba hasta sus rodillas, y Sus finos aretes en forma de tiburón se mecían delicadamente. Sus pies eran como florecientes flores de loto, decorados con delicadas y tintineantes campanitas en los tobillos, engarzadas con gemas. El resplandor de Sus finas uñas como perlas disipaba la oscuridad.
El bráhmana vio los alrededores transformados en Vrindavan Dham. Los maravillosos árboles kadamba bullían con el trino de los pájaros. Los pastorcillos y las pastorcillas de vacas y terneros iban y venían y todo era exactamente como lo había visto en su meditación.
Colmado de éxtasis al ver semejante manifestación de opulencia, el piadoso bráhmana cayó inconsciente.
La Suprema Personalidad de Dios, Sri Gaurasundar, quien es un océano de misericordia, colocó Su trascendental mano sobre el cuerpo del bráhmana.
Él recobró su conciencia debido al contacto con el Señor, pero estaba mudo y estático, lleno de una inmensa alegría. Repetidamente, cayó desmayado al piso. A veces se ponía de pie y a veces caía, agitado por los maravillosos torrentes de emoción espiritual. Doblegado por temblores, transpiración y erizamiento del vello, no podía mantenerse tranquilo. Las lágrimas fluían tan libremente como la Madre Ganga.
El bráhmana agarró los pies de loto del Señor y lloró fuertemente por un rato.
Reconociendo la devoción del bráhmana, el Señor Supremo, Sri Gaurasundar, dijo las siguientes palabras, sonriendo encantadoramente:
«Oh, erudito bráhmana, por favor, escucha. En muchas vidas pasadas fuiste Mi servidor.
»Siempre has meditado en Mí, por lo tanto, vine para mostrarme ante ti.
»En Mi encarnación previa, aparecí ante ti en la casa de Maharaj Nanda, en esta misma forma, pero lo has olvidado.
»En Mi encarnación previa, como Krisna, aparecí en Gokul Dham, y en esa vida tú peregrinabas por lugares sagrados con un sincero fervor espiritual. Por disposición divina llegaste como un huésped a la casa de Maharaj Nanda y me ofreciste alimentos. En esa ocasión, también tuvimos un intercambio afectuoso como ahora. Comí lo que me ofreciste, al igual que lo he hecho nuevamente esta noche.
»Eres Mi sirviente, nacimiento tras nacimiento, por lo tanto, he aparecido ante ti. Nadie más que Mis sirvientes pueden verme tal como soy.
»Te he confiado estos temas confidenciales; no los reveles a nadie. En tanto Mi presente encarnación permanezca en este mundo, si tú revelas Mi identidad, de inmediato pondré un fin a tu cuerpo.
»He hecho Mi aparición donde ya ha empezado el canto congregacional del Santo Nombre del Señor Krisna, e iniciaré la propagación de este canto a lo largo del mundo.
»Distribuiré gratuitamente en cada casa el proceso del servicio devocional amoroso al Señor Supremo, al cual fervientemente aspiran incluso el Señor Brahma y otras elevadas personalidades.
»Permanece con nosotros por un tiempo y verás muchos Pasatiempos, sin embargo, te prohibo estrictamente describirle estos ocultos asuntos a alguien».
Después de tranquilizar y mostrarle Su misericordia al bráhmana, el Señor Supremo Gaurasundar regresó a Su cuarto.
Se acostó como un niño en Su postura de dormir previa. Nadie se dio cuenta de nada debido al profundo sueño que les provocó la potencia mística del Señor.
El piadoso bráhmana quedó colmado de gran regocijo después de ver la extraordinaria manifestación del Señor.
El untó el trascendental arroz sobre todo su cuerpo y luego lo comió mientras lloraba incesantemente con éxtasis.
El bailó, cantó, rió y produjo estruendosos sonidos, mientras continuamente gritaba: «¡Todas las glorias al Señor Bala-Gopal!»
El fuerte estruendo del bráhmana despertó a los residentes de la casa, de manera que rápidamente se abstuvo de más manifestaciones de emoción espiritual, y limpió su cuerpo.
El bráhmana comió sin tribulación alguna, lo cual produjo un inmenso placer en todos.
El bráhmana consideró decirles lo que sabía: «Que sepan que el Señor Supremo se encuentra entre ellos; de esa manera todos quedarán liberados», pensó.
«La Suprema Personalidad de Dios (quien es anhelado por el Señor Shiva y el Señor Brahma, quienes ofrecen sus oraciones a Él) ha aparecido en la familia de un bráhmana ».
Sin embargo, el bráhmana recordó la instrucción del Señor de no revelar nada a nadie. Temeroso de desobedecer al Señor, no dijo nada.
Ahora el bráhmana conocía la verdadera identidad del Señor, pero los residentes de la casa eran inconscientes de que el bráhmana poseía este extraordinario conocimiento. El bráhmana vino felizmente a residir cerca del Señor. Mendigaba en diversos lugares y todos los días regresaba para ver al Señor.
Esos maravillosos Pasatiempos del Señor son revelados en las literaturas védicas. Si uno escucha estos temas, uno recibe el refugio completo del Señor Sri Krisna.
El Adhi–khanda está repleto de tópicos nectáreos. Se describe cómo la Suprema Personalidad de Dios, Narayan, llevó a cabo traviesos Pasatiempos y se comportó como si fuera solo un niño.
El Señor Supremo, Gaurasundar, es la joya principal de los catorce mundos y el Señor Supremo de los planetas Vaikuntha que yacen más allá de este mundo material.
Él es el Señor Narayana, el esposo de Laksmi Devi; Él es el Señor Ramachandra, el esposo de Sita Devi.
En Tetra-yuga, Gaurasundar aparece como el Señor Rama con Su joven hermano, Sri Laksman (el Señor Nityananda). Él lleva a cabo innumerables Pasatiempos extraordinarios y mata al gran demonio, el rey Ravana.
En Dvapara-yuga, aparece como el Señor Krisna, junto con Sankarsan, Balaram. Ejecutando muchos maravillosos Pasatiempos, los dos Señores aliviaron al mundo de la carga del pecado.
A lo largo de los Vedas, se glorifica a las dos Personalidades Supremas, el Señor Mukunda (Krisna) y el Señor Ananta Sesa (Balaram). No tengan duda de que estas dos Personalidades Supremas ahora aparecen como el Señor Chaitanya y el Señor Nityananda.
Yo, Vrindavan Das, ofrezco este humilde canto a los pies de loto de Sri Krisna Chaitanya y Sri Nityananda Chandra Prabhu, quienes son justamente mi vida y alma.
Traducción al español
Sri Chaitanya Saraswati Sridhar Govinda Sevashram de México, A. R. (Jai Balai Das)