Srila Gurudev cuida de los búfalos y las vacas en el Math

Srila Gurudev cuida de los búfalos y las vacas en el Math

Srila Gurudev cuida de los búfalos y las vacas en el Math

(Extracto del libro “Golden reflections”)

Memorias de Srila Bhakti Sundar Govinda Dev Goswami Maharaj

Alrededor de 1962 compramos dos enormes y fuertes búfalos para que nos ayudaran en los cultivos. Yo era el conductor de los búfalos y ellos se sentían muy contentos conmigo. Eran muy anchos y fuertes, y tan grandes que no es fácil imaginárselos. Los travesaños en las carretas eran especialmente anchos para que los búfalos cupieran en ellos.

Esos búfalos jugaban conmigo, y Srila Guru Maharaj temía que pudieran matarme. Ellos eran grandes, fuertes y jóvenes, y a Guru Maharaj no le gustaba que yo me relacionara con ellos.

A fin de alimentarlos con hierba los llevaba a pastar enfrente del Templo de Mahaprabhu. Un día yo estaba con ellos y Srila Guru Maharaj me dijo: «No te acerques a los búfalos». Pero yo le aseguré que: «Estos búfalos no me van a atacar». El objetó: «Son bestias, pueden atacarte». Yo respondí: «No, Maharaj, estos no son como bestias». Entonces, fui enfrente del búfalo más grande, luego me dirigí hacia su parte trasera y le di un puñetazo en la pierna. Entonces, como una pequeña cabra, él rápidamente se volteó, y puso los cuernos de su cabeza contra mi cuerpo, pero muy cuidadosamente. Viendo esto, Guru Maharaj dijo: «Oh, ¿no te ataca?». Yo le volví a asegurar que no. De nuevo, hice lo mismo varias veces. Srila Guru Maharaj estuvo sorprendido de ver que cada vez que el búfalo parecía que iba a atacarme rápidamente yo levantaba mi brazo ligeramente y con mucho cuidado él ponía sus cuernos en mi costado, de una manera juguetona. Srila Guru Maharaj quedó sorprendido de ver que ese fuerte búfalo de ojos rojos, a quien todos le tenían miedo, jugara conmigo.

El nombre de ese búfalo era Ramdas. El otro búfalo se llamaba Syamdas. Cuando Syamdas murió, yo compré otro, llamado Haridas. Ellos eran muy fuertes y araban los campos, jalaban las carretas, etc.

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Cuando llegué aquí había dos vacas. Una era blanca y se llamaba Surabhi, y la otra se llamaba Syamali. Syamali era muy traviesa y ella atacaba a todos. Creo que, probablemente, no estaba contenta con su comida.

En mi juventud yo estaba muy acostumbrado a beber mucha leche, pero después de tres o cuatro años en el Math, me enfermé, y el doctor diagnosticó que padecía de una falta de leche. Estuve muy enfermo y el doctor prescribió una o dos manzanas y un kilo de leche, diariamente. Yo le sugerí a Srila Guru Maharaj: «Me gustaría hacer seva para Syamali, entonces, ella dará suficiente leche para mí, y no habrá necesidad de comprar una cantidad adicional en el mercado».

Srila Guru Maharaj accedió enseguida, muy contento. En ese entonces Syamali daba dos y medio kilos de leche, pero después de que empecé a cuidarla se puso muy contenta y daba hasta seis y medio kilos. Cuando yo iba a Kolkata daba menos leche, y cuando yo regresaba, daba más. No teníamos muchas vacas en ese entonces: Syamali fue la primera vaca, luego Surabhi, y más adelante llegó Nandini.

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