Śrīla Bhakti Rakṣak Śrīdhar Dev-Goswāmī Mahārāj explica la importancia de apreciar al Vaiṣṇava.
vaiṣṇavera guṇa-gāna karile jīvera trāṇa
śuniyāchhi sādhu-guru-mukhe
Se nos ha advertido extensamente que si podemos alabar al Vaiṣṇava, entonces seremos promovidos a una posición superior en la línea de la devoción. Es muy fácil alabar y cantar y recitar canciones o poemas acerca del Señor Supremo, pero es difícil alabar —ser capaz de realmente alabar— a los sirvientes del Absoluto. La posibilidad de envidiar (matsāratā) viene a interferir: «Él es un hombre. Yo tengo el mismo status. ¿Por qué debo someterme a él?» Esta clase de pratiṣṭhā, egoísmo, se opone y nos causa un obstáculo, el llamar espada a una espada.
Nirmatsārānāṁ sataṁ («El Bhāgavat-dharma es solamente para los sādhus, quienes no son envidiosos»). El Señor también dice: «Si tú eres Mi devoto, entonces no eres realmente Mi devoto; pero si eres devoto de Mi devoto, entonces tú eres Mi verdadero devoto». La envidia tiene que pasar su prueba. Nirmatsārānāṁ sataṁ. Naturalmente no tenemos una posición competitiva en comparación con el Señor Supremo, pero posiblemente surja una difícil superioridad competitiva en el caso del Vaiṣṇava: «No puedo someterme a él. Es difícil». Pero cuando somos realmente cautivados y vencidos por la svarūp–śakti, la yogamāyā de Kṛṣṇa, entonces el entendimiento realista surge dentro de nosotros, naturalmente este se desarrolla con el avance de nuestra propia purificación, de nuestro propio progreso: «No soy nada, pero él lo es todo. Él es un Vaiṣṇava, un Guru. Realmente, el Guru y el Vaiṣṇava poseen Kṛṣṇa-bhakti. Ellos son los almacenistas; yo me encuentro con las manos vacías. No tengo nada». Esta es la naturaleza de la asociación del finito con el Infinito.
En la medida que tengamos un acercamiento genuino con el Infinito, en esa medida no podremos sino considerarnos como lo más pobre de lo pobre. El estándar, la medición para el Vaiṣṇavatā (nuestro desarrollo como un Vaiṣṇava) ocurre de esta manera. No es una cuestión de labios para afuera; es el sincero sentimiento de lo íntimo del corazón. Cuando Kaviraj Goswāmī dice: «Purīṣera kīṭa haite muñi se laghiṣṭha: (“Soy más bajo que un gusano en el excremento”)», no se trata de una mera imitación. Es una verdad sentida.
El Āchārya abhimān es diferente. Es solamente una afirmación en bien del servicio al Vaiṣṇava. De modo que la sinceridad es preservada. Es una afirmación, pero no es una afirmación egoísta; en realidad, es una afirmación con el único fin de salvar al público y salvar el prestigio del Vaiṣṇava. De manera que, se trata de un ajuste apropiado con la realidad, en dos sentidos: (1) para establecer la posición real de un Vaiṣṇava, y (2) para salvar a las personas ordinarias de las tentativas y pensamientos falsos. Salvar a otros de esos peligros y sus reacciones es un tipo de afirmación, pero que no es egoísta. Más bien, es un sacrificio en el sentido dinámico. Tenemos que considerar esto.
En el Viśva Vaiṣṇava Rāja Sabhā, nuestro Guru Mahārāj hizo los arreglos, con tacto, para pedirles a sus discípulos que dijeran algo en alabanza de otro, de expresar una apreciación, guṇa-gān. Él les pidió, especialmente a sus discípulos quienes eran un poco antagónicos hacia otro: «Dí algo en elogio de tu amigo». ¿Por qué? Para tratar de resaltar el aspecto brillante, el svarūp, e ignorar el aspecto aparente. Él ordenaría: «Dí algo para elogiar a tu amigo, quien consideras que es tu oponente, en apariencia». La necesidad es la madre de la invención, y cuando alguien tiene que decir algo para alabar a otro, él tiene que profundizar en el aspecto brillante de la persona y revelarlo. Por lo tanto, incitamos el estrato Vaiṣṇava e ignoramos el aspecto máyico, aparente. De modo que, el kīrtan es poderoso. ¿Por qué? Cuando se me pide que diga algo, no puedo sino utilizar mi máxima, mi mejor atención. En el kīrtan, tenemos que afirmarnos con lo mejor de nuestra capacidad para intentar recolectar y decir algo. Así como lo hacemos para el Señor, también debemos hacerlo en el caso del Vaiṣṇava. Tenemos que apreciar el svarūp, el aspecto interno, brillante, e ignorar el aspecto aparente. Al hacerlo, prosperamos. A través de esto, la verdadera relación entre dos Vaiṣṇavas despertará. Esta fue la práctica de nuestro Guru Mahārāj, especialmente en la Viśva Vaiṣṇava Rāja Sabhā en el Dhām de Mahāprabhu. Él se sentaba allí, y ese era su método: traten de elogiar al Vaiṣṇava, traten de apreciar la nobleza de un Vaiṣṇava. Es difícil, pero si podemos hacerlo, entonces, alcanzaremos el estándar apropiado de devoción y dedicación, hasta cierto punto.
El Señor ha dicho: «Aquel que me ama, realmente no Me ama; pero aquel que ama a Mis devotos, a Mis servidores —su amor por Mí es más real—. Es de una naturaleza genuina, absoluta». De modo que, tratemos de apreciar la naturaleza y la conducta del Vaiṣṇava, y así podremos elevar el estándar de nuestra propia vida de dedicación.
Referencia: De una plática del 30 de abril de 1982, en Śrī Nabadwīp Dhām.
(Publicado en la sección «Gaudiya Darshan», de la página del SCSMath).
Traducción: Jaibalai prabhu