Sri Chaitanya-bhagavata. Adi-kanda. Capítulo once.

Sri Chaitanya-bhagavata. Adi-kanda. Capítulo once.

śrī-caitanya-bhāgavata grantha śuddha-bhakti-mata

El Śrī Caitanya-bhāgavata describe el proceso del servicio devocional puro.

kahe sadāśrī-bhaktivinoda

Así lo afirma siempre Srila Bhaktivinoda

nirantara pāṭha-phale kubuddhi yāibe ca’le

Por estudiar constantemente este libro, la mentalidad pecaminosa es destruida.

kṛṣṇa-preme labhibe pramoda

Para dar cabida al júbilo del amor extático por Krishna

Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati

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Todas las glorias a Sri Guru y Sri Gauranga

 Sri Chaitanya-bhagavata

de Srila Vrindavan Das Thakur

Sri Sri Guru Gaura Nityananda (Ekachakra Dham)

Adi-kanda. Capítulo once.

El encuentro de Nimai Pandit con Isvari Puri

¡Todas las glorias a Sri Gaurachandra, el Señor Supremo de todos los Señores! Sus Pasatiempos juveniles como un erudito revelaron Su atracción por la erudición. Él permanecía en Nabadwip, pero ocultaba Su identidad interna. El mejor de los bráhmanas, Gaurachandra, pasó todos Sus días de joven ocupado en el estudio. Su atractiva juventud podía derrotar la belleza de millones y millones de Cupidos. Cada parte de Su trascendental cuerpo era una perfección de belleza. Sus brazos se extendían hasta Sus rodillas y Sus bellos ojos era como los pétalos de los lotos. Sus atractivos labios eran rojizos como si hubiera masticado betel y siempre estaba vestido divinamente.

Siempre con un humor feliz, caminaba entre Sus colegas y discípulos, entreteniéndolos con Su vivaz gracia. Era el incuestionable líder de todos por la fuerza de Su inteligencia y erudición superiores. Caminaba por todo Nabadwip llevando Sus libros como si sostuviera a Sarasvati Devi, la Diosa del Conocimiento, dentro de la palma de Su mano, pues Él es el Señor Supremo de la entera manifestación cósmica. Ningún erudito en Nabadwip osaba buscarle defectos a Sus exposiciones. Solo el bráhmana Gangadas Pandit, un alma muy piadosa y afortunada, era capaz de discutir con el Señor.

Las diversas categorías de personas en Nabadwip veían a Mahaprabhu a su propia manera. Los trabajadores fruitivos materialistas quienes están apegados a la familia y la casa, lo miraban como el Señor y experimentaban un asombro inexplicable: «Cuán admirable es que cada casa que Él bendice siempre tenga prosperidad», exclamaban ellos. Las damas lo vieron como el Cupido más atractivo. Sin embargo, impactaba con temor el corazón de los ateos, como el Dios de la muerte. Los eruditos estaban convencidos de que Brihaspati, el muy erudito sacerdote de los semidioses, había nacido en la Tierra.

No obstante, los Vaisnavas estaban seriamente preocupados acerca de Gauranga y Su conducta. «Él está dotado de una belleza física muy sublime», comentaban tristemente, «con todo, no muestra una atracción por el Señor Krishna. ¿Qué le acarrearán Su conocimiento y su erudición, sino años de tiempo desperdiciado?». Los Vaisnavas hablaban de esa manera debido a que estaban confundidos por la potencia ilusoria del Señor. Aunque veían al Señor Supremo en persona frente a ellos, no podían reconocerlo.

Una vez un Vaisnava vio al Señor y le preguntó: «¿Cuál es el caso de desperdiciar Tu tiempo en la búsqueda de conocimiento material?» El Señor sonrió ante la preocupación de Su devoto y contestó: «Realmente es una gran fortuna para Mí que me instruyas para que acepte el sendero del servicio devocional».

Estos eran algunos de los intercambios de melosidades entre el Señor Supremo y Sus devotos. Con todo, incluso los devotos, qué decir de los hombres ordinarios, no podían reconocer al Señor mientras manifestaba Sus Pasatiempos en el humor de un erudito.

Nabadwip era la sede de la erudición en aquellos días y los estudiantes y los eruditos venían de todas partes. Entre ellos hubo muchos devotos Vaisnavas puros, especialmente de Chattagram, que habían venido a vivir cerca de la ribera del Ganga. Por el deseo del Señor, todos esos devotos Vaisnavas se juntaron en Nabadwip. Abandonando todo placer físico y material, ellos estaban totalmente apegados a los pies de loto del Señor Krishna. Ellos se reunían diariamente, estudiaban juntos o solitarios, lejos del alboroto de la vida materialista, y hablaban acerca de los Pasatiempos del Señor Govinda.

Sri Mukunda era especialmente amado por todos los Vaisnavas, debido a que podía derretir el corazón de cualquiera con su hermoso canto. Hacia el atardecer, los devotos se reunían en la casa de Sri Advaita y cuando Mukunda cantaba alabanzas devocionales al Señor Krishna, los devotos perdían su serenidad. Algunos lloraban, otros reían fuertemente e incluso otros, bailaban. Algunos perdían el control de ellos mismos y sus ropas, y rodaban por el piso, experimentado gran éxtasis. Algunos cantaban fuertemente como si fueran leones rugiendo, y otros palmoteaban ruidosamente en las espaldas de sus compañeros devotos. Otros, simplemente tocaban los pies de Sri Mukunda. Todo el lugar quedaba transformado en una escena de lo más dichosa, y todos los Vaisnavas olvidaban sus congojas previas.

El Señor Supremo, Gaurasundar, siempre estaba complacido con Mukunda. Cuandoquiera que lo veía, se apresuraría para ir a saludarlo. Nimai le planteaba cuestiones difíciles a Mukunda, quien sinceramente trataba de explicarlas. Sin embargo, el Señor de inmediato rechazaba los argumentos de Mukunda como erróneos e, inevitablemente, eso generaba otro argumento.

Mukunda se había convertido en un respetable erudito debido a esos encuentros con el Señor, y arguía con Él, presentado pros y contras para establecer sus argumentos. Por supuesto, el Señor Supremo honraba a Sus devotos y disfrutaba tales intercambios.

Sri Chaitanya también molestaba a Srivas de la misma manera cuando quiera que lo encontraba, así que la mayoría de los Vaisnavas trataban de evitar encontrarse con el Señor, que simplemente gastaba su tiempo en sofistería y argumentación. Los Vaisnavas estaban completamente desapegados de los placeres materiales, inmersos en el amor a Krishna. De ahí que no encontraban interés alguno en otro tema que no fuera la Conciencia de Krishna.

No se sentían inspirados para argüir con el Señor sobre la lógica u otros asuntos materiales semejantes. En cualquier caso, las interacciones invariablemente terminaban con que el Señor se burlaba de ellos. Por lo tanto, cuando alguno de ellos avistaba al Señor cerca o alrededor, cambiaría de dirección y mantendría su distancia. Ellos solo disfrutaban de los temas de la Conciencia de Krishna, sin embargo, cuando el Señor los encontraba, Él solo preguntaría sobre la lógica y otros temas materiales.

Un día, Chaitanya andaba por la avenida principal con algunos otros estudiantes. Sucedió que Mukunda iba por el mismo camino en ese momento, para su baño diario en el río. Cuando vio al Señor desde cierta distancia, de inmediato se dio la vuelta. El Señor vio que Mukunda se escabullía, y le preguntó a Su sirviente, Govinda: «¿Por qué este compañero ha huido al verme?» «Querido y erudito bráhmana, no sé por qué se ha ido», dijo Govinda. «Tal vez tiene alguna otra tarea».

«Yo sé por qué ha huido», dijo Gauranga. «No le gusta hablar acerca de asuntos mundanos. Ese compañero solo estudia las Escrituras devocionales, mientras que Yo hago malabares con la astrología, la teología, las reglas de los verbos y la gramática. Por eso, por que Yo no hablo acerca de Krishna, me ha evitado».

Usando palabras rudas, Él pretendió difamar a Mukunda, pero se sentía muy complacido con él. Con todo, Él, simultánea y secretamente, revelaba Su propia identidad suprema.

El Señor dijo: «Está bien, Mukunda, veamos por cuánto tiempo logras evitar que Yo te atrape. ¿Crees que puedes escaparte de Mí por un truco como el de huir?» El Señor sonrió: «Dejáme atraparte otro día cuando haya terminado Mis estudios y verás lo Vaisnava que soy». »

Voy a ser tan devoto Vaisnava que Brahma y Shiva vendrán, se detendrán y esperarán pacientemente en el escalón de Mi puerta. »Así que, Mis queridos hermanos, ahora escúchenme atentamente. Voy a ser el Vaisnava más famoso y extraordinario. Hoy, aquellos que huyen al verme, mañana cantarán Mis cualidades y glorias».

Después de esta plática, el Señor sonrió brillantemente y fue a casa junto con todos Sus felices discípulos.

¿Quién puede apreciar estos Pasatiempos tan placenteros de Sri Visvambhar a menos que el Señor Mismo los revele dentro del corazón de uno?

Sin embargo, mientras los devotos de Nabadwip manifestaban maravillosas cualidades devocionales, el resto de los residentes perdía la razón por las riquezas, los hijos y otras opulencias materiales temporales.

Si ellos escuchaban el canto del Santo Nombre del Señor, ellos recriminaban y blasfemaban a los devotos diciendo: «Ellos solo cantan con la esperanza de llenar sus barrigas».

Otras personas ateas, comentaban: «Estas gentes evitan el cultivo del conocimiento y prefieren bailar en la calle como tipos locos. ¿Qué clase de comportamiento es ese?»

Y otra decía: «¿Qué tanto han leído del Bhagavata y de otras Escrituras que prefieren bailar y llorar todo el tiempo? Nunca encontré tales cosas en las Escrituras. ¿Es este su sendero devocional? »

Este Srivas Pandit y sus tres hermanos ni siquiera nos dejan dormir después de una buena comida. Yo les he preguntado: “¿No hay beneficio espiritual por cantar suavemente el nombre de Krisna, o es que solo por aullar y bailar se deriva un beneficio especial?”» De esa manera, los ateos lanzaban insultos a los Vaisnavas, cuandoquiera que los veían.

Al escuchar esas palabras insultantes, los Vaisnavas se afligían y lamentaban la triste condición de la gente en general. Llorosamente, los devotos se refugiaban en Sri Krishna y vehementemente invocaban Su Santo Nombre.

«Oh, Señor, ¿cuánto tardará en ser erradicado este padecimiento del mundo?», oraban ellos. «Querido Krishna Chandra, por favor, revélate en este pecaminoso mundo material». En la casa de Advaita Acharya, los Vaisnavas describían los insultos que habían recibido de los ateos de la comunidad de Nabadwip.

Advaita Acharya Prabhu difícilmente podía tolerar los insultos a los devotos y se ponía furioso como una encarnación del Señor Rudra, el destructor del mundo material. Él gritaba furiosamente: «¡Los destruiré a todos! »

¡Mi Señor, el portador del disco Sudarshan, pronto aparecerá aquí en Nadia y entonces todos verán lo que puede hacer!»

Haré que el Señor Supremo, Sri Krishna, aparezca en persona ante los ojos de todos y le reportaré todas estas ofensas a mi Señor. Solo entonces esta persona conocida como ‘Advaita’ será digno de ser llamado ‘el sirviente de Sri Krishna’.

»Mis queridos hermanos, por favor, quedénse tranquilos un poco más, luego, aquí mismo en Nadia ustedes personalmente verán a Sri Krishna mientras revela Sus maravillosos Pasatiempos». Al escuchar esas alentadoras palabras de Sri Advaita Acharya, era infundida una nueva vida en los corazones de los Vaisnavas. Ellos olvidaban su condición afligida y todos juntos empezaban a cantar los Santos Nombres del Señor Sri Krishna.

Cantando jubilosamente junto con Sri Advaita los completamente propicios nombres de Sri Krisna, los devotos quedaban colmados y embriagados de dicha con este muy nectarino y dulce sonido.

Los hirientes comentarios de los ateos se desvanecían de sus pensamientos mientras que, para ellos, Nabadwip se llenaba del más grande y sublime éxtasis.

Mientras tanto, Sri Nimai Pandit felizmente continuaba Su educación y Él era una siempre creciente fuente de placer para Sachimata.

Alrededor de esta época, Sri Isvarachandra Puri fue a Nabadwip discretamente, disfrazado como un ekadandi sannyasi de la escuela impersonalista.

Sin embargo, él era una personalidad magnánima, siempre absorto en saborear el néctar del amor a Sri Krishna. Él era extremamente querido a Sri Krisna y compasivo con todos.

Usando ese atuendo, nadie pudo reconocerlo fácilmente. Con todo, un día, por la disposición de la Providencia, Isvari Puri fue a la casa de Sri Advaita Acharya.

El Acharya estaba muy ocupado en ejecutar Su puja en ese momento e Isvarachandra se sentó humildemente en el patio, cerca de Advaita Prabhu.

La pureza de un Vaisnava le da una efulgencia que no puede permanecer oculta, al menos para otro Vaisnava, y de ese modo, Advaita Acharya lo miraba repetidamente. Advaita pudo entender de inmediato que esa persona sentada frente a él no era un sannyasi ordinario, sino un Vaisnava puro.

Por fin, Advaita Acharya se dirigió respetuosamente a Isvari Puri: «Querida persona santa, ¿quién es usted? Tengo el sentimiento de que en realidad usted es un sannyasi Vaisnava».

«Soy más bajo que un sudra, una persona de la cuarta clase», contestó Isvarachandra Puri. «He venido simplemente para ver tus pies de loto».

Mukunda, reconociendo los síntomas de un gran devoto Vaisnava, espontáneamente empezó allí en el patio un canto acerca de Sri Krishna, con una devoción extática.

Al escuchar el hermoso canto de Mukunda, Isvara Puri cayó al suelo. Incesantes lágrimas cayeron de sus ojos, mientras lo inundaban repetidos y crecientes estallidos de amor devocional y éxtasis.

Advaita Acharya quedó sorprendido y rápidamente atrajo a Isvarachandra a sus brazos. Pronto, Él también fue bañado por las lágrimas del santo.

Ambos fueron arrastrados por las olas extáticas del amor a Sri Krishna y no pudieron controlar sus siempre crecientes emociones espirituales. Inspirado por la escena, Mukunda cantó slokas, versos apropiados, uno tras otro.

Los devotos reunidos se quedaron asombrados al ver una manifestación tan intensa de emociones espirituales y su corazón se vio colmado de felicidad divina.

Momentos más tarde, cuando los devotos se enteraron de que el humilde sannyasi era realmente Sri Isvarachandra Puri, brotó un espontáneo kirtan de los devotos colmados por la alegría de que tan excelso Vaisnava se encontrara en la presencia de ellos.

De esa manera, Sri Isvari Puri anduvo encubierto por Nabadwip, sin ser reconocido por nadie.

Un día, Sri Gaurachandra regresaba a casa después de dar clases a unos estudiantes y por el arreglo divino vio a Isvara Puri en el camino.

Reconociendo a Su sirviente y querido devoto, el Señor le ofreció de inmediato y con gran respeto sus reverencias.

La insuperable belleza de Sri Visvambhar es imposible de describir; Él es una personalidad perfecta en todos los aspectos, el manantial de todas las buenas cualidades.

Nadie podía entender Sus más íntimos sentimientos, ni conocía Su verdadera identidad. Aun así, todos lo miraban con el mayor asombro y respeto.

Isvarachandra Puri miró las características del Señor y supo de inmediato que Nimai era una personalidad trascendental, grave y sublime.

«¿Cuál es Tu nombre, oh, muy sabio bráhmana?», preguntó Sri Puri. «¿Qué libros llevas? «¿Qué es lo que enseñas y cuál es Tu lugar de residencia?»

Uno de los estudiantes respondió por Su maestro: «Él es Nimai Pandit». Sri Isvarachandra Puri respondió alegremente: «¡Oh, así que Tú eres Nimai!»

El placer de Sri Isvarachandra fue muy visible. El Señor humildemente lo invitó para que tomara prasadam en Su casa, y entonces respetuosamente lo condujo hacia Su hogar.

Sachimata preparó un extraordinario banquete y lo ofreció al Señor Krisna. Sri Puri aceptó el Maha-prasadam, y después fue a sentarse en el cuarto dispuesto como templo.

Sri Isvari Puri empezó a narrar las maravillosas cualidades y Pasatiempos de Sri Krishna. En un punto, guardó silencio, colmado por las emociones extáticas de amor trascendental, y fue incapaz de poder hablar más.

Nimai y todos los demás experimentaron un maravilloso gozo mientras fluía profusamente el néctar de las extáticas melosidades devocionales de Sri Puri en la compañía de ellos. Sri Puri nunca manifestaría esas emociones espirituales en la presencia de los desafortunados materialistas.

Sri Isvara se quedó entonces en Nabadwip, en la casa de Gopinath Acharya, durante varios meses.

El corazón de los Vaisnavas fue infundido de alegría debido a su asociación y el Señor Mismo visitaba diariamente a Sri Puri. Sri Gadadhar también era muy bien amado por toda la comunidad Vaisnava que veía sus lágrimas de amor por Krishna.

Desde su niñez, Gadadhar estaba completamente libre de apego por la vida mundana. Viendo su devoción, Isvarachandra Puri también favoreció y amó a Sri Gadadhar.

En su asociación, Sri Puri-pada haría que Gadadhar Pandit leyera un libro llamado Krisna-lilamrita, que él mismo había compuesto. Luego, le explicaba afectuosamente al joven Sri Gadadhar las diferentes verdades confidenciales contenidas allí.

Todas las tardes, después de estudiar y enseñar, el Señor Chaitanya visitaba a Isvara Puri para ofrecerle Sus respetuosas reverencias.

Isvara Puri se sentía muy contento de ver a Nimai, y aunque él no sabía que Nimai era la Suprema Personalidad de Dios, su amor y su afecto por Él fluía sin obstáculos.
Él se dirigía afectuosamente al Señor: «Sé que eres un gran erudito. Yo he escrito un libro acerca de la naturaleza de Sri Krishna. »Me gustaría que lo revisaras y encontraras los errores. Eso me complacería mucho».

«Esta es una descripción acerca del Señor Krishna por parte de un devoto», contestó Nimai. «Quienquiera que halle errores en esa descripción, es un ofensor pecaminoso. »Sri Krishna siempre se complace con la poesía de Su devoto puro, incluso si es gramaticalmente imperfecta. »

Una persona ignorante, mientras ofrece reverencias en el templo, puede cometer un error gramatical al decir ‘visnaya’; mientras que una persona sobria y educada usaría la forma apropiada para invocar al Señor Krishna, la cual es ‘visnave’. Sin embargo, el Señor Supremo, Sri Krishna, acepta ambas reverencias, cuando son ofrecidas con devoción. »

El Señor Supremo, Sri Janardan, no queda impresionado con la mera erudición, sino que Él atiende el humor interno de entrega en las entidades vivientes. Las personas sin educación pueden usar la forma incorrecta ‘visnaye namah’ y no la correcta ‘visnave namah’ que usa el erudito, pero el Señor ve la devoción y en base a ello otorga el resultado. »

Quienquiera que busque errores en los escritos de usted, él mismo está realmente equivocado debido a que lo escrito está en verdad destinado solo para la satisfacción de Sri Krishna, quien siempre se complace con las composiciones de los devotos puros. »

Cualquier cosa que usted ha escrito es una expresión de su amor por Krishna; ¿quién tiene la audacia de encontrar alguna discrepancia en ello?»

Isvarachandra sintió una oleada de éxtasis por todo su cuerpo al escuchar la explicación de Nimai Pandit, la cual era como una lluvia de néctar.

Con todo, Sri Puri insistió afectuosamente: «Sé que Tu no deseas criticar, pero en mis obras puede haber muchas clases de errores. Ten la bondad de señalarlos. No incurrirás en falta alguna al hacerlo». Después de esta plática, Sri Puri y Nimai Pandit se sentaban por un par de horas diariamente y reflexionaban acerca del libro. Un día, Nimai Pandit aparentemente detectó un error en uno de los poemas de Isvara Puri, comentando que el uso de una raíz verbal particular, era inadecuado. «Aquí debería de haber una raíz verbal diferente, no la forma atmanepadi que ha usado», dijo el Señor.

Después de la discusión, Nimai fue a casa, e Isvari Puri, quien era un erudito en todas las Escrituras y ciertamente un pandit en gramática, consideró la propuesta de Nimai. Él disfrutaba de analizar temas intelectuales y después de que Nimai se fue, consideró el comentario de Nimai desde varios aspectos y lo comparó con diversas conclusiones shástricas.

Cuando al siguiente día Nimai llegó para verlo, Sri Puri le dio su conclusión: «Esa raíz verbal que Tú considerabas equivocada, realmente es correcta, tal como la usé. No debe ser la forma parasmaipadi, como lo sugeriste ayer. Ciertamente, la forma atmanepadi es correcta». Al escuchar ese análisis, el Señor estuvo de acuerdo y no encontró otro error. Dentro de Su corazón, Él se sintió muy satisfecho de que Su sirviente devoto hubiera salido victorioso por encima de Él Mismo.

Todas las Escrituras védicas confirman que el Señor, por Su magnánima naturaleza, siempre desea incrementar el nombre, la fama y la victoria de Su devoto, incluso a costa de Él mismo.

Por unos cuantos meses más, los dos grandes panditas, Isvara Puri y Sri Gaurachandra, completamente absortos en sus Pasatiempos escolásticos, disfrutaron cada momento de su discusión y debates.

Con todo, Isvarachandra Puri nunca podía permanecer mucho tiempo en un lugar, debido a la naturaleza inquieta del amor extático. De modo que dejó Nabadwip y se fue a viajar extensamente en peregrinaje, purificando la Tierra.

Quienquiera que sea lo suficientemente afortunado para escuchar con atención estas maravillosas narraciones acerca de Isvarachandra Puri, inmediatamente es transportado al lugar donde los pies de loto del Señor Krishna siempre ofrecen refugio y misericordia.

Sri Madhavendra Puri, completamente satisfecho con su discípulo, le concedió a Sri Isvara Puri el amor extático por Sri Krishna. Por la ilimitada misericordia de Sri Krishna, Sri Isvarachandra Puri había recibido el completo refugio de su Maestro Espiritual, Sri Madhavendra Puri, y de ese modo, viajó libremente a todas partes, despreocupado y completamente dichoso.

Sri Krishna Chaitanya y Sri Nityanandachandra son mi vida y alma. Yo, Vrindavan Das, humildemente ofrezco mi canto a Sus pies de loto.

 

Traducción al español

Sri Chaitanya Saraswati Sridhar Govinda Sevashram de México, A. R. (Jai Balai Das)

CAPÍTULO DIEZ

 

CAPÍTULO DOCE

Preguntas y respuestas.

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