Sri Gundicha Marjan Lila Rahasya

Sri Gundicha Marjan Lila Rahasya

Śrīla Bhakti Siddhānta Saraswatī Ṭhākur explica el secreto detrás de la limpieza del Templo de Guṇḍichā.

Una traducción del comentario de Śrīla Bhakti Siddhānta Saraswatī Ṭhākur en el Śrī Chaitanya-charitāmṛta: Madhya-līlā, 12.135.

Por medio de este Pasatiempo, Jagad-guru Śrīman Mahāprabhu nos enseña que si un alma afortunada desea sentar a Kṛṣṇa en el altar del corazón, entonces, primero que todo debería limpiar el corazón de toda contaminación; es obligatorio que el corazón esté inmaculadamente limpio, apacible y resplandeciente con devoción. Si dentro del campo del corazón quedan algunos matorrales espinosos, malas hierbas, polvo o arena (anarthas), entonces no podrá sentarse allí el Señor, el recipiente final de todo servicio. La contaminación y la basura dentro del corazón significan anya-abhilāṣ (los deseos ajenos), karma (las actividades mundanas), jñān (el conocimiento especulativo), yoga, etc. Śrīla Rūpa Goswāmī Prabhu dijo:

anyābhilāṣitā-śūnyaṁ jñāna-karmādy-anāvṛtam

ānukūlyena kṛṣṇānuśīlanaṁ bhaktir uttamā

                                    (Bhakti-rasāmṛta-sindhu: 1.1.11)

La devoción no está presente cuandoquiera que la eterna propensidad natural del alma hacia la devoción se encuentra cubierta por los deseos ajenos a la devoción: el conocimiento especulativo, la acción mundana, el yoga, el ascetismo o toda mentalidad que sea desfavorable a la devoción. Y sin una devoción pura, la cual es por naturaleza esencialmente espiritual, Krisna no se manifiesta.

Los deseos ajenos: «En tanto yo permanezca en este mundo, complaceré exclusivamente mis sentidos». Esta clase de deseo vil, como una rama espinosa, hiere la delicada propensidad del alma pura hacia la devoción exclusiva (kevala-bhakti).

La acción mundana: «Por medio de la piedad, el sacrificio, la caridad y la austeridad, disfrutaré de los placeres de este mundo y de los planos superiores como Svarga». Esta acción egoísta es como polvo. En el torbellino del ciclo de karma, montones de este polvo, es decir, deseos, cubren el impecable y limpio espejo de nuestro corazón. Los deseos de ejecutar buenas y malas acciones, como innumerables montones de polvo, han contaminado el corazón de las almas, quienes son adversas al Señor durante incontables nacimientos, y de ese modo el deseo por las actividades mundanas no abandonan el corazón de esas almas. Las almas que son adversas al Señor, piensan: «Parece que por medio de la acción se pueden extraer las espinas existentes dentro de la acción», sin embargo, esta es una idea equivocada; aquellos que están convencidos de ello simplemente se engañan a sí mismos. Tal como un elefante que después de que lo bañan unta de nuevo su cuerpo con lodo, del mismo modo, el deseo por las actividades mundanas no se disipa por ejecutar actividades mundanas. Solo por medio de la devoción pura son disipadas todas las dificultades del alma. Es entonces cuando el altar del corazón puro del alma llega a ser un lugar apropiado para que el Señor descanse. Por esta razón, un devoto poeta ha cantado: «Bhaktera hṛdaye sadā Govindrera viśrāma: el corazón del devoto siempre es un lugar de descanso para Govinda».

El yoga monístico y las tentativas del conocimiento especulativo son como arena. Por medio de ellos, se hace un esfuerzo para lastimar el cuerpo del Señor con una lanza; así pues, no hay lugar aquí para hablar del servicio o la satisfacción del Señor. Aunque al comienzo de la búsqueda del Brahma no diferenciado, los buscadores de la liberación llegan a aceptar hasta cierto punto el Nombre, la Forma, etc. del Señor, finalmente esos buscadores no aceptan —al momento de su liberación o identificación con Brahma— la existencia independiente del Nombre, la Forma, etc. Así que el Señor no aparece dentro del corazón de esas desafortunadas almas, quienes orgullosamente consideran que se encuentran liberadas (cuando de hecho, no lo están). Es por esta razón que Śrī Gaurasundar no guarda paja, polvo, arena y otras formas de basura dentro del recinto del Templo, sino que más bien los arroja fuera usando su propia ropa —a menos que con una tempestad toda esa basura entre de nuevo en el Templo.

A menudo, incluso cuando se hayan disipado las actividades mundanas, el conocimiento especulativo, etc., dentro del corazón quedan formas sutiles de contaminación. A estas se les puede comparar con kuṭināṭi, pratiṣṭhāśā, jīva-hiṁsā, niṣiddhāchār, lābha, pūjā, etc.

Kuṭināṭi significa duplicidad. Pratiṣṭhāśā significa un deseo por honor mundano —«Que el ignorante me llame una gran alma a causa de mi adoración en un lugar solitario y por mi fingimiento». Pratiṣṭhāśā significa el deseo de ser reconocido como un ‘devoto’o un ‘Avatār’ por mostrar un reflejo desvirtuado de emociones divinas, tal como síntomas artificiales de éxtasis dentro de un corazón duro, con la finalidad de cumplir los egoístas deseos de disfrute mundano. Jīva-hiṁsā significa indecisión para predicar acerca de la devoción pura, o ser tacaño para hacerlo; ser complaciente para con los māyāvādīs, materialistas y disfrutadores; y hablar de manera que se tenga la atención de esas personas. Lābha y pūjā significa vivir a costa de los Nombres, mantras y Deidades del Señor o a costa del Bhāgavat en nombre de la religión, engañando al ignorante, acumulando riqueza, honor, etc. Niṣiddhāchār significa asociarse con el sexo opuesto y con los no devotos de Krisna, tales como los materialistas, especuladores y disfrutadores.

Śrī Gaurasundar primero recogió grandes pilas de toda esa arena, paja, polvo, etc. que se había acumulado por muchos días, y luego, después de limpiar una segunda vez con escobas y agua cada área dentro del Templo, Śrī Gaurasundar, con Su propia ropa seca que vestía, empezó a restregar el Templo y el altar del Señor de manera que no quedara una mancha sutil en alguna parte.  

Después de todo ese barrer, limpiar, fregar, etc., no quedó rastro de ninguna partícula de polvo ni siquiera de manchas leves dentro del Templo, el cual no solo quedó impecablemente limpio sino también reconfortantemente fresco, es decir, el corazón del practicante se libra de sufrir un dolor comparable al estar en un desierto quemado por el sol —libre de las llamas del fuego de las tres miserias producidas por el deso de disfrutar lo mundano (ādhyātmik-tāp: miserias provocadas por el cuerpo y la mente; adhibhautik-tāp: miserias provocadas por otros [seres]; y adhidaivik-tāp: miserias provocadas por los semidioses)—. De hecho, cuando los deseos por disfrute y liberación —todo deseo ajeno, esfuerzo mundano, conocimiento especulativo, yoga, etc.— son disipados del corazón y del practicante, y la propensidad del alma hacia la devoción pura se manifiesta, naturalmente aparecen esa paz y esa reconfortante frescura. 

Las almas ignorantes no entienden que a menudo, incluso cuando todo deseo egoísta ha sido disipado, todavía permanece una sutil mancha dentro de un desconocido rincón o esquina del corazón: el deseo por la liberación. No hay necesidad de mencionar el deseo de los impersonalistas por obtener sāyujya-mukti (la liberación por fundirse en el Brahma), Śrīman Mahāprabhu restregó con Su propia ropa incluso las sutiles manchas de un deseo por las otras cuatro formas de liberación [sālokya: residir en la morada sagrada del Señor; sāmīpya: estar en la presencia del Señor; sārūpya: tener una forma como la del Señor; y sārṣṭi: tener una opulencia como la del Señor].

De este modo, adoptando la mentalidad de un alma —en bien de todos seres—, Śrī Gaurasundar, como un Jagad-guru, instruyó personalmente cómo un practicante debe, con gran entusiasmo, mientras canta fuertemente el Nombre de Krisna, limpiar el corazón para la causa de Krisna a fin de convertirlo en un lugar para los placenteros Pasatiempos del Autócrata Śrī Krisna y ser capaz de complacer amorosamente los sentidos de Krisna.

       yadyapyanyā bhaktiḥ kalau kartavyā,

       tadā kīrtanākhya-bhakti-saṁyogenaiva

                                  (Krama-sandarbha-ṭīkā

                                  acerca del Śrīmad Bhāgavatam 7.5.23–24)

[«Aunque las otras ocho prácticas de la devoción deben ser ejecutadas durante Kali-yuga, se deben realizar conjuntamente con kīrtan.»]

Śrīman Mahāprabhu se acercó a cada devoto, agarró sus manos y le enseñó cómo limpiar el Templo. Él alabó a los devotos que servían bien, y —como el Señor adornado con el corazón de Ella, Śrī Rādhā (quien es la personificación de la satisfacción de los deseos de Krisna)—, benevolentemente reprendió a aquellos cuyo servicio no seguía Su estándar, los agarró de las manos y les enseñó la manera apropiada de servir a Krisna. No solo eso, sino que también Él instruyó e inspiró a los devotos de corazón puro que estaban dedicados al Absoluto y que eran competentes en servir conforme a Sus enseñanzas para que llevaran a cabo el trabajo de un Āchārya en bien de las almas adversas al Señor.

       tumi bhāla kariyāchha, śikhāha anyere

       ei-mata bhāla karma seho yena kare

        (Śrī Chaitanya-charitāmṛta: Madhya-līlā, 12.117)

[El Señor le dijo a los devotos cuya limpieza Él aprobó: «Lo han hecho bien. Enséñenle esto a los demás de modo que igualmente lo hagan bien de esa manera».]

Además, [el Señor instruyó que] uno se volverá querido al Señor hasta el punto que uno podrá sacar las impurezas del corazón y mantenerlo limpio, y prescribió la apacible práctica de servicio a Hari-Guru-Vaiṣṇava para aquellos que todavía no completan el proceso de anartha-nivṛtti (la depuración de los males).

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