La tierra de la sinceridad fiel

La tierra de la sinceridad fiel

Śrīla Bhakti Rakṣak Śrīdhar Dev-Goswāmī Mahārāj describe el plano de la abnegación en el cual Śrī Lalitā Devī sirve a Śrī Śrī Rādhā-Govinda.
«El fruto que cae del cielo». Debemos tratar de considerar las cosas de esta manera. Todo está vinculado con el Infinito y debemos aprender a depender de la voluntad de Kṛṣṇa y no tanto de nuestro cerebro humano, individualmente o como grupo. En general, conforme a nuestro entendimiento de las Escrituras y a la práctica de las grandes personalidades, trataremos de proceder, pero en cuanto se refiere al resultado, siempre debemos estar abiertos a lo que pueda llegar.
karmaṇy evādhikāras te mā phaleṣu kadāchana

(Śrīmad Bhagavad-gītā: 2.47)
(«Tienes derecho al deber, pero nunca a los resultados.»)
Ocúpate siempre, pero no te vincules con las consecuencias. No busques jamás vincularte con las consecuencias. Lo que llegue será el resultado de muchas cosas, pero, por encima de todo, será la voluntad suprema. Ese es el hecho. De manera que, no te preocupes inútilmente ni desperdicies tu energía. Trata de prestarle toda tu atención a tu deber y no al efecto posterior que resulte del deber. El deber mismo no puede adquirir resultado, consecuencia o fruto alguno. Pero, por otra parte, tú puedes ser agraciado, recibir prasādam. Todo lo que provenga de la ola infinita debe considerársele como una gracia, y debemos actuar con el espíritu de servicio, no con un interés en el resultado —en atesorar algo o hacer negocios.
na sa bhṛtyaḥ sa vai vaṇik

(Śrīmad Bhāgavatam: 7.10.4)
(Prahlād le dice al Señor: «Aquel que desea bendiciones de Ti, no es un sirviente, es un comerciante.»)
Debemos hacerlo todo con el objetivo de servir al Infinito. Con las manos limpias, continuaremos trabajando. «Con las manos limpias» significa unas manos que no se contaminan con resultado alguno. El servicio y el prasād se corresponden: lo que llega del entorno infinito es prasād, gracia. No tengo nada que reclamar, y de lo que haga, tampoco tengo reclamo ni petición a cambio de eso —ni siquiera alguna esperanza—. Simplemente, hago lo que se me asignó como deber. No estoy determinando algo para el futuro. Eso sería māyā. Debemos tratar de vivir bajo el cielo: libres. Entonces, el corazón encontrará alivio.

asaṅkalpāj jayet kāmaṁ (Śrīmad Bhāgavatam: 7.15.22)
(«Vence la lujuria mediante una determinación negativa (asaṅkalpa).»)
Saṅkalpa significa parikalpanā, planear. Algo como «un plan a cinco años».
Algunas veces se nos puede permitir hacer planes, pero con una condición: un completo entendimiento de que si se alcanza la meta o no, eso depende totalmente de la voluntad divina. Con eso, podemos planear. Supóngase que tratamos de organizar una reunión en un lugar particular. Pondremos en circulación avisos: «Habrá una reunión y algunas personas ofrecerán conferencias». Procederemos de esa manera, pero con una apertura de que pueden surgir impedimentos y que eso puede ser interrumpido. Sin embargo, lo haremos con un sentido del deber. Es mi deber, lo hago. Si Dios quiere, será exitoso. Poniendo a Dios por encima de nuestra cabeza, trataremos de vivir en la eternidad, en la relatividad de la eternidad. Esto es Vaikuṇṭha-vās («residir en Vaikuṇṭha»).
Conceptos erróneos provienen de la escuela māyāvādī. Cuando todo depende de Él, entonces nosotros solo tenemos que cumplir nuestro deber. La escuela Vaiṣṇava entiende la concepción de servicio. ¿Cuál es la naturaleza del servicio? Que sin un resultado definido, uno trabaja con toda energía. Esto es posible. El futuro es incierto, y, sin embargo, el trabajo del Vaiṣṇava es sincero y fiel. La totalidad de su concentración está en su trabajo, y no en el futuro resultado.
karmaṇy evādhikāras te mā phaleṣu kadāchana
mā karma-phala-hetur bhūr mā te saṅgo ’stv akarmaṇi

(Śrīmad Bhagavad-gītā: 2.47)
(«Tienes derecho al deber, pero nunca al resultado. Que no te motive el resultado, ni te inclines a abandonar tu deber.»)
No te sientas desalentado debido a que no puedes exigir o tener derecho al resultado. No te sientas desalentado. Mā te saṅgo ’stv akarmaṇi («No te inclines a abandonar tu deber»). Se nos hace una excelente y necesaria advertencia. Todos pueden sentirse desalentados. «Puesto que no puedo participar del resultado, ¿porqué debería trabajar?» No se trata de una pequeña cuestión. Esta no es una cuestión insignificante. De modo que de inmediato se nos advierte. «Mā te saṅgo ’stv akarmaṇi: que el infortunio de cesar tu trabajo no caiga sobre ti. Continúa trabajando».


En un sistema cooperativo, muchísimos obreros se encuentran ocupados. Hacen su deber, y luego, los productos se distribuyen aquí y allá. A su tiempo, la remuneración le llega al trabajador en forma de monedas. Él coopera en la forma de energía y esto se le devuelve en la forma de monedas en el momento adecuado. «Karmaṇy evādhikāras te mā phaleṣu kadāchana: No seas avaro y dedica tu energía a este sistema en el que te encuentras actualmente». Hasta aquí, se ha explicado el aspecto negativo, pero no el positivo.
ahaṁ hi sarva-yajñānāṁ bhoktā cha prabhur eva cha

(Śrīmad Bhagavad-gītā: 9.24)
(«Solo Yo soy el disfrutador y el que recompensa todo sacrificio.»)
«Los resultados de tu trabajo están a Mi disposición. Son míos. Yo disfruto tu trabajo abnegado. Proporcionalmente, esto se distribuye a todos y cada uno de los puntos que existen separadamente por todo el universo, pero es mejor para ti pensar que esto es completamente Mío porque aunque Yo te distribuyo el resultado de tu trabajo, tú no tienes derecho a eso. Esta es una distribución pura: es gracia. No existe razonamiento, ni justicia, detrás de eso. Debes tratar de recordarlo. Tienes que considerarlo como misericordia. Esto es tan libre que debe considerársele como misericordia. No esperes alguna justicia pensando: «yo estoy proveyendo mucho trabajo y debo recibir el resultado de eso». La ley de la justicia lo decreta así, sin embargo, tú debes ofrecer tu energía gratuitamente, y lo que Yo te dé a cambio también será gratuito. Entonces, esto no entrará bajo la consideración de la justicia».
Servicio y gracia: esto es abierto y limpio. De modo que, mantengan su cuenta siempre limpia: no reclamen. Estas transacciones constituyen una propia libertad. Allí se encuentra la concepción genuina de libertad: una abnegación dinámica. Esto no es la abnegación estática de un māyāvādī. Abnegación no significa un sueño profundo o algo así. Naturalmente la abnegación no termina en la modestia. La abnegación tiene un carácter dinámico. La abnegación significa darse y entregarse. ¿A qué? Al Centro: el Absoluto. Esa es la abnegación que se requiere de cada punto —de cada trabajador, de cada obrero—. Únicamente allí existirá la felicidad de la libertad. El trabajo y la energía utilizados por la inteligencia producirá algo. Un trabajo con necedad no conseguirá nada. Pero el dedicar nuestro trabajo gratuito a la inteligencia suprema, traerá lo mejor. De modo que, sin ningún hábito miserable, podemos dedicarnos y conseguir una amplia cualidad que ni siquiera podemos imaginar.
‘dāsa’ kari’ vetana more deha prema-dhana!

(Śrī Chaitanya-charitāmṛta: Antya-līlā, 20.37)
«Oh, Señor, por favor, acéptame como Tu esclavo y dame un salario de amor. Permíte adquirir verdadero amor por Ti, por los Tuyos y por todo lo que te pertenece. Concédeme amor de manera que pueda dedicarme a Ti más y más. Dame un salario en la forma de amor». Amor significa el espíritu de dar —el espíritu de distribución—. «Deseo como salario una intensa inspiración para distribuirme. No busco confort alguno, sino llegar a ser más dinámico. Deseo este salario: que mi capacidad para dar, incremente. Ese debe ser mi salario».
Prema significa darse, distribuirse: la tendencia a distribuirse uno. Entregarse y distribuirse. Sobre la base de la entrega, empieza la distribución: la tendencia a distribuirse uno. Entregarnos y distribuirnos. Sobre la base del entregarse, empieza el distribuirse.
‘dāsa’ kari’ vetana more deha prema-dhana!

(Śrī Chaitanya-charitāmṛta: Antya-līlā, 20.37)
¿Qué significa orar para obtener amor (prema)? Tú deseas algo, pero, ¿qué? Si lo analizas, descubrirás que es una intensa inspiración para entregarte a Él. Mā phaleṣu kadāchana: ahora el fruto se ha transfomado en amor, en más y más interés por servir. Este no es un fruto ordinario. Los Vaiṣṇavas desean servicio y más anhelo por el servicio. Ellos desean servicio y desean que el salario por el servicio sea una mayor riqueza y sinceridad fiel por el servicio.
Este es el universo que los Vaiṣṇavas han descubierto. A través de la revelación, desde lo alto, esto ha sido dado para la experiencia de los sentidos de los Vaisnavas. Existe una esfera con esa concepción, y si ustedes gustan, pueden ir a ella de esta manera. Existe un ámbito, una región, donde esas personas viven en esa abnegación. Si gustan de ser un residente de esa tierra, entonces, vengan. ¡Vengan!
La devoción calculativa se encuentra en la porción inferior de Paravyoma (el mundo espiritual), y más allá del cálculo, encontramos la devoción automática, en Goloka. Allí, no se puede calcular cuánto uno puede sacrificarse.
rādhā-mukunda-pada-sambhava-gharma-bindu–
nirmañchanopakaraṇī-kṛta-deha-lakṣām

(Śrī Lalitāṣṭakam: 1)
Un indicio de ese particular estándar se nos da en este verso. Cuando Lalitā Devī descubre una gota de sudor en los pies de Rādhā-Govinda, ella frenéticamente se ocupa en remover ese sudor: «¿Cómo llegó esto aquí? Los estamos circunvalando y viendo que en Su reino no venga a preocuparlos la mínima molestia. ¿Cómo es que, sin darnos cuenta, apareció este sudor?» Ella severamente se reprende y de inmediato desea tomar cien mil cuerpos para remover eso. Con esa fuerza se aproxima para remover de Sus pies esa gota de sudor, con esa ansia, sinceridad fiel y automaltrato. Si nota una mínima dificultad en el área de servicio, ella no la tolera de ninguna manera. Con muchísima sinceridad fiel, ella corre a servir.
sanātana, deha‑tyāge kṛṣṇa yadi pāiye
koṭi‑deha kṣaṇeke tabe chhāḍite pāriye

(Śrī Chaitanya‑charitāmṛta: Antya-līlā, 4.56)
Mahāprabhu dijo: «Estoy listo para morir miles de veces con el fin de obtener el servicio a Kṛṣṇa». Esto es la unidad que se usa en ese reino: la sinceridad fiel y el ansia por el servicio. El entregarse y distribuirse es de esa clase tan elevada y noble. Es inconcebible. Incluso el sacrificarse en sí no es nada realmente. Este es solo una unidad, y en ese plano sumamente desarrollado, la estructura está edificada sobre eso.
Referencia
De una plática del 2 de noviembre de 1981, en Śrī Nabadwīp Dhām.
(Publicado en «Gaudiya Darshan», en la página del SCSMath).

Traducción Jai Balai Prabhu

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