Sri Chaitanya Bhagavata, madhya kanda, capítulo tres.

Sri Chaitanya Bhagavata, madhya kanda, capítulo tres.

śrī-caitanya-bhāgavata grantha śuddha-bhakti-mata

El Śrī Caitanya-bhāgavata describe el proceso del servicio devocional puro.

kahe sadāśrī-bhaktivinoda

Así lo afirma siempre Srila Bhaktivinoda

nirantara pāṭha-phale kubuddhi yāibe ca’le

Por estudiar constantemente este libro, la mentalidad pecaminosa es destruida.

kṛṣṇa-preme labhibe pramoda

Para dar cabida al júbilo del amor extático por Krishna

Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati

***

Todas las glorias a Sri Guru y Sri Gauranga

Sri Chaitanya-bhagavata

de Srila Vrindavan Das Thakur

Sri Sri Guru Gaura Nityananda (Ekachakra Dham)

Madhya-khanda

 Capítulo tres

 Sri Mahaprabhu y Sri Nityananda se encuentran en Nabadwip

Todas las glorias al Señor Vishvambhar, el omnipotente Señor Supremo de todas las entidades vivientes. Él es el amado Señor de Nityananda Prabhu y Sri Gadadhar Pandit. Todas las glorias al Señor Chaitanya Mahaprabhu, a Advaita Acharya Prabhu y a todos los devotos puros del Señor quienes lo han capturado con su devoción impoluta.

Mi querido Señor Chaitanya, soy una persona muy desdichada y miserable, por favor, despierta en mí el humor de la devoción, y rescátame de este océano de nesciencia material.

Los devotos constantemente flotaban en olas de dicha trascendental al ver las manifestaciones de humor extático del Señor Chaitanya. Los devotos del Señor Chaitanya son tan queridos para Él como Su propia vida. Al cantar el nombre de Krisna, el Señor Chaitanya lloraba amargamente con un sentimiento de separación por el Señor. Abrazaba a Sus amados devotos quienes se reunían a Su alrededor, llorando en el éxtasis del amor por Krisna.

Los devotos, ocupados sin desviación en el servicio devocional, experimentaron Krisna-prema en la asociación del Señor Chaitanya. Incluso los corazones que eran como rocas se derritieron al ver las manifestaciones de éxtasis del Señor. Los devotos ya no encontraron interés en la riqueza, la familia y los hijos. Día y noche permanecieron al lado del Señor, cantando el nombre de Krisna.

Sri Gaurachandra estaba completamente absorto en el amor a Krisna. Él manifestó diferentes humores devocionales, encontrando inspiración en los temas que los devotos discutían. En la melosidad devocional de servidumbre, lloraba por horas como si la Madre Ganga hubiera descendido a través de Sus ojos. Luego, en un humor jovial, reía por horas. Cuando caía inconsciente, permanecía sin respirar por varias horas.

A veces, cuando estaba consciente de Su posición como la Suprema Personalidad de Dios, Él, con arrogancia diría: «Soy Él, soy Él, el Señor Supremo» y reía. «¿Dónde está ese anciano, Advaita Acharya, el que me trajo hasta aquí desde Mi morada espiritual? Yo satisfaré Su deseo y distribuiré Krisna-prema en cada hogar».

Al siguiente momento, el Señor gritaba: «¡Oh, Krisna; oh, mi amado Señor!», y llorando, Él ataba Sus pies con Sus largos mechones rizados.

Una vez, repitió un sloka del Srimad Bhagavatam dicho por Akrura mientras llegaba con el fin de llevarse a Krisna y Balaram a la ciudad de Mathura. Cayó al piso como una vara ofreciendo Sus reverencias, como si fuera Akrura. Absorto en el trance extático, dijo: «Oh, Nanda, llevemos a Krisna y Balaram a la ciudad de Mathura para ver los grandes festivales en el palacio donde ellos ejecutan el sacrificio dhama-yajña». De este modo, el Señor Chaitanya exhibió muchísimos humores extáticos. Esto les proporcionaba ilimitada dicha a todos los devotos allí presentes.

Un día, el Señor escuchó los Pasatiempos de Krisna en Su Encarnación como un jabalí, el Señor Varaha. Rugiendo, corrió hacia la casa de Murari Gupta. El Señor Chaitanya tenía un especial afecto por Murari Gupta, así como el Señor Ramachandra tenía un especial afecto por Hanuman. Cuando el Señor Gaurachandra llegó a la casa de Murari Gupta, este lo recibió con gran respeto, ofreciendo reverencias a Sus pies de loto. El Señor pasó apresurado, gritando: «¡Varaha, Varaha!»

Murari Gupta se quedó mudo, mirando todo a su alrededor. El Señor entró al templo del Señor Visnu y vio una hermosa vasija de agua en un rincón. Justo en ese momento, Él tomó la forma del Señor Varaha. Absorto en este humor, levantó la vasija de agua con Sus colmillos, gruñendo fuerte como un jabalí, y parado en cuatro patas.

El Señor le ordenó a Murari Gupta: «¡Ofréceme oraciones, Murari!» Murari permanecía pasmado. Asombrado por esta extraordinaria visión, ninguna palabra salía de su boca. Entonces, el Señor dijo: «Habla, Murari, habla, no tienes que temer. ¿No conoces Mi suprema identidad?»

Temblando de temor, Murari suplicó al Señor diciendo: «¡Oh, Señor! Solo Tú conoces Tus glorias y cómo glorificarte. El Señor Ananta Sesa, quien sostiene la creación entera en una sola de Sus capuchas, ha manifestado miles de bocas para glorificarte, con todo, reconoce que no ha encontrado el límite de Tus glorias. ¿Quién tiene más capacidad de glorificarte que Ananta Sesa? El universo material entero obedece las instrucciones de los Vedas, pero esos mismos Vedas son incapaces de revelar por completo Tu naturaleza trascendental, absoluta. Hemos escuchado que hay un número ilimitado de universos en esta creación material y todo ellos emanan de los poros de Tu cuerpo trascendental.

»Eres el enteramente independiente Autócrata Supremo, y siempre eres dichoso. ¿Cómo es posible para la limitada literatura védica describir los pasatiempos, los cuales llevas a cabo conforme con Tu propia dulce voluntad? Por lo tanto, oh, Señor, solo Tú te conoces completamente, y otros pueden conocerte solo si Tú te revelas a ellos por Tu misericordia sin causa. ¿Qué capacidad tengo yo para ofrecerte oraciones y glorificarte?» Diciendo esto, Murari Gupta cayó postrado en el piso, ofreciendo reverencias al Señor.

El Señor Varaha estaba complacido con las palabras de Murari Gupta. Luego, expresando su enfado con las literaturas védicas, habló en voz alta: «¡Los Vedas tienen el descaro de decir que no tengo manos, ni piernas, ni boca, ni ojos! Hay un malicioso sannyasi que vive en Kasi, quien enseña esto a sus estudiantes. Ese sinvergüenza trata de mutilar Mi forma trascendental. Estudia los Vedas y lo enseña a otros, pero no acepta Mi forma trascendental. Como resultado de esa blasfemia fue atacado por la temible enfermedad de la lepra, pero él no entiende la razón de esta aflicción.

»Yo soy el Señor de todos los sacrificios, el Supremo Señor Visnu. No hay imperfecciones en Mi forma trascendental. El Señor Brahma y el Señor Shiva siempre están ocupados en glorificar Mis supremas y trascendentales posición y naturaleza. Un simple contacto con Mi cuerpo puede espiritualizar y purificar todo. Pero ese sinvergüenza es tan insolente que proclama que Mi trascendental forma es no existente. Escucha atentamente Mi opinión, Murari Gupta, te revelaré eso que no está manifiesto ni siquiera en los Vedas.

»Yo acepté la Encarnación de Varaha para levantar al mundo material de entre las aguas de la nesciencia. El propósito de Mi presente Encarnación es propagar el canto congregacional de los Santos Nombres de Krisna. En esta Encarnación, como en otras Encarnaciones, aniquilaré a los malvados para la protección y placer de Mis devotos. No puedo tolerar que Mis devotos sean amenazados y torturados. Incluso mataría a Mi propio hijo para proteger a Mis amados devotos. ¡Esto no es una mentira, Murari!

»Escucha atentamente. En Mi Encarnación como jabalí, cuando levanté la Madre Tierra, ella quedó fecundada por Mi contacto. Ella dio nacimiento a Mi hijo, llamado Naraka, quien era muy fuerte y poderoso. Yo le di a él toda instrucción religiosa. Él se convirtió en un rey muy poderoso y protegió obedientemente a los semidioses, bráhmanas, maestros espirituales y devotos. Sin embargo, la mano del destino cambió todo. Debido a la influencia y a la mala asociación con el Rey Bana, él se volvió un criminal y fue cruel con los devotos. Cualquier agresión o violencia hacia Mis devotos es completamente intolerable para Mí, de modo que Yo maté a Mi hijo para proteger a Mis devotos. Te revelo estos asuntos confidenciales a ti pues has estado ocupado en el servicio a Mí en muchos nacimientos».

Murari Gupta quedó abrumado por la presencia y la narración del Señor, y lloró con alegría. ¡Todas las glorias a Sri Gaurachandra y Sri Murari Gupta! ¡Todas las glorias al Señor Varahadev, el protector de Sus devotos!

De este modo, el Señor Chaitanya fue a las casas de todos Sus devotos y, por Su misericordia sin causa, les reveló Su verdadera suprema identidad. Los devotos y sirvientes reconocieron a su Señor Supremo y su corazón quedó colmado de dicha extática. Ahora se habían vuelto intrépidos y no se preocuparon de los ateos. Fueron a todas partes, a todo lugar público y cantaron el nombre de Krisna, fuertemente. Día y noche, los devotos pasaron su tiempo con el Señor, cantando y recitando el Santo Nombre del Señor Krisna.

Solo el Señor Nityananda Prabhu no estaba, y esto entristecía al Señor Gaurachandra. El Señor Vishvambhar constantemente pensaba en el Señor Nityananda. Encontrarse separado de Él se volvió insoportable. El Señor Vishvambhar sabe que el Señor Nityananda es el Señor Supremo, Ananta Vasudev. Yo aprovecharé esta ocasión para describir algunos de los hechos trascendentales acerca del nacimiento, las actividades, etc. del Señor Nityananda.

El Señor Supremo, Nityananda Prabhu, hizo Su aparición en la aldea de Ekachakra en Radhadesh. Sri Nityananda, quien es el Señor Haladhar, Balaram, adoraba al Señor Maudesvar, el Señor Shiva, en su forma de linga. Este templo se encuentra situado cerca de Su lugar de nacimiento.

Los padres del Señor Nityananda era sumamente piadosos. Su padre, Hadai Pandit, era un bráhmana muy erudito, muy compasivo y desapegado de la vida material. Su madre, Srimati Padmavati, era una dama muy piadosa y casta. Ella era una gran devota, y la Madre Universal. El Señor Nityananda Ray era el hijo mayor de la familia. Todos estaban cautivados por Su belleza. Ya describí con detalles Sus pasatiempos infantiles en la primera porción de este libro, así que, por ahora, solo daré indicios, de lo contrario este libro se volvería muy voluminoso.

El Señor Nityananda pasó algunos años llevando a cabo Sus pasatiempos infantiles en la casa de Hadai Pandit. El Señor decidió dejar el hogar, pero no podía cortar los lazos de afecto con Su madre y no quería verla sufrir. Los padres no podían vivir por un momento sin ver al Señor Nityananda. Incluso si Nitai estaba un momento fuera de la vista de Sus padres, ese instante parecería como un yuga.

Hadai Pandit nunca iba a ninguna parte sin su hijo. Cuanda Hadai Pandit iba a hacer su trabajo, como ir a los campos, asistir a los peregrinos o ir de compras, el Señor Nityananda siempre lo acompañaba. Si por casualidad, el Señor iba detrás de Hadai Pandit, Su preocupado padre miraría repetidamente hacia atrás para ver si el Señor continuaba siguiéndolo o no.

Los que eran padres de familia a menudo lo abrazaban y acariciaban, y el suave cuerpo del Señor, que era como mantequilla, se fundiría con el cuerpo de ellos. Para Hadai Pandit más querido que su propia vida era el Señor Nityananda. El Señor Supremo es la Superalma, por lo tanto, conocía todos los deseos de Su padre, y así permanecía en el hogar para hacerlo feliz.

Un día, por una disposición divina, un sannyasi visitó la casa del Señor Nityananda. Hadai Pandit le dio la bienvenida y lo atendió muy bien, con gran satisfacción. El padre del Señor Nityananda pasó toda la noche con el sannyasi, hablando acerca de Krisna y Sus Pasatiempos. En la mañana muy temprano, mientras se estaba preparando para partir, el sannyasi le dijo al padre de Nityananda: «Tengo una petición». Hadai Pandit contestó: «Tendrá lo que desee». El sannyasi dijo: «Me encuentro en un peregrinaje, y no tengo un buen bráhmana como acompañante. Deme por unos cuantos días a su hijo mayor para que sea mi compañía. Lo protegeré y lo cuidaré con mi vida, y su hijo podrá aprender de los muchos lugares de peregrinaje que visitemos».

Las palabras del sannyasi perturbaron enormentemente a Hadai Pandit, quien era un bráhmana puro y piadoso. Lleno de preocupación, se sintió impotente y pensó: «El sannyasi ha pedido como caridad mi propia vida, y siento que si rehuso entonces me veré arruinado. Previamente, grandes personalidades ofrecieron incluso sus vidas para satisfacer el deseo de un sabio o un renunciante. En los Puranas, leímos que para Dasarath, el Señor Ramachandra era más querido que su propio ser. Una vez, el sabio Visvamitra le pidió en caridad a Dasarath que permitiera que su hijo, Ramachandra, fuera con él. Era muy doloroso para Dasarath estar separado de su hijo, el Señor Ramachandra, sin embargo, él no se rehusó. Siento que me encuentro en la misma situación difícil. ¡Oh, Señor Krisna, por favor, guíame y protégeme en este dilema! Por una disposición divina, tengo que tomar la posición de Dasarath y mi hijo está tomando la posición del Señor Ramachandra, de otro modo, ¿por qué todo esto ocurre en torno a mi hijo? Además, Nitai posee ese aspecto de desapego material».

Hadai Pandit fue adentro para consultar con su esposa. La casta Padmavati, la Madre Universal, escuchó todo de Hadai Pandit y dijo: «Lo que tú decidas, mi señor, es también mi decisión». Hadai Pandit fue al sannyasi y puso a su hijo bajo su custodia. Él se quedó allí, abatido, con su cabeza colgando, y el Señor Nityananda se fue con el sannyasi. De esa manera, el Señor Nityananda pudo dejar Su hogar.

Tan pronto como el Señor Nityananda se fue, Hadai Pandit se derrumbó en el suelo, inconsciente. Él lloró amargamente en separación de su amado hijo y Señor. Su lastimoso llanto pudo incluso derretir un corazón de piedra. Inundado de un intenso amor en separación del Señor, Hadai Pandit parecía encontrarse en un estado de conmoción total. Él andaba como una estatua. La gente decía: «Hadai Pandit ha enloquecido». Por tres meses Hadai Pandit dejó de comer. Sin embargo, a diferencia de los seres humanos ordinarios, no murió ni se puso demacrado. Permaneció vivo mediante su apego al Señor Supremo.

En esta situación, una persona pudiera preguntar porqué el Señor se fue de Su casa donde era tan amado. La respuesta correcta a esa pregunta es que el Señor Visnu y Sus devotos, los Vaisnavas, poseen ilimitadas potencias, es decir, sus actividades son inconcebibles.

El Señor Kapila, colmado de conocimiento trascendental, abandonó Su hogar y su madre viuda para salvar a la creación entera. Srila Sukadev Goswami, sin mirar hacia atrás, se marchó de casa y abandonó a su padre, que no era otro que el gran Vaisnava Vyasadev.

Incluso una maravillosa y afectuosa madre como Sachi tuvo que perder a su hijo, quien es la joya principal de los sannyasis, y se quedó sola. La renunciación en la plataforma espiritual no es como la renunciación ordinaria. ¿Quién puede entender esto? El Señor lleva a cabo esos Pasatiempos para la liberación de todas las entidades vivientes. Esa es la misericordia sin paralelo del Señor. La conmovedora historia de como el Rey Dasarath fue separado de Su amadísimo hijo, el Señor Ramachandra, quien fue al bosque, produce lágrimas en los ojos incluso en un comedor de carne.

Después de dejar Su hogar, el Señor Nityananda viajó, despreocupado y feliz, a muchos lugares de peregrinaje. Él visitó Gaya, Kashi, Prayag, Mathura, Dvaraka, Badarikashram y muchos lugares más. Visitó el lugar de Aparición del Señor Buda, y desde allí, fue a la cueva de Vyasadev. En el Sur, visitó el templo del Señor Ranganath, en el extremo de la India, donde el Señor Ramachandra había construido el puente para cruzar hacia Sri Lanka. Luego, fue a las Colinas Malaya. Viajó a través de bosques solitarios, libre de temor. También visitó Gomati, Gandaki, Saryu y Kaveri, Ayodhya, Dandakaranya, Trimalla, Vyekatanath, Sapta-Godavari, la morada del Señor Shiva. En Kanya-kumari, visitó el templo. Luego, visitó el Río Reva, Mahismati, Malla-tirtha y Haridvar, donde el Ganga había descendido en tiempos antiguos.

Sus viajes finalmente lo llevaron a Mathura. Visitó Gokul, el lugar donde Él había aparecido en Su encarnación previa como el Señor Balaram. Él rugió con extática emoción, pero nadie pudo reconocerlo como el Señor original, Ananta Sesa. En Vrindavan, Se sintió como un muchachito, jugando con la arena de Vrindavan y rodando sobre el suelo. Este sentimiento vivía constantemente en Él. Ni siquiera pensaba en comer, solo quería rodar y jugar en el polvo de Vrindavan. Nadie pudo entender el humor interno del Señor Nityananda. Él simplemente se mantenía con el néctar del intercambio amoroso con Krisna. En raras ocasiones bebió un poco de leche, e incluso entonces únicamente si alguien la había ofrecido sin haberla solicitado.

Mientras el Señor Nityananda vivía de esa manera en Vrindavan, el Señor Gaurachandra revelaba Su suprema identidad a los devotos de Nabadwip y se ocupaba continuamente en el canto congregacional del Santo Nombre con gran éxtasis. En la ausencia del Señor Nityananda Prabhu, Sri Gaurachandra sentía una gran carencia. El Señor Nityananda había estado esperando en Vrindavan a que el Señor Chaitanya revelara Sus Pasatiempos de sankirtan; por lo tanto, tan pronto como Él comprendió que el Señor Chaitanya había empezado Su movimiento de sankirtan, de inmediato vino a Nabadwip y permaneció en la casa de Sri Nandana Acharya.

Nandana Acharya era un devoto muy excelso y se sintió muy feliz de que el Señor Nityananda se quedara en su casa. El Señor poseía un gran cuerpo que era muy refulgente, brillante como el sol, y vestía las ropas de un renunciante ambulante. Día y noche, cantaba el Santo Nombre del Señor Krisna y siempre era grave y autocontrolado. El Señor Nityananda es la Inigualable Suprema Personalidad, no diferente del Señor Chaitanya. Absorto dentro de Sí, a menudo rugía tan fuertemente como un león, pues Él es la directa manifestación del Señor Balaram. Su hermosa resplandeciente cara sin dificultad derrotaría el resplandor de millares de brillantes lunas llenas. Su sonrisa lucía encantadora y dulce en Sus exquisitos labios; blancos y radiantes eran Sus dientes, en comparación con los cuales una perla lucía como un desechado y desteñido pedazo de vidrio. Sus grandes y lánguidos ojos robaron el tinte rosado del matutino sol naciente. Sus brazos eran largos y llegaban hasta Sus rodillas, y Él poseía un pecho robusto y amplios hombros. Sus pies de loto eran suaves, y Su paso era gracioso. Él se dirigía a todos con amables palabras, las cuales cortaban las ataduras del apego material dentro del corazón.

Todos los devotos dieron la bienvenida, con gritos de júbilo, a la llegada del Señor Nityananda a Nabadwip. ¿Quién puede describir las ilimitadas cualidades del Señor Nityananda Prabhu, el único que tuvo la potencia de romper la vara de sannyas del Señor Chaitanya? El Señor Nityananda es tan misericordioso que quienquiera que cante Su Nombre se purifica. Incluso un burdo materialista, un ignorante o una persona caída, puede cruzar por encima de este océano de nesciencia materialista, si simplemente canta el nombre del Señor Nityananda. Su Santo Nombre es capaz de purificar toda la creación material. Nandana Acharya Prabhu se sintió más que feliz que el Señor Nityananda se quedara en su casa, y cuidó de Él con suma atención.

Quienquiera que escuche los Pasatiempos de la llegada del Señor Nityananda a Nabadwip será bendecido con Krisna-prema. El Señor Vishlvambhar escuchó de la llegada del Señor Nityananda a Nabadwip, y sintió internamente un gran júbilo. Previamente, el Señor Chaitanya había dado indicaciones a los Vaisnavas acerca de la llegada del Señor Nityananda, pero ellos no pudieron entender lo que significaba. El Señor les había dicho: «Una gran personalidad llegará a Nabadwip dentro de unos cuantos días».

El Señor Gaurachandra adoró al Señor Visnu en Su templo, y luego rápidamente fue a reunirse con todos los devotos. Él les dijo: «Anoche tuve un sueño maravilloso. Una cuadriga llegó y se detuvo frente a Mi puerta. La bandera de la carroza tenía una hoja de palma dibujada en ella. Esa carroza estaba destinada a transportarlo a uno desde esta existencia material temporal hasta la realidad absoluta. Dentro de la carroza había una figura colosal, llevaba un arado sobre Sus amplios hombros y se movía como si estuviera inquieto. En Su mano izquierda llevaba la vasija para agua de un renunciante, la cual estaba envuelta por juncos de caña. Su ropa exterior e interior era azul. Había un hermoso arete en Su lóbulo izquierdo. Toda Su apariencia y comportamiento indicaba que Él era el Señor Balaram. Al hablar, Él repitió una pregunta por lo menos diez o veinte veces, diciendo: “¿No es esta la casa de Nimai Pandit?”

»Nunca antes vi a un mendicante que luciera tan extraordinario. Sentí un gran respeto por esa persona y le pregunté: “Veo que eres una gran personalidad. ¿Quién eres?” Sonriendo, Él contestó: “Soy Tu hermano. Mañana llegaremos a conocernos”. Sus palabras incrementaron Mi regocijo y empecé a sentir que Él y Yo eramos la misma persona».

En medio de la narración, el Señor cayó en un trance extático y entrando en el humor del Señor Balaram, empezó a gritar fuertemente: «Tráiganme vino, tráiganme vino». Su voz como de trueno parecía hacer estallar los tímpanos. Srivas Pandit dijo: «Querido Señor, por favor, escucha. ¡Ese vino que Tú deseas solo será recibido de Ti; por lo tanto, misericordiosamente distribuye ese vino de modo que Tú y todos participen de su éxtasis!»

Los devotos, un poco temerosos y temblando ante el aparentemente incontrolado humor del Señor, se quedaron a cierta distancia de Él, pensando para sí mismos: «Ciertamente, debe haber una gran razón para esta manifestación».

Con los ojos enrojecidos, el Señor recitó breves poemas y baladas líricos. Sonriendo, Él, gentil y rítmicamente meció Su cuerpo como el Señor Sankarsan, Balaram. Después de un rato, el Señor recobró Su ser normal. Entonces, Murari Gupta, el amado devoto y amigo del Señor Ramachandra, empezó a explicar el significado interno del sueño del Señor: «Mi sentir es que Tu sueño indica que una gran personalidad ha llegado a Nabadwip. Hace unos días, ya habías dicho que pronto conoceríamos una gran personalidad». Entonces, el Señor le dijo a Srila Haridas Thakur y a Srivas Pandit: «Vayan y hallen a esa gran personalidad».

Bajo la orden del Señor Chaitanya, los dos grandes fieles espirituales salieron y caminaron por Nabadwip, buscando. En el camino, ellos discutieron: «Tal vez Sankarsan, Balaram, ha llegado». Ellos fueron y miraron por todas partes con gran felicidad, pero no hallaron un simple rastro de la persona que buscaban. Después de nueve horas de intensa búsqueda, regresaron. Humildemente presentaron su reporte al Señor: «No pudimos encontrarlo en ningun parte. Miramos en todas partes. Visitamos a los Vaisnavas, hablamos con los sannyasis y visitamos a todos los casados —incluso fuimos a las casas de los ateos y mayavadis—. Sin embargo, no tuvimos éxito. Buscamos en cada casa de Nabadwip. Las únicas casas que no vimos fueron las que se encuentran en las afueras de Nabadwip».

El Señor Gaurachandra sonrió, indicando que el Señor Nityananda era una personalidad muy misteriosa.

En la presente Encarnación del Señor como Sri Krisna Chaitanya, algunas personas quieren glorificar al Señor Chaitanya, pero rehúsan glorificar al Señor Nityananda Prabhu. Ese grave pecado es similar a adorar al Señor Krisna, Govinda, pero no respetar al Señor Shiva, Shankara. Una persona tan abominable seguramente será condenada a los eternos sufrimientos infernales. La Encarnación del Señor Nityananda es muy misteriosa y confidencial. Es imposible que cualquiera lo vea, a menos y hasta que el Señor Chaitanya Mismo revele este secreto. El progreso espiritual de cualquiera que no respeta al Señor Nityananda por ignorar Su sublime posición trascendental se verá inevitablemente arruinado, aunque superficialmente ese blasfemo haya logrado el servicio devocional al Señor Sri Visnu.

Los devotos puros tales como Srivas Pandit y Haridas Thakur poseen plenamente ese oculto entendimiento, pero, por una misteriosa razón no pudieron encontrar a Nityananda Prabhu. Entonces, el Señor Chaitanya, riendo afablemente dijo: «Vengan Conmigo, y encontrémosle». Todos los devotos manifestaron su júbilo y cantaron: «¡Jaya Sri Krisna!», mientras acompañaban al Señor.

El Señor llevó directamente a todos los Vaisnavas a la casa de Nandana Acharya. Dentro de la casa, vieron a una gran personalidad —brillante como un millón de soles—. Sin una propia visión espiritual uno no puede ver al Señor Nityananda. Había una permanente dulce sonrisa en Sus labios; Él estaba dichosamente absorto meditando en el Señor Chaitanya Mahaprabhu. Viendo su imponente personalidad espiritual, el Señor Vishvambhar, junto con todos los devotos, ofrecieron sus postradas reverencias. El Señor Vishvambhar se paró al frente de todos los Vaisnavas, directamente ante el Señor Nityananda, quien de inmediato reconoció al Señor Vishvambhar como el amado Señor de Su corazón.

El Señor Vishvambhar se miraba muy hermoso, incluso más hermoso que Cupido mismo. Una fragante guirnalda de flores colgaba de Su cuello. Su cara estaba decorada con pasta de sándalo y llevaba finas ropas. ¿Qué es el deslumbrante oro comparado con el halo del Señor? La luna llena pierde interés en su propia belleza y anhela ver la resplandeciente cara del Señor.

¡Cuán encantadores lucen Nityananda y el Señor Gauranga mientras caminan por Nabadwip, con los devotos, cantando el Santo Nombre de Hari! ¿Qué es el lustre y el valor de las perlas comparados con los dientes del Señor? Uno seguramente pierde la cabeza al ver Su atado y hermoso cabello negro en cascada. Junto a los rosados y graciosos ojos de loto del Señor, la belleza de todos los otros lotos se desvanece y parece desaparecer. Sus largas manos llegan hasta Sus rodillas y la delgada línea de Su cordón de bráhmana cuelga libremente a través de Su amplio pecho. Un fino y perfecto tilak decora Su amplia frente. Sin joyería o adorno alguno, cada parte de Su hermoso cuerpo luce espléndido y cautivador. ¿Qué son el brillo de millones de gemas preciosas comparadas con Sus deslumbrantes uñas?

¿Qué utilidad puede tener la ambrosía cuando veo la dulce sonrisa que se manifiesta en los labios de mi Señor?

El Señor Sri Krisna Chaitanya y el Señor Nityananda Prabhu son mi vida y alma. Yo, Vrindavan Das, humildemente ofrezco este canto a Sus pies de loto.

 

Traducción al español

Sri Chaitanya Saraswati Sridhar Govinda Sevashram de México, A. R.

(Jai Balai Das)

 

Sri Chaitanya Bhagavata, madhya kanda, capítulo dos.

sri-chaitanya-bhagavata-madhya-khanda-capítulo-cuatro/

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