Sri Chaitanya Bhagavata, Antya khanda 2

Sri Chaitanya Bhagavata, Antya khanda 2

śrī-caitanya-bhāgavata grantha śuddha-bhakti-mata

El Śrī Caitanya-bhāgavata describe el proceso del servicio devocional puro.

kahe sadāśrī-bhaktivinoda

Así lo afirma siempre Srila Bhaktivinoda

nirantara pāṭha-phale kubuddhi yāibe ca’le

Por estudiar constantemente este libro, la mentalidad pecaminosa es destruida.

kṛṣṇa-preme labhibe pramoda

Para dar cabida al júbilo del amor extático por Krishna

Srila Bhaktisiddhanta Sarasvati

***

Todas las glorias a Sri Guru y Sri Gauranga

Sri Chaitanya-bhagavata

de Srila Vrindavan Das Thakur

Sri Sri Guru Gaura Nityananda (Ekachakra Dham)

 

Antya-khanda

Capítulo dos

Sri Chaitanya llega a Jagannath Puri

Toda victoria a Sri Gauranga, quien es como una luna, la vida y alma de todas las

entidades vivientes. Él es el temor personificado para los malhechores y es el protector de

los virtuosos.

Todas las glorias al Señor y Amo de Sri Ananta Shesha, Sri Laksmi Devi, el Señor

Brahma y el Señor Shiva. Él es el océano de la compasión, amigo del caído y del miserable,

y el mejor entre los renunciantes sannyasis.

Todas las glorias al Señor y Sus devotos puros. Yo simplemente oro para que muestre

Su misericordia sobre mí de modo que pueda reposar mi mente por siempre en Sus pies de

loto.

El Supremo Señor Sri Gaurasundar exhibió maravillosos Pasatiempos en la casa de Sri

Advaita Acharya en Sri Shantipur, revelando de ese modo la ilimitada mística y el carisma

de Su propia personalidad trascendental. Pasó la noche ocupado en Krisna-katha con sus

devotos Vaisnavas, experimentado gran dicha y alegría.

En la mañana, después de completar Sus diarios deberes espirituales, se sentó rodeado

de Sus devotos, quienes no habían sentido el transcurrir de la noche. Sri Chaitanya dijo:

«Estoy yendo a Nilachala Puri, pero no se sientan tristes de pensar que los dejo. Beberé el

néctar de la hermosa cara de Sri Jagannath, la cual es como una luna, y regresaré pronto

para estar de nuevo con ustedes. Regresaré a sus hogares y me ocuparé en un continuo

kirtan. Cada uno de ustedes es mi propio ser y ustedes son mis compañeros, vida tras vida».

Los devotos contestaron: «Mi querido Señor, ¿quién tiene el poder para ir en contra de

Tus deseos; sin embargo, te informamos que los tiempos son malos, llenos de peligro, y

nadie se atreve a viajar en esa dirección. Existen una creciente enemistad entre los dos

reinos, Bengala y Utkala, y las fronteras están infestadas de guerreros sanguinarios. De

modo que oramos para que te quedes aquí mientras la tensión desaparece».

A esto, el Señor Supremo, Sri Chaitanya contestó: «Aunque haya peligro de cualquier

magnitud, Yo ciertamente voy a ir, esto se los digo». Sri Advaita Acharya entendió la

mente de Sri Chaitanya y supo que nadie lo podía disuadir de ello. Con las palmas de las

manos juntas, Sri Advaita empezó a hablar: «¿Quién se atreve a obstruir Tu camino? Todo

así llamado impedimento y peligro es el portador de Tu orden. Nadie posee el poder de

detenerte. Has resuelto viajar a Nilachala, así que Tu viaje será una fuente de alegría y Tú

puedes partir a Tu propia dulce voluntad».

Sri Chaitanya se sintió complacido al escuchar la verdad dicha tan llanamente por Sri

Advaita y, sintiendo gran satisfacción, cantó el santo nombre de Hari. Sin perder tiempo, el

Señor Supremo comenzó Su auspicioso viaje, despidiéndose de Sus seres queridos.

Mientras caminaba hacia Nilachala, Su andar era como el de un león enloquecido, en

acecho.

Los devotos, sintiéndose completamente privados, fueron tras Él incapaces de frenar sus

lágrimas por la separación. A una distancia, Sri Gaurasundar les dijo dulcemente: «No

permitan que esta pena oprima su corazón. Nunca podría vivir sin ustedes. Siempre estoy

con ustedes. Canten el Santo Nombre sentados en su hogar mientras Yo me encuentro

afuera; muy pronto regresaré».

El Señor Supremo abrazó a todos los Vaisnavas de manera individual y los bañó con la

cascada de Sus lágrimas de amor. Después de confortarlos así con Su divina dulzura, se

dirigió hacia el Sur. Los Vaisnavas, afectados por el amor de Él, lloraron lastimosamente en

la separación cayendo repetidas veces al suelo con el corazón impactado. La escena parecía

la misma como cuando Krisna fue llevado de Vrindavan a Mathura y todas las jóvenes

doncellas pastorcillas de vacas quedaron ahogadas en un vasto océano de aflicción. Los

Vaisnavas se las arreglaron para contener la agonía de verse separados de Sri Chaitanya de

la misma manera que las Gopis, quienes continuaron su vida cuidando sus corazones rotos.

Estando compuestas de pura bondad espiritual, vishuddha-sattva, las emociones

trascendentales reveladas en los Pasatiempos de Sri Krisna y Sus asociados no son

diferentes en cualidad espiritual de las emociones manifestadas en los Pasatiempos de Sri

Chaitanya y Sus devotos. Ellas son de la misma naturaleza espiritual y son puramente

trascendentales.

Uno siempre debe recordar que la cuestión de la vida y la muerte se encuentra

enteramente en las manos del Señor Supremo, Sri Krisna. Él decide si uno debe vivir aún

después de tomar veneno, y Él decide si uno debe morir aún después de beber el néctar de

la inmortalidad.

En este viaje a Nilachala, Sri Gaurasundar estaba acompañado por Sri Nityananda

Prabhu, Sri Gadadhar Pandit, Sri Mukunda, Sri Govinda, Sri Jagadananda Pandit y Sri

Brahmananda. El Señor Supremo, deseando poner a prueba a Sus seguidores, preguntó:

«¿Alguien entre ustedes trajo algo consigo para este viaje? Díganlo francamente». A esto,

ellos respondieron: «Mi querido Señor, sin Tu permiso, ¿cuál de nosotros se atrevería a

traer algo?» El Señor se sintió sumamente contento con su respuesta.

Luego, el Señor habló, definiendo la importancia de esta pregunta aparentemente simple.

Él dijo: «Me han hecho muy feliz por no traer nada con ustedes. Cada uno está sujeto a

disfrutar solo lo que tiene destinado. Incluso si él está en el bosque, eso que merece lo

encontrará mediante el destino. Si la Providencia desea que alguien se quede sin alimentos,

entonces, incluso si es un príncipe, tendrá que ayunar. La despensa del príncipe puede estar

llena de comida, pero si el Señor así lo desea, él no comerá. Puede que repentinamente

entre en discusión con alguien y que por ira se rehuse a comer y permanezca abatido. Puede

también, sin aviso, verse atacado por una fiebre alta, en cuyo caso no hay cuestión de

comer algo. En verdad, todo esto sucede por la dulce voluntad del Señor. El universo entero

es la bodega de Krisna que se encuentra llena de granos y comestibles. Si el Señor lo desea,

podemos conseguir comida en cualquier y todas partes».

El Señor Supremo, como Sri Gaurasundar, estaba instruyendo personalmente a cada uno

acerca de la Verdad Absoluta y de la correcta actitud hacia Krisna. Aquellos que aceptan

Sus palabras con fe, guardándolas en su corazón, experimentan inmensa alegría. Los

esfuerzos del alma, la jiva, nunca cosecharán frutos a menos que el Señor Supremo los

sancione. Uno puede tratar muy cuidadosamente de hacer algo, pero el resultado del

esfuerzo depende completamente de la voluntad del Señor.

Enseñando a los devotos conocimiento espiritual y hablando todo el camino, el grupo de

Sri Gaurasundar llegó a la aldea de Atisara. Un erudito muy avanzado y devoto puro, Sri

Ananta Pandit, vivía en esa aldea, y el Señor decidió permanecer en su residencia. Me

siento incapaz de describir el grado de su buena fortuna.

Sri Ananta Pandit era un alma sumamente magnánima y santa. La presencia del Señor en

su casa lo regocijó tanto que se olvidó de aquello que lo rodeaba. Alegrado por la llegada

del Señor y Amo de Vaikuntha y de tenerlo en su casa como huésped, felizmente se ocupó

en preparar excelentes alimentos para el Señor y Sus devotos. Sri Gaurasundar y Sus

seguidores se sentaron y honraron el prasadam cocinado. De esta manera, el Señor les

instruyó a todos como llevar la vida de un sannyasi mendicante por subsistir de limosnas.

A lo largo de la noche, el Señor llevó a cabo kirtan y habló Krisna-katha, bendiciendo

de esa manera el hogar de Sri Ananta Pandit. La siguiente mañana, después de bendecir con

Su misericordiosa mirada a Ananta Pandit, el Señor reanudó Su viaje con el nombre de

Krisna continuamente vibrando en Sus labios.

Cuandos los aldeanos vieron la compasiva cara de luna del Señor, la cual era un bálsamo

refrescante para todas las tribulaciones, ellos de manera espontánea empezaron a repetir el

Santo Nombre del Señor. El insoportable calor de la existencia material que abrazaba sus

vidas cesó mientras ellos cantaban continuamente los Santos Nombres de Krisna. Los

yoguis se hunden en una larga y ardua meditación encontrando prácticamente imposible

obtener el darshan de los pies de loto del Señor dentro de su corazón, con todo, ahora

incluso personas ordinarias pudieron sin reservas ver la ilimitada belleza del Señor mientras

iba en Su viaje.

El Señor siguió el curso del Jahnavi-Ganga, sintiendo gran regocijo mientras caminaba a

lo largo de su sagrada ribera. Pronto llegó a Chatrabhoga, donde Ganga Devi se divide en

cientos de arroyos derramando bendiciones y alegría sobre todos. También situado allí se

encuentra un famoso balneario conocido como Ambulinga-ghata. El Señor Shiva se

encuentra presente allí en su forma de un linga sumergido, forma conocida como

“Ambulinga en el agua’. Ahora narraré la historia de cómo el Señor Shiva recibió este

sobrenombre. Tengan la bondad de prestar atención.

En el pasado distante, el Rey Bhagiratha adoró a Ganga Devi, llamándola para que

apareciera en este mundo, ya que sus aguas eran el único medio para devolverle la vida a

sus ancestros. Cuando Ganga Devi accedió y comenzó a fluir hacia la Tierra, el Señor

Shiva, sintiendo la ausencia de Ganga Devi, empezó a anhelar su asociación;

eventualmente, el Señor Shiva descendió a la Tierra y en el curso de buscar a Ganga Devi

llegó a Chatrabhoga. Viéndola, Shiva se regocijó e incapaz de soportar más el tormento de

la separación, entró en sus aguas.

Ganga Devi al ver al Señor Shiva empezó a adorarlo con gran devoción, ofreciéndole

oraciones con profunda reverencia. El Señor Shiva conoce la profundidad de la devoción de

Ganga Devi y su apego por el Señor, y Ganga Devi es consciente de la sumamente elevada

posición del Señor Shiva en el Krisna-prema. Mediante el contacto con el agua del Ganga,

el Señor Shiva se convirtió en agua y deseó permanecer así sumergido dentro de ella.

Similarmente, Ganga Devi también estaba feliz que él permaneciera en ese lugar y así lo

adoró con humildad. Desde ese entonces, el lugar se volvió famoso como Ambulinga-

ghata.

La aldea de Chatrabhoga es realmente un lugar muy sagrado de peregrinaje por la

presencia del Señor Shiva y de Sri Ganga Devi. Sin embargo, con la visita de Sri

Gaurasundar, su significancia y gloria trascendental incrementaron ilimitadamente, ya que

Él ha dejado la impresión de Sus pies de loto sobre este venerado suelo. El Señor Chaitanya

se puso muy extático al ver los cientos de arroyos de Ambulinga y Ganga Devi.

Cantando fuertemente el nombre del Señor Hari, Sri Chaitanya abrazó a Nityananda y

ambos cayeron desmayados en el suelo. El tumultuoso canto de los Santos Nombres por los

Vaisnavas reunidos desgarró el aire. Emocionados con alegría espiritual, dirigidos todos

por el Señor Mismo se bañaron en las santificadas aguas de Ganga Devi en el “Ambulinga-

ghata”. Más tarde, Vedayvasa compilará cn más detalles estas descripciones.

El Señor salió del agua y empezó a llorar con una incontrolable euforia divina. Mientras

se ponía nuevas ropas secas, ellas se empapaban con Sus lágrimas de éxtasis. En la forma

de río, Ganga Devi estaba fluyendo en cientos de arroyos, pero igualmente, de los ojos del

Señor otros cientos de cascadas de lágrimas de éxtasis habían aparecido. Viendo este

extraordinario fenómeno, los devotos estaban tan asombrados que solo se regocijaron con

júbilo.

El terrateniente de esa aldea era Ramachandra Khan. Aunque era un materialista,

también era un hombre piadoso, de lo contrario, ¿cómo pudo ver cara a cara a la Suprema

Personalidad de Dios, Sri Chaitanya Mahaprabhu? Por la voluntad de la Providencia,

Ramachandra pasaba por allí, sentado en un palanquín, cuando vio la forma resplandeciente

del Señor. Él espontáneamente sintió respeto y reverencia por el Señor y de inmediato se

bajó de su palanquín. Cayendo como una vara, se postró a los pies de loto del Señor. El

Señor todavía estaba absorto en Krisna-prema, e ignoraba todo a Su alrededor. Él

derramaba profusamente lágrimas de amor divino, daba profundos suspiros y caía al suelo

rodando en el polvo. Él se mantuvo cantando: «¡Oh, Jagannath! ¡Oh, Jagannath!».

Ramachandra Khan quedó sumamente conmovido de ver un humor devocional tan

intenso. Él pensó: «¡No parece haber manera de parar este llanto lastimoso que clama por el

Señor!», y él mismo rompió en llanto. ¿Quién en los tres mundos puede permanecer

impasible y ver esas súplicas llorosas? Incluso una persona con corazón de piedra se

ablandaría. El Señor se tranquilizó y le preguntó a Ramachandra: «¿Quién eres?»

Ofreciendo postradas reverencias a los pies del Señor, él habló con las manos juntas: «Oh,

Señor, soy el sirviente de Tus sirvientes». Sin embargo, la gente local que se había reunido

allí habló y le informó al Señor: «Señor nuestro, él es el terrateniente de todas las

provincias del sur». Gaurasundar dijo: «Es alentador saber que eres un administrador de

alto rango. Ten la bondad de decirnos cómo proceder mañana hacia Nilachala». Mientras el

Señor estaba hablando acerca de Nilachala, una vez más fue dominado por el éxtasis

divino. Gritando el nombre de Jagannath, empezó a llorar profusamente y de nuevo cayó al

piso, desmayado.

Ramachandra habló con una voz preocupada: «Oh, Señor, lo que Tú ordenes lo

consideraré mi primer deber a cumplir. Los caminos son muy peligrosos durante estos

tiempos de enemistad. Viajar entre las dos regiones se ha vuelto prácticamente imposible.

Los reyes enemigos han puesto en el suelo arpones ocultos y camuflajeados, a lo largo de

toda la región fronteriza, y si los soldados encuentran incluso a un viajero inocente en esas

áreas conflictivas, lo capturan, torturan y asesinan, pensando que es un espía enemigo. La

única manera segura de que dispongo es enviarte en secreto. Yo mismo me pongo en gran

peligro, pero eso no me preocupa; ciertamente llevaré a cabo Tus órdenes. Mi Señor, si

tienes la bondad de aceptarme como Tu sirviente, entonces ruego que Tú y Tus asociados

vengan a comer a mi casa. Usaré todo lo que poseo —dinero, influencias, hombres— para

que cruces la frontera esta noche». El Señor estuvo contento y bendijo a Ramachandra con

Su misericordiosa mirada.

Por esa sola mirada, Ramachandra quedó purificado de todo apego material. El Señor se

dirigió a la residencia de Ramachandra, la cual se santificó, y todos en ella se regocijaron,

siendo de inmediato premiados con un ilimitado piadoso sukriti. El bráhmana mismo,

Ramachandra, preparó la comida con gran devoción y respeto. El Señor en esos días comía

frugalmente. No tenía otro tiempo aparte de Su profunda y extática absorción en Sí Mismo.

Se sentó a comer solo para satisfacer a Sus amados devotos, pues ahora Su único verdadero

alimento eran las melosidades espirituales. Desde que había emprendido este viaje a

Jagannath Puri, Él había comido muy poco.

Por todo el camino el Señor manifestó el humor de separación, implorando al Señor

Jagannath. El día o la noche, la tierra o el agua, fueron solo imágenes descoloridas sin

importancia para Él. Estaba continuamente inmerso en meditar dentro de Sí, saboreando la

dicha del amor por Krisna. Los devotos siempre estaban a Su lado haciendo guardia para

ver por Él, y para protegerlo de cualquier daño externo. Los diferentes humores extáticos

manifestados por el Señor son imposibles de describir para un ser mortal ordinario. Las

manifestaciones extáticas de Su trance espiritual son tan sublimes y ocultas que nadie más

que Srila Vyasadev es capaz de describirlas. ¿Quién puede entender el carácter del Señor

Supremo? ¿Quién puede predecir cómo Krisna procederá al siguiente momento? El Señor

Nityananda conoce perfectamente bien el objeto de amor del Señor Chaitanya, ese Señor

por quien suspira de manera suplicante. El Señor de Vaikuntha, Sri Krisna Chaitanya,

siempre está inmerso en el intercambio trascendental de melosidades en las que Él Mismo

es el objeto de amor. Con todo, Él olvida que Él es el principal actor de estos Pasatiempos.

Por una parte, piensa de Sí Mismo como Sri Jagannath, y por otra parte, desea encontrarse

con Sri Jagannath, y de esta manera va con los devotos a Su lado que se preocupan por Él.

¿Cómo pueden las entidades vivientes entender al Señor Supremo a menos que Él Mismo

derrame en ellas Su misericordia sin causa?

El Señor se sentó con Nityananda Prabhu y los demás devotos quienes le eran muy

queridos. Apenas probó un bocado de comida y se puso de pie con un rugido atronador.

Mientras lavaba Sus manos y boca, rebosante, Él estuvo preguntando: «¿Cuán lejos queda

Jagannath Puri? ¿Cuán lejos queda Jagannath Puri?»

Mukunda rápidamente empezó a cantar y el Señor empezó a bailar con graciosa actitud.

Los afortunados y piadosos residentes de Chatrabhoga tuvieron un excepcional regalo.

Ellos, ante sus mismos ojos, vieron bailar al Señor Supremo, el Héroe de Vaikuntha.

Mientras bailaba, empezaron a manifestarse en Su persona, uno tras otro, los extáticos

síntomas en continuas oleadas cuya dimensión estaba más allá del entendimiento —llanto,

temblor, rugir, erizamiento del vello, transpiración abundante y anonadamiento—. ¿Quién

podría entender las muchas manifestaciones sutiles que aparecieron en el Señor mientras

giraba con vueltas y vueltas? Las lágrimas salían en torrentes de Sus ojos como la

caudalosa corriente del Ganga durante el monzón, mojando a todos. La Encarnación del

amor por Krisna en la forma de Sri Krisna Chaitanya ha descendido, quién más sino Sri

Chaitanya tiene la potencia para mostrar esos Pasatiempos.

El tiempo pasó y muy entrada la noche, el kirtan y el baile continuaba. Cuando la noche

casi llegó a su término, el Señor se tranquilizó y tomó asiento. Aunque era casi el

amanecer, las largas horas parecían haber pasado en apenas unos pocos momentos. Todos

fueron liberados por la misericordia sin causa del Señor. Ramachandra Khan, esperando

este oportuno momento, dijo: «Mi Señor, las barcas están listas, esperándote».

El Señor de inmediato se levantó y fue hacia la ribera del río. Entre un tumultuoso canto

del Santo Nombre, el Señor subió a la barca y lanzó Su bendita y compasiva mirada en

todos, despidiéndose. La barca se dirigió entonces hacia Jagannath Puri mientras el Señor

ansiaba llegar allí, Su eterna morada.

Reposando tranquilamente en la barca, Sri Gaurasundar le pidió a Mukunda que cantara.

Mientras la barca avanzaba silenciosamente en la quieta noche, Mukunda empezó una

hermosa melodía. El barquero era una persona sencilla, analfabeta, y dijo: «Este canto es de

temer. Seguramente perderé la vida esta noche. Por una parte, los tigres nos atacarán, y el

agua está infestada de cocodrilos. Esta parte del río es aterrorizada por pandillas de piratas

ladrones quienes, si nos agarran, nos quitarán por la fuerza nuestra riqueza y la vida. Así

que, por favor, goswamis, quédense quietos hasta que lleguemos a Orissa». Los devotos

quedaron consternados, pero el Señor continuó absorto en las melosidades espirituales sin

interrupción. Después de un rato, el Señor se levantó y rugió fuertemente. Él le dijo a todos:

«¿Qué temen? ¿De qué tienen miedo? Aquí está el Sudarshan-chakra, el mortífero disco

giratorio del Señor Supremo que protege a los Vaisnavas, en todo tiempo y de todo peligro.

¿No ven al Sudarshan protegiéndonos alrededor! ¡Ataquen sus temores y fuertemente

continúen el Krisna-kirtan!» Las reconfortantes palabras del Señor tuvieron un efecto

milagroso en los devotos y ellos empezaron a cantar con un renovado placer.

Utilizando esta apremiante situación, el Señor instruyó a los devotos: «El Sudarshan-

chakra siempre está presente para proteger a los devotos del Señor. El Sudarshan de

inmediato reduce a cenizas y destruye cualquier fuerza hostil y atea que trata de hostigar a

los devotos. Si los devotos Vaisnavas tienen un protector invencible como lo es la propia

arma de Sri Vishnu, entonces, ¿quién podría hacerles daño?»

Así, Sri Gaurasundar instruyó continuamente a Sus seguidores en verdades

confidenciales. Solo aquellos que han recibido la misericordia del Señor pueden

comprender el significado de estas instrucciones confidenciales.

Los devotos tuvieron kirtan todo el camino y tan pronto la barca arribó a Orissa, paró en

el puerto llamado Prayaga-ghata donde Sri Chaitanya descendió. El escuchar este narración

de cuando Sri Gaurasundar entra a Orissa impulsa el proceso de alcanzar perfección

espiritual y todo el que escuche seguramente se sumerge en el néctar del prema-rasa.

El Señor se sintió extremadamente dichoso al poner Sus pies de loto sobre el suelo de

Orissa. Él ofreció Sus reverencias a la sagrada tierra de Utkala y los devotos hicieron lo

mismo. En esa área hay un bien conocido balneario llamado Ganga-ghata. El Señor se bañó

allí y luego fue a ofrecer reverencias a la cercana Deidad Shiva-linga conocida como

Mahesh, la cual fue establecida al lado del balneario por el Rey Yudhistir de los Pandavas.

El Señor llevó a los recogijados devotos hasta un templo, y les pidió que esperaran y

descansaran allí, y Él salió a pedir limosna.

El Señor fue de puerta en puerta extendiendo la tela de Su ropa para recibir limosna. Tan

pronto se detuvo en cada casa, la gente quedó cautivada por Su magnánima apariencia y de

inmediato generosamente le dieron sus mejores comestibles, arroz y vegetales, etc. Todo lo

que había disponible en el hogar, lo dieron con gran satisfacción. Laksmi Devi, la Diosa de

la Fortuna, también conocida por Sri Annapurna, la dadora de todo alimento y opulencia,

siempre ruega por obtener el refugio de los pies de loto del Señor. Esa misma Suprema

Personalidad estaba ahora tocando cada puerta con la apariencia de un sannyasi,

mendigando limosna solo para bendecir a las almas condicionadas.

Muy contento, el Señor regresó para reunirse con los devotos después de recolectar

limosnas. Los devotos se sintieron muy felices al ver lo que el Señor había recolectado y

dijeron: «En verdad, querido Señor, ¡solo Tú puedes mantener a todos!» Jagadananda

Pandit gustosamente preparó un maravilloso banquete, y entonces el Señor comió en la

compañía de los devotos. Pasaron toda la noche en la aldea, ejecutando Krisna-kirtan y con

la primera luz del amanecer, ellos de nuevo se pusieron en camino rumbo a Puri.

Después de unos cuantos kilómetros, repentinamente fueron detenidos por unas personas

que les cobraban un impuesto y se rehusaban a que los devotos usaran el camino a menos

que pagaran. Sin embargo, cuando los recolectores de impuestos vieron la figura grave e

imponente del Señor, se quedaron impresionados. Ellos preguntaron: «¿Cuántas personas

van Contigo?» El Señor respondió: «No tengo a nadie en este mundo, y no le pertenezco a

nadie. Estoy solo. Todo el mundo es Mío».

Después de decir esto, el Señor empezó a derramar incesantes lágrimas, las cuales

fluyeron en arroyos. El cobrador de impuestos dijo: «Oh, maestro, Usted puede irse, pero

no dejaré a los demás hasta que yo no haya recibido el pago completo». El Señor dejó el

grupo de devotos, recordando a Krisna y cantando Sus nombres. Los devotos se sintieron

sumamente abatidos al pensar que el Señor los había dejado.

Sin embargo, los devotos, tras una consideración, empezaron a reír al ver cómo el Señor

había manifestado un maravilloso desapego, aunque al siguiente momento se sintieron de

nuevo desesperados, preocupados de que el Señor los abandonara por completo.

Nityananda Prabhu los tranquilizó: «No se preocupen. El Señor no nos abandonará». El

cobrador de impuestos dijo: «Ustedes no están acompañando a ese sannyasi, de modo que

deben pagar la debida tarifa».

Cantando fuertemente el nombre de Govinda, el Señor se había retirado apenas una corta

distancia y estaba sentado con Su cabeza agachada, las lágrimas brotando de Sus ojos.

Incluso un corazón de roca se hubiera derretido al ver llorar al Señor en esa manera

suplicante. El cobrador de impuestos estaba lleno de asombro. Él dijo: «Ciertamente Él no

es un alma ordinaria. Es imposible para un ser humano derramar una cantidad tan excesiva

de lágrimas».

Mirando de nuevo atentamente a todos, él interrogó a los devotos: «Díganme claramente

quiénes son ustedes. Quién es su líder». Los devotos contestaron: «Ese sannyasi es nuestro

maestro. Debes haber escuchado de Él; Su nombre es Sri Krisna Chaitanya y nosotros

somos Sus servidores». Diciendo esto rompieron en un llanto de amor divino por su Señor.

El cobrador de impuestos quedó completamente atónito. Con el humor infundido por los

devotos y purificado mediante su asociación, él también empezó a llorar y las lágrimas

corrieron por sus mejillas.

El cobrador de impuestos corrió hacia la figura sentada del Señor y se arrojó en el suelo

como una vara ante Sus pies de loto. Muy humildemente, dijo: «La gran fortuna de verte ha

sido en verdad el resultado de las actividades piadosas de muchos millones de vidas. Ten la

bondad de perdonar mis ofensas a Tus pies; rezo por que llegues de forma segura a

Nilachala».

El Señor Supremo de todas las entidades vivientes, Sri Gaurahari, bendijo al cobrador de

impuestos con Su compasiva mirada, cantó el Santo Nombre y reanudó Su camino. El

Señor Supremo ha descendido como Sri Chaitanya para liberar a todas las entidades

vivientes con excepción de aquellos ateos, los pecaminosos malvados que ofenden a los

Vaisnavas y que cometen pecados bajo la excusa de la potencia del Santo Nombre.

Aquellos que son enemigos de los Vaisnavas se verán privados de la misericordia del

Señor. El nombre del Señor Chaitanya es tan potente que incluso ha cambiado el corazón

de esos demonios que cantaron Su nombre y glorias. Sin embargo, los demoníacos

malvados no aceptan esta misericordia, ni tienen fe en el poder de Su nombre.

El Señor de Vaikuntha derramó Su misericordiosa mirada sobre todos mientras iba en Su

camino a Nilachala. Día y noche, estaba siempre internamente absorto, bebiendo

profundamente del interminable y nectáreo océano de las melosidades amorosas del Señor

Krisna. En unos cuantos días más llegó a las riberas del Río Suvarnarekha, encontrando sus

aguas de un claro cristalino. El Señor y los devotos Vaisnavas se bañaron en el translúcido

río y así lo santificaron más, y luego continuaron hacia su destino.

De alguna manera, Nityananda Prabhu y Jagadananda Pandit habían quedado a una

distancia atrás del resto del grupo. Sri Chaitanya decidió sentarse y esperar que los dos los

alcanzaran. Nityananda Prabhu estaba siempre inmerso en meditar profundamente en Sri

Chaitanya. Esta melosidad amorosa lo hacía actuar de manera embriagada y aparentemente

loca. A veces, lloraría fuertemente casi gimiendo, luego, de repente, empezaría a rugir

fuertemente con la voz ensordecedora de un trueno; luego, de nuevo, empezaría

repentinamente a reír mientras rodaba por el suelo. Cuandoquiera que vió un río o un

arroyo, se sumergía en el agua y nadaba en varias direcciones durante un largo rato. Luego,

algunas veces, cubría Su cuerpo con polvo. A veces, desmayado en el éxtasis, caía tan duro

al piso que todos creían que Sus huesos habían quedado enteramente rotos. Cuando

empezaba a bailar, por Su propia cuenta, parecía que la Tierra temblaba como una hoja y se

inclinaba, y parecía que estaba a punto perder el equilibrio. Este modo de actuar y este

poder no es fuera de lo natural en Sri Nityananda, pues Sri Ananta Shesha es Su expansión

personal y Sri Chaitanya reside eternamente en Su corazón.

Una vez, Jagadananda Pandit —quien había sido asignado por el Señor para llevar Su

danda (cayado) de sannyas durante el viaje— quiso ir a mendigar alimentos en una aldea

cercana. Él consideró que lo mejor era dejar la danda del Señor, de manera que le dijo a

Nityananda: «Mira, cuida la danda del Señor muy atentamente, mientras me voy»; diciendo

eso, la entregó a Nityananda.

Nityananda Prabhu, quien siempre medita en Sri Chaitanya, absorto en prema-rasa,

tomó la danda y se sentó. Él empezó a reír, y sosteniendo la danda en una mano, empezó a

hablarle. Él dijo: «Oh, danda, eres llevada por la misma persona que siempre llevo en Mi

corazón. ¿Qué lógica hay en eso?» Nityananda Prabhu, quien es Balaram, se levantó y

entonces tiró la danda al piso con una fuerza inmensa, rompiéndola en tres partes.

Solo el Señor Supremo conoce Sus propios deseos. ¿Cómo puedo yo comprender por

qué Nityananda Balaram rompió la danda? Nityananda Prabhu conoce de manera íntima la

mente de Sri Chaitanya y Sri Chaitanya también entiende completamente la mente de Sri

Nityananda. Ellos son hermanos eternamente y aparecen juntos en cada yuga. Rama y

Laksman conocen profundamente, uno del otro, Su corazón, pues Ellos son el único Señor

Supremo. Se han separado solo para enseñar y realzar las melosidades amorosas del

servicio devocional. Soy capaz de conocer a Sri Chaitanya y Sus Pasatiempos solo por la

misericordia de Nityananda Prabhu. ¿Quién otro que Balaram Mismo hubiera tenido el

poder de romper la danda del Señor? Realmente, es Sri Chaitanya, el supremo maestro,

quien está enseñando, a veces en muchos métodos sutiles. Aquel que puede penetrar y

entender estos enigmas y captar su verdad esencial disfruta una dichosa vida devocional.

Cuando Jagadananda Pandit regresó, encontró a Nityananda sentado con los tres pedazos

rotos de la danda que yacían junto a Él. De inmediato se asustó y sorprendió, y

experimentó una gran ansiedad. Él le preguntó a Nityananda: «¿Quién rompió la danda?».

Nityananda contestó: «Él, quien la lleva. El Señor Mismo ha roto Su propia danda. ¿Quién

más se atrevería y haría incluso semejante cosa?» Jagadananda pensó que era mejor no

argumentar —simplemente levantó los pedazos rotos de la danda y silenciosamente se fue.

Jagadananda fue directamente a donde estaba sentado el Señor Chaitanya. Él arrojó los

pedazos rotos de la danda enfrente del Señor. El Señor levantó la mirada y preguntó:

«¿Cómo es que la danda está hecha pedazos? ¿Tuviste una pelea? Dime, ¿qué sucedió?»

Jagadananda le narró todo. Él dijo: «Nityananda, quien siempre está absorto en trance

extático, ha hecho esto». Sri Chaitanya, dirigiéndose a Nityananda, preguntó: «¿Por qué

razón rompiste Mi danda?» Nityananda Prabhu replicó: «Eran solo palos de bambú los que

rompí y si no me perdonas por esta acción, entonces, castígame como desees». El Señor

respondió: «¡Una danda es la residencia de todos los semidioses y Tú reduces su

importancia a la de unos palos de bambú!»

¿Quién puede comprender los profundos, misteriosos Pasatiempos del Señor Chaitanya?

Él puede pensar una cosa y decir otra, bastante diferente. De modo que, si alguien clama

conocer la mente del Señor, él es ciertamente ignorante: es un tonto. Internamente, el Señor

puede decidir derrotar a alguien, pero en Su trato externo con la misma persona, puede ser

extremadamente encantador y afable. Similarmente, cuando trata con Sus amados devotos,

más queridos a Él que Su propio ser, externamente puede mostrarse como si fuera

imparcial. Esos son los diversos humores y Pasatiempos que el Señor manifiesta. Son

inconcebibles e inescrutables, solo aquellos que son agraciados con la misericordia del

Señor puede percibir la verdadera naturaleza de ellos.

La danda fue rota por el propio deseo y arreglo del Señor, sin embargo, ahora mostraba

Su enojo. El Señor dijo: «Yo solo tenía como compañero a Mi danda, pero ahora, por la

voluntad de Krisna también está rota. Ahora estoy solo, así que todos ustedes vayan

adelante y Yo los seguiré» Nadie se atrevió a refutar la decisión del Señor, pero los devotos

quedaron preocupados por este asunto. Mukunda intervino y dijo: «Ve adelante de

nosotros, mi Señor, pues nosotros debemos quedarnos para una tarea». Diciendo: «Muy

bien», con cortés acuerdo, el Señor se fue, caminado como un ágil y enloquecido león con

un paso que es difícil de describir.

El Señor pronto llegó a la aldea Jaleshwar. Fue directamenge al templo del Señor Shiva,

la principal Deidad de esa aldea. La Deidad Shiva-linga era muy bien atendida por el

sacerdote bráhmana local. Los decoraciones florales dentro del templo y por encima de la

Deidad eran muy atractivas, y el aroma del incienso permeaba el aire dando al lugar un

extraordinario humor devocional. Los devotos en el Templo estaban cantando, tocando

instrumentos musicales, y bailando. La ira del Señor desapareció en esa atmósfera dichosa.

Él dejó que los amorosos sentimientos devocionales de Su corazón fluyeran y se fusionaran

con la música. Vivificado por la opulencia y la influencia en el templo de Su querido

devoto —el Señor Shiva—, Sri Chaitanya empezó a bailar felizmente. El Señor Chaitanya

conoce el glorioso carácter del Señor Shiva, pues él es uno favorito entre Sus devotos. Si

alguien le falta el respeto al Señor Shiva, y no sigue el ejemplo de Sri Chaitanya, entonces

no puede ser considerado un Vaisnava, y todo su avance espiritual queda anulado.

Mientras el Señor bailaba, Él producía sonidos tan fuertes que las mismas montañas

parecían temblar. Los devotos del Señor Shiva quedaron paralizados de asombro, y

pensaron que el Señor Shiva había aparecido en persona. Los músicos y cantantes

incrementaron su entusiasmo y el Señor se sumergió completamente en el baile, perdiendo

todo contacto con el mundo externo. Mientras tanto, Sus devotos llegaron y Mukunda

empezó a cantar, acompañado de otros. Viendo a Sus amados asociados, el Señor

experimentó gran alegría y bailó más eufóricamente que nunca, mientras los devotos

bailaban circundándolo. Toda la escena fue transformada de manera dinámica. Las lágrimas

fluyeron efusivamente en cientos de arroyos de los ojos del Señor. ¿Quién puede describir

todos estos sucesos apropiadamente? El templo del Señor Shiva estaba ahora santificado

por la presencia y el baile del Señor. El verdadero propósito para el cual había sido

construido el templo, ahora estaba cumplido.

Después de un rato, el Señor se tranquilizó y abrazó con gran amor a todos Sus devotos,

otorgándoles satisfacción divina. Al ver a Nityananda Prabhu, el Señor corrió a abrazarlo y

en un humor jovial le dijo: «Tu verdadero deber es apaciguarme, refrenarme y ayudarme a

mantener Mis votos de sannyas, pero en lugar de eso deseas hacerme un hombre loco. Si

continuas de ese modo, Me arruinarás. Hago lo que Tú desees; es un hecho que afirmo ante

todos».

El Señor entonces se volvió hacia los devotos reunidos, instruyéndoles: «Todos ustedes

ofrezcan siempre atención y respeto a Sri Nityananda Prabhu. Su posición es más

importante para Mí que Mi propia posición. Les aseguro que esta es la simple verdad. No

me hago responsable de los obstáculos que alguien encuentre en la consecución del amor

extático si comete una ofensa a los pies de Nityananda. Si alguien conserva la más mínima

envidia a Nityananda, él no me es querido, aunque sea devoto Mío». Cuando Nityananda

Prabhu escuchó que se le glorificaba, agachó Su cabeza, avergonzado. Todos los

Pasatiempos del Señor son maravillosos, y traen ilimitada satisfacción a los devotos.

Pasando esa noche en Jaleshvar, temprano al amanecer, el Señor reanudó Su viaje

aompañado por todos los devotos. Él fue hacia Vamshadaha y en el camino fue detenido

por un shakta sannyasi (uno que adora a Devi, la energía del Señor, como si fuera el

Supremo). El Señor sabía que el extraño era un shakta, pero le habló con dulces palabras.

El Señor dijo: «Por favor, dime Mi amigo, ¿dónde has estado por tanto tiempo que solo

hasta ahora te veo? ¿Dónde están tus otros amigos?» El shakta quedó cautivado por el

Señor y lentamente empezó a revelar todo información acerca de sí mismo y de los otros

shaktas. Sri Chaitanya sonrió mientras lo escuchaba. El shakta invitó al Señor a su así

llamado monasterio, diciendo: «Por favor, ven a mi math y podremos disfrutar juntos la

“bebida de la dicha”».

El shakta se refirió a una bebida alcohólica con el nombre de “la bebida de la dicha”, lo

cual divirtió a Sri Chaitanya y a Nityananda Prabhu. El Señor respondió: «Definitivamente

iré a disfrutar tu “bebida de la dicha”. Primero, debes adelantarte para estar seguro que todo

esté preparado cuando lleguemos». El shakta quedó muy satisfecho al escuchar que su

invitación había sido aceptada y se fue rápidamente, sintiéndose animado.

Cuán insondable es el carácter del Señor. Los Vedas declaran que Sri Krisna es el amigo

y el liberador del pobre y el miserable. Por lo tanto, el Señor habló muy amigablemente con

el shakta sannyasi. Al escuchar la conversación, los devotos empezaron a decir: «Este

shakta ahora ha sido liberado, y por estar en contacto con él, otros shaktas también se

purificarán tal como él». El Señor usa diversos medios para liberar a las almas

condicionadas.

El Señor llegó a la aldea de Remuna, donde se encuentra la Deidad de Sri Gopinath. Al

verse a Sí Mismo en esa forma de Deidad, el Señor empezó a bailar extáticamente con

todos Sus devotos. Absorto en el amor de Sí Mismo, se olvidó de todo. Él lloró

lastimosamente en amorosa separación y hasta el más cruel de los corazones se derritió al

escucharlo llorar.

Tras unos cuantos días de viaje, Gaurasundar llegó a la aldea de Yajapura y se quedó en

la localidad llamada Brahmananagara. Allí, visitó el templo de Sri Adi Varaha, donde la

Deidad automanifestada es muy maravillosa y única. Por ver a esta Deidad, todo enredo

material es cortado de manera segura. El templo está situado en la ribera del río Vaitarani.

Por ver este río, uno se limpia de todo pecado y toda el área es un sitio muy sagrado de

peregrinaje. Incluso si un animal cruza el río en este lugar, los semidioses ven que el animal

alcanza la liberación y toma la forma de cuatro brazos de un habitante de Vaikuntha.

Nilachala Puri se encuentra exactamente a ochenta millas de este lugar, el cual es conocido

como Nabhi Gaya y también como Viraja-kshetra, ya que esta sagrada área es la morada de

Viraja-devi. Toda el área está llena de muchos templos y lugares santos, los cuales son

imposibles de enumerar con detalle. Al llegar, el Señor y los devotos primero fueron a

darse un chapuzón en el sagrado río, en el balneario conocido como Dashashvamedha-

ghata. Después, todos fueron al templo para ofrecer adoración al Señor Adi-Varaha. El

Señor bailó extáticamente enfrente de Adi-Varaha Deva, y los devotos cantaron con

bienaventuranza, creando una atmósfera maravillosa, devocionalmente saturada.

El Señor se sintió muy feliz de estar en Yajapura, extáticamente bailando ante la Deidad.

Su divina alegría y felicidad incrementaron a cada momento, y Él bailó con un vigor

creciente. Sin embargo, de repente, sin advertirlo, Sri Chaitanya dejó a los devotos y

desapareció. Ciertamente, los deseos y las razones del por qué de las acciones del Señor son

muy enigmáticos. Cuando los devotos descubrieron que Sri Chaitanya estaba ausente,

empezaron a buscarlo por todo el templo, con consternación. Su búsqueda resultó inútil y

ellos se preocuparon mucho.

Nityananda Prabhu, comprendiendo la difícil situación de los devotos, dijo: «Por favor,

tranquilícense. Estoy seguro que sé adónde ha ido el Señor. Ciertamente Él quiere visitar

todos los templos y sitios santos en Yajapura —pero a solas—. Por lo tanto, ahora debemos

mendigar alimentos y luego regresar a este mismo lugar. En la noche, descansaremos aquí,

pues es seguro que el Señor regrese aquí mañana temprano».

Aliviados, los devotos salieron, colectaron donativos y regresaron para cocinar, tras lo

cual todos juntos honraron el prasadam. Mientras tanto, Sri Chaitanya había visitado los

diferentes templos y sitios santos, y luego regresó para reunirse con los devotos. Los

devotos se regocijaron y lo recibieron con un fuerte canto de “¡Hari! Hari!” De esa manera,

el Señor y Sus asociados bendijeron Yajapura con su bendita presencia y luego continuaron

su viaje.

Después de unos cuantos días, Sri Chaitanya llegó a la ciudad de Kataka. Desde allí, fue

a darse un chapuzón en las aguas claras como el cristal, del Río Mahanadi, dejándolo más

santificado y afortunado que incluso antes. Luego, fue al templo de Shakshi-Gopal para

ofrecer adoración. La encantadora, insuperable belleza de la Deidad de Shakshi-Gopal

arrobó profundamente a Sri Chaitanya, y sintiendo un creciente éxtasis, empezó a rugir con

una voz atronadora. Él ofreció muchas oraciones, y manifestó maravillosos síntomas

devocionales, llorando en éxtasis a causa del Señor. Cantar el Mahamantra abre la visión

espiritual de los devotos permitiéndoles ver las formas de la Deidad del Señor Supremo

como no diferentes del Señor Mismo. Sri Krisna Chaitanya es la personalidad que ha

inaugurado el canto del Mahamantra, y aunque Él es la Encarnación de la Suprema

Personalidad de Dios, con todo, Él siempre manifiesta el humor de servidumbre ante el

Señor Supremo.

Sri Chaitanya entonces llegó a Bhuvanesvar. Esta ciudad es realmente la oculta Kashi,

residencia del Señor Shiva, Sri Shankar. Previamente, el Señor Shiva había colectado una

gota de las aguas de todos los diferentes lugares sagrados y los llevó a Bhuvanesvar para

formar el lago conocido como Bindu-sarovar. Sri Chaitanya conocía la significancia del

lago de ser muy querido al Señor Shiva; de modo que tomó Su baño en el lago e incrementó

además su naturaleza propicia. La forma linga del Señor Shiva, adorada a un costado del

lago, es automanifestada. Sri Chaitanya tomó darshan del linga y felizmente se mezcló con

la multitud de devotos de Shiva, quien todos estaban cantando fuertemente las alabanzas al

Señor Shiva. Pequeñas lámparas de gui ardiendo, colocadas en hileras, ofrecidas por los

devotos visitantes, rodeaban el linga, el cual era bañado continuamente.

Sri Chaitanya se sintió complacido al ver los rituales, la adoración y el opulento templo

de Su amado devoto, Sri Bhuvanesvar Shiva. Los asociados del Señor también se sintieron

muy felices en esa atmósfera devocional. El Señor Shiva siempre está inmerso en meditar

en el Señor Supremo, lo cual le permite saborear el néctar de la devoción. A veces, el Señor

Shiva no puede dejar de bailar, y a veces se olvida tanto de sí mismo en la dicha, que no se

da cuenta que se halla sin ropas. Ahora, el Señor Supremo, Sri Gaurachandra, su amo, se

encontraba danzando extáticamente en frente de él. El Señor y Sus devotos pasaron la

noche allí.

Les describiré ahora, del Skanda Purana, de qué manera el Señor Shiva obtuvo este

lugar como Su residencia. El Señor Shiva y su consorte, Srimati Parvati Devi, estuvieron

viviendo muy contentos en Kashi durante un largo tiempo. Después, ellos fueron al Monte

Kailas y dejaron que Kashi fuera gobernada por reyes que eran mortales ordinarios. Pronto,

un rey llamado Kashiraj, ascendió al trono. Él era un ardiente adorador del Señor Shiva; sin

embargo, de repente, por la voluntad del destino, perdió todo en una guerra. Sin embargo,

él había determinado destruir a su conquistador, Sri Krisna, en otra batalla. Con venganza

en su corazón, se sentó para llevar a cabo la más terrible de las austeridades, meditando en

el Señor Shiva e implorando su bendición. El Señor Shiva fue atraído a manifestarse ante él

debido a la potencia de su austeridad y le ofreció la bendición que deseara. Kashiraj

ávidamente pidió: «Ruego únicamente esta bendición de ti, mi señor. Que pueda vengar mi

derrota y destruir a Krisna en la batalla».

El Señor Shiva es una personalidad magnánima, pero nadie puede predecir la manera en

que concederá su favor sobre alguien. Él le dijo a Kashiraj: «Oh, rey, prepárate para la

batalla. Mi ejército de seguidores estará detrás de ti en el campo. Déjame ver quién es lo

suficientemente fuerte para derrotarte, en tanto yo me vaya detrás de ti con mi arma,

‘Pashupati’».

Alentado por las palabras de Shiva, el necio rey Kashiraj de nuevo salió a pelear contra

Krisna, sonriendo confiadamente. El Señor Shiva, acompañado por sus asociados y

seguidores, siguió al ejército de Kashiraj. Su intención era pelear por la causa del rey. Sin

embargo, Sri Krisna, la Superalma situada dentro del corazón de todos, pudo de inmediato

saber lo que estaba sucediendo. Él rápidamente envió Su arma disco, Sudarshan, para

destruir todo el ejército enemigo. El disco Sudarshan del Señor es invencible, de modo que

libre de obstáculo fue directo hacia Kashiraj para cortar su cabeza, separándola del cuerpo.

Luego, Sudarshan en Su curso empezó a quemar todo, destruyendo la ciudad entera de

Varanasi, la capital de Kashiraj. La ciudad fue arrasada. Desafortunadamente esto

encolerizó al Señor Shiva, y al ver que su morada era devastada, él soltó su terrible arma

Pashupati. Sin embargo, ¿qué puede hacer cualquier arma, por poderosa que sea, contra

Sudarshan? El arma Pashupati velozmente retrocedió con temor, y entonces Sudarshan

corrió tras el Señor Shiva mismo, quien huyó, aterrorizado ante la imponente arma. El

poder y el calor del Sudarshan cubrió el mundo entero y el Señor Shiva no tuvo un lugar

donde ocultarse. El Señor Shiva se vio a sí mismo en igual apuro que el sabio Durvasa,

quien también había experimentado la persecución de la mismísima temible arma.

Finalmente, el Señor Shiva entendió que ya que el invencible disco Sudarshan estaba

cazándolo, solo Sri Krisna podía ayudarlo a salir de su angustiosa difícil situación.

Decidiéndolo así, recordó a Sri Krisna, y refugiándose en Sus pies de loto, empezó a

ofrecer oraciones al Señor: «Todas las glorias a la Suprema Divinidad, Krisna, el hijo de

Madre Devaki. Tú eres omnipresente y el refugio de todas las entidades vivientes. Tú le

concedes a los hombres una buena inteligencia y alternativamente malos motivos. Eres el

creador, mantenedor y protector. Nunca ves las faltas de los demás y eres un océano de

compasión. Eres el único amigo bienqueriente de todos esos que están en peligro. Tú

perdonas todas las ofensas, de modo que, ten la bondad de perdonar mis ofensas ya que me

refugio en Ti».

Sri Krisna, al estar apaciguado por las oraciones del Señor Shiva, retiró a Su Sudarshan

y apareció ante Shiva, quien vio al Señor sonriendo ligeramente, aunque Su mirada era

todavía dura. Sus amigos pastorcillos de vacas y las doncellas de Vrindavan se

manifestaron y rodearon al Señor.

Sri Krisna dijo: «Oh, Shiva, eres bastante consciente de Mi posición y poder, de modo

que, ¿qué te impulsó a actuar de esta manera? Ese degradado rey, Kashiraj, no es mejor que

un pequeño insecto y, al ponerte de su parte, estás peleando Conmigo. Ahora has visto el

temible poder de Mi disco Sudarshan, al cual ni siquiera pudiste oponerte. Todas las armas

más poderosas del universo —tales como el Brahmastra y el Pashupati-astra combinados—

no se comparan al Sudarshan. Además, una característica única del disco Sudarshan es que

ciertamente atacará a los propietarios de las armas que desafíen Su poder. Estoy

sorprendido de ver que tú, de todas las personas, te has vuelto Mi antagonista. ¡Ahora

siento que, en toda la creación, no hay alguien que Yo deteste tanto, más que a ti!

Escuchando estas enojadas palabras de reprimenda, el Señor Shiva se turbó dentro de sí.

El Señor Shiva se arrojó al suelo y se agarró de los pies de loto de Sri Krisna.

Entregándose al Señor, Shiva dijo; «Oh, Señor, toda la creación está subordinada a Tu

voluntad. ¿Quién puede clamar que actúa independientemente? Tal como la paja seca es

esparcida por el viento, así toda la naturaleza material se somete a Tu mandato. Todos

llevan a cabo Tus deseos. No hay nadie que pueda desobedecer Tu orden. De alguna

manera, me diste el sentimiento del falso orgullo y cegado por este necio orgullo fui

incapaz de percibir otra cosa que únicamente a mi persona, como algo grande y poderoso.

Me siento impotente, mi Señor; eres solo Tú quien me hace pensar de esta manera. Tus pies

de loto son eternamente mi vida y alma. Resido felizmente en el bosque y medito solamente

en Tus pies de loto. Con todo, Tú incitaste este humor de arrogancia en mí. ¿Qué podía

hacer? Pues he actuado como Tú lo deseaste. Sin embargo, a pesar de todo, ciertamente he

cometido serias ofensas a Tus pies de loto; ahora, ten la bondad de perdonarme y

bendecirme con Tu misericordia. Oro por la bendición de que nunca nuevamente desarrolle

esa malvada inteligencia. He sido correctamente castigado por mi arrogancia. Ahora, ten la

bondad de decirme dónde puedo residir ahora que Kashi está destruida, ¿quién más sino Tú

puedes darme refugio?»

Sri Krisna sonrió un poco y habló dulcemente: «Escucha, Mi querido Shiva, te estoy

dando un lugar muy hermoso. Vive aquí con todos tus asociados y seguidores. Este lugar es

conocido como Ekamrakavana. En este idílico entorno, aparecerás y serás adorado. Este

lugar es en todo aspecto tan encantador como Varanasi. Aparte de eso, este lugar también

es sumamente excelso espiritualmente, pero pocos conocen esta verdad. Hoy, te revelaré la

oculta significancia de Ekamrakavana, el cual Me es muy querido.

»En las orillas del océano, cubriendo un área muy grande, está el lugar conocido como

Nilachala. Este también es conocido como Purushottama-kshetra, la morada de la Persona

Suprema. Posee una atmósfera muy placentera y tranquila. Incluso en el momento de la

aniquilación cósmica, este lugar permanece intacto, ileso. Yo resido allí eternamente, y

diariamente recibo opulentas ofrendas de comida.

»Purushottama-kshetra se extiende por ochenta millas cuadradas y dentro de esta área,

todas las entidades vivientes poseen una forma de cuatro brazos, aunque esto solo es visible

para los semidioses o sus iguales. Los semidioses glorifican este lugar como el más

auspicioso de todos los lugares de peregrinaje. El acto de dormir aquí equivale a una

meditación profunda, samadhi. De manera similar, allí, simplemente al adoptar la postura

de acostarse uno acumula el mismo resultado piadoso de ofrecer reverencias a la Deidad.

Por simplemente caminar aquí, se obtiene el mismo resultado de circunvalar, pradakshina,

y toda conversación aquí es equivalente a la glorificación del Supremo. Todas estas glorias

las enumeran los Vedas. La potencia de este kshetra es tal que, incluso quien come pescado

aquí, alcanza el resultado de comer arroz havisya ofrecido en el sacrificio. Este lugar Me es

muy querido, y por lo tanto porta Mi nombre, y todos los residentes aquí son Mis iguales.

Se encuentra fuera de la jurisdicción de Yamaraj, el Guardián de la Muerte. Yo soy el juez

que determina los hechos malos y piadosos de un individuo y sus resultados.

»El lugar que he designado como tu residencia yace al norte de Mi morada, Jagannath

Puri. Tu lugar es, como lo describí antes, muy hermoso y encantador. Aquí, uno puede muy

fácilmente obtener liberación y dicha. Este lugar será muy famoso como Sri

Bhuvaneshvar».

Después de escuchar las glorias de Jagannath Puri, Shankar nuevamente abrazó los pies

de loto del Señor y dijo: «Oh, Señor de mi vida, tengo una oración. Siempre estoy muy

falsamente orgulloso, por lo tanto, no puedo asociarme Contigo y permanezco lejos; esto

me es muy perjudicial. Anhelo en mi corazón permanecer cerca de Ti; nunca es bueno

permanecer con una mala asociación. Si misericordiosamente me consideras Tu sirviente,

entonces, ten la bondad de darme un lugar en Tu propia morada. Después de escuchar de

Tus labios de loto las maravillosas glorias de Tu Dham, siento una incontrolable urgencia

de simplemente vivir allí. Viviendo muy humildemente, deseo servirte como un sirviente

doméstico. Todo lo que pido es un pequeño espacio en Tu Dham». Al decir esto, la voz del

Señor Shiva se ahogó con emoción y las lágrimas corrieron por sus mejillas.

El Señor se sintió muy satisfecho con las palabras del Señor Shiva y lo abrazó

fuertemente, diciendo: «Escúchame, oh, Shiva. Tú eres igual a Mi propio cuerpo. Aquel

que te es querido es aun más querido para Mí. Yo resido siempre dentro de ti; de esto, no

hay duda. Te permito vivir en todas Mis moradas. De hecho, eres el protector y mantenedor

de todos los Dhamas. Este lugar conocido como Ekamrakavana, ciertamente te lo entrego.

Quédate aquí y hazlo tu hogar. Debes saber que este lugar también me es favorito. Me

sentiré muy complacido si te quedas aquí siempre. Aquel que dice ser Mi devoto, pero que

te ignora, solo está tratando de pretender que tiene devoción por Mí».

De esta manera es como el Señor Shiva llegó a residir en el famoso lugar llamado

Bhuvaneshvar. Hasta este día, Bhuvaneshvar continúa manifiesto. A fin de enseñarle a

todos que el Señor Shiva es muy querido a Sri Krisna, el Señor Chaitanya bailaba ahora

enfrente del Señor Shiva. Ahora estaba demostrando prácticamente todas las instrucciones

de Sri Krisna tal como se encuentran en los Puranas y otras Escrituras védicas.

Aplaudiendo con Sus manos, el Señor Chaitanya bailó y cantó: «Shiva Rama Govinda».

Luego, el Señor ofreció adoración al Señor Shiva, junto con todos Sus devotos. El Señor

Supremo es el supremo Maestro Espiritual instructor; aquel que no sigue Sus instrucciones

sufrirá debido a esa grave falta.

El Señor llevó entonces a Sus discípulos alrededor de Bhuvaneshvar para visitar los

diferentes templos del Señor Shiva. Él se sintió particularmente feliz al ver un Shiva-linga

que estaba fuera del camino habitual. Cuando partió de Bhuvaneshvar, Él caminó lleno de

regocijo por toda la ruta hasta la aldea de Kamala-pura.

Desde Kamala-pura, el Señor miró en dirección a Puri y a la distancia vio las banderas

que ondeaban en lo alto del Templo de Jagannath. Su corazón se desbordó de emociones

espirituales, sumergiéndose en un océano de dicha extática; empezó a gritar con el

estruendo de un trueno. La transformación en Su humor fue asombrosa; empezó a

estremecerse y quedó aletargado, incapaz de moverse. Sus ojos quedaron fijos en la torre

del templo y tropezó, recitando versos en sánscrito: «Tan solo vean, el pastorcillo de vacas,

Krisna, al verme está tímidamente sonriendo en lo alto del templo, incrementando así la

extraordinaria belleza de Su rostro».

Los Pasatiempos del Señor Supremo son de una naturaleza trascendental, y cada vez que

repetía este verso, Él tropezaba y caía desmayado, paso a paso. La fuerza de Su desmayo y

caída, los cuales mostraban Su intenso sentimiento de separación, eran tales que mi más

expresiva voz interna se siente ineficiente para describir la escena.

El Señor avanzaba así mientras ofrecía completas reverencias en el suelo. En vez de

caminar, Él caía como una vara en el suelo y se levantaba cada vez a una distancia de la

medida del largo de Su cuerpo. Se levantaba, miraba a la torre del templo, cantaba el verso

y caía con gran fuerza al suelo, una y otra vez.

La gente alrededor miraba fijamente boquiabierta con completo asombro y reverencia.

Un manifestación de devoción como esa solo era posible para Sri Krisna Chaitanya, la

divina Encarnación del supremo amor espiritual. Durante todo el día, Sri Chaitanya reveló

la cima del amor divino por Sri Krisna; cuán afortunadas fueron las almas que bordearon

los caminos para ver al Señor absorto en Su éxtasis. Ellos decían acerca de Él: «Él es

ciertamente el Señor Supremo, Sri Narayan Mismo».

Los devotos caminaban junto con su Señor, rodeándolo por todos lados y derramando

lágrimas que fluían sin reservas, humedeciendo la tierra. La distancia de Kamala-pura a

Atharanala es una caminata que dura una hora y media, pero el Señor requirió nueve horas.

Cuando llegó a Atharanala, Él ocultó dentro de Sí todos los humores y sentimientos

extáticos. Tranquilamente se sentó con todos los devotos y se dirigió a ellos, suplicante:

«Han sido verdaderos amigos bienquerientes Conmigo, habiéndome traído hasta el Señor

Jagannath. Ahora, tengan la bondad de decirme si debo ir después de ustedes o si me

permiten ir adelante de ustedes, solo». Mukunda contestó: «Debes ir adelante de nosotros».

Gauranga respondió: «Está bien».

El Señor abandonó la compañía de los devotos y caminó hacia el templo del Señor

Jagannath. Su paso era real, como el del enloquecido rey de la selva. Con un paso cada vez

más acelerado, entró al Templo de Jagannath Puri. Quienquiera que escuche esta narración

de cómo el Señor entró a Nilachala Puri será llevado por olas de dicha extática. Por la

voluntad del Señor Supremo, Sarvabhauma Bhattacharya también llegó en ese momento,

deseando ver y adorar al Señor Jagannath en el templo.

Cuando el Señor Chaitanya, el alma y vida del universo, estuvo enfrente de las Deidades

del Señor Jagannath , Subhadra y Sankarshan (Balaram), empezó a rugir fuertemente como

el estruendo de las olas del océano. Él anheló intensamente abrazar a Jagannath. Él dio

saltos y brincos mientras bullían Sus emociones espirituales y chorros de Sus lágrimas se

esparcían por todo alrededor. Repentinamente, se precipitó al piso, desmayándose de

incontrolable dicha. ¿Cómo puede alguien entender esos sentimientos del Señor Supremo?

Los ignorantes y necios guardias del interior templo pensaron que el Señor se estaba

comportando de manera impropia y de inmediato se prepararon para castigarlo y golpearlo.

Justo entonces, Sarvabhauma Bhattacharya corrió de prisa para proteger al Señor que yacía

en el piso e impidió que los guardias lo golpearan. Él vio el cuerpo inconsciente y pensó

para sí mismo: «Ningún ser humano puede presentar estos síntomas. Es imposible para

alguien gritar tan fuerte, arrojando esas incesantes lágrimas. Todo esto es muy

extraordinario. Tal vez Él es Sri Krisna Chaitanya». Esos fueron los pensamientos que

pasaron por la mente del bendito Sarvabhauma. Sarvabhauma apartó a los guardias del

templo y entonces ellos se quedaron a cierta distancia mirando con temor y reverencia. Sri

Chaitanya yacía inmóvil, sin sentido, llevado a un estado de completo éxtasis al ver Su

propia Persona sobre el altar.

Los Vedas son deficientes para describir la profundidad de esas transformaciones en el

Señor Supremo. El Mismo Señor Gaurasundar, el Señor Supremo, estaba sentado

felizmente sobre el altar en la forma de Sus expansiones chatur-vyuha. El mismísimo Señor

ahora estaba convertido en devoto y se ofrecía servicio a Sí Mismo. El Señor conoce estos

trascendentales misterios acerca de Sí Mismo; esto se define en los Vedas y en el

Bhagavata, los cuales siempre describen los Pasatiempos del Señor simplemente con la

buena intención de liberar a las almas condicionadas.

Sarvabhauma permaneció pacientemente esperando, protegiendo al Señor de cualquier

daño. Pero el Señor permaneció profundamente inmerso en Krisna-prema en el humor de

un devoto, inconsciente del mundo externo. Finalmente, Sarvabhauma decidió llevar al

Señor a su propia residencia. Él habló con los centinelas: «Por favor, oh, hermanos

guardias, levanten esta personalidad que es como una joya y síganme». Los sirvientes

personales del Señor Jagannath, quienes llevan las Deidades a Sus carrozas durante la

ceremonia de Pandu-vijaya, levantaron entonces al Señor y partieron. La llegada de

Sarvabhauma al templo al mismo tiempo que el trascendental éxtasis del Señor no fue una

mera coincidenia. El carácter del Señor es incomprensible a la gente ordinaria, quien carece

del entendimiento de cómo los eventos suceden realmente.

Una vez que estuvieron fuera del templo, el Señor fue llevado en medio de un

estruendoso canto. La gran multitud, la cual se había reunido, estaba muy feliz. Justo

entonces, el resto de los devotos del grupo del Señor llegó y vio a su Señor enfrente del

templo cuando era llevado hacia fuera del Simha-dvara, la Puerta del León. Ellos se

pusieron muy contentos al ver a su amado Señor.

Cada persona de la multitud tuvo la oportunidad de llevar al Señor, ya que Él fue pasado

de mano en mano, transportado de la misma manera que una multitud de hormigas pueden

transportar comida a lo largo de una línea de ellas. Los devotos ofrecieron sus reverencias

al Señor y se unieron a la fluyente masa de felices personas. Eran tantas las personas que

cargaron al Señor hasta la casa de Sarvabhauma que cuando todos llegaron las puertas

tuvieron que ser cerradas y atornilladas para mantener a la gran multitud afuera.

Sarvabhauma estuvo sumamente complacido al ver los asociados del Señor; los recibió

con el apropiado respeto y etiqueta, ofreciéndoles un asiento confortable a todos ellos.

Hasta ahora sus dudas respecto a la identidad del Señor fueron removidas y él se sintió

regocijado más allá de las palabras. Cuán afortunado fue Sarvabhauma, pues esa misma

Personalidad, a quien los Vedas muy elocuentemente y repetidas veces glorifican con

volúmenes enteros de poesía, ahora estaba personalmente presente en su propia casa.

Cuando vió a Sri Nityananda, una Personalidad resplandeciente, cayó al piso, untando su

cabeza con el polvo de Sus pies de loto. Luego, él reunió algunos de sus hombres y les

pidió que acompañaran a los asociados del Señor al templo para recibir el darshan del

Señor Jagannath.

Al principio, los guías estuvieron renuentes, luego, pensando que la franqueza era una

mejor propuesta, empezaron sinceramente a rogar a los devotos de la siguiente manera. Con

las manos juntas, ellos dijeron: «Por favor, tranquilícense y serénense cuando estén frente a

la Deidad del Señor Jagannath. No actuén como su Guru lo hizo hace un rato. No sabemos

quiénes son ustedes, pero solo si dan su palabra de que van a permanecer ecuánimes dentro

del templo, estaremos deseosos de acompañarlos. Fue la disposición de la Providencia que

Jagannath permaneciera en Su altar (simhasana) después de lo que vuestro Guru hizo.

Creemos que no hay necesidad de detallar más este asunto; todos lo vieron caer fuertemente

al piso. Si hubiera sido otra persona, hubiera muerto al instante. Todo esto es muy

inconcebible para nosotros. Por lo tanto, les pedimos que permanezcan serenos». Los

devotos se empezaron a reír, pero les aseguraron a los guías que no tendrían nada de que

lamentarse, y que ellos se comportarían normalmente.

Los devotos entraron al templo y contemplaron a Sri Jagannath, quien es la fuente de las

cuádruples expansiones del Chatur-vyuha. Él es el Señor del Universo, y se ha manifestado

como la fuente de toda dicha y siempre se encuentra con Sus devotos. Los devotos se

regocijaron en Su presencia, derramaron lágrimas de éxtasis y circunvalaron al Señor, todo

el tiempo glorificándolo con oraciones védicas. Los sacerdotes trajeron guirnaldas de flores

del Señor, prasada-mala, y las colocaron alrededor del cuello de los devotos, quienes se

sintieron muy felices. Luego, los devotos les pidieron permiso a los sacerdotes para irse, y

regresaron a la casa de Sarvabhauma.

Sri Chaitanya todavía estaba en la misma condición, profundamente absorto dentro de Sí

Mismo, con el éxtasis del Krisna-prema. Sarvabhauma estaba sentado a Sus pies y el resto

de las personas estaban cantando muy fuertemente: «¡Rama! ¡Krisna!» Las actividades del

Señor son todas inconcebibles. Él estuvo en un estado inconsciente por más de nueve horas

continuas. Luego, gradualmente el Señor empezó a moverse. Cuando estuvo nuevamente

despierto, los devotos lo recibieron por cantar jubilosamente el nombre del Señor.

Tranquilamente, el Señor preguntó: «Tengan la bondad de describirme exactamente

qué ha pasado». Los devotos se sintieron tímidos y se quedaron callados; luego, al fin habló

el Señor Nityananda: «Entraste para ver al Señor Jagannath en el templo, y tan pronto como

viste la Deidad, caíste al piso desmayado en el éxtasis. Por la voluntad de la Providencia,

Sarvabhauma estaba allí en ese momento y tomó cuidado de Ti y te trajo a su casa. Has

estado absorto en éxtasis por las pasadas nueve horas. Aquí está Sarvabhauma, ofreciendo

reverencias a Ti». Sri Chaitanya rápidamente se levantó y abrazó a Sarvabhauma.

El Señor le dijo a Sarvabhauma: «Jagannath es muy misericordioso, Me ha traído a la

casa de Sarvabhauma. Me preguntaba cómo encontrarte y asociarme contigo.

Misericordiosamente y sin dificultad, Krisna ha cumplido Mi deseo». El Señor miró

benignamente a Sarvabhauma y sonrió.

El Señor continuó diciendo: «Tengan la bondad de escucharme. Vine al templo y vi a Sri

Jagannath. Al verlo, sentí en Mi corazón el inmenso deseo de abrazarlo y ponerlo en Mi

pecho. Por suerte, Sarvabhauma estaba cerca y me salvó de un serio peligro. Por lo tanto,

firmemente declaro que desde hoy veré a Jagannath desde un lugar distante, sin entrar al

interior del santuario. Me quedaré junto al pilar de Garuda y solo desde allí veré al Señor,

evitando de esa manera una situación peligrosa».

Nityananda Prabhu dijo: «Fue bueno que pudiste evitar esa calamidad. Ahora es tarde,

debes bañarte de inmediato». Sri Chaitanya respondió: «Nityananda, siempre debes

protegerme. Pongo este cuerpo Mío bajo Tu completo cuidado». Después de terminar de

bañarse y de llevar a cabo otros rituales, sintiéndose refrescado, el Señor salió y se sentó

con los devotos, con una dulce sonrisa en Sus labios. Sarvabhauma hizo arreglos para

conseguir una gran cantidad de Mahaprasad, remanentes de comida de Sri Jagannath, de

manera que hizo traerlo y colocarlo ante el Señor. El Señor ofreció Sus oraciones para

agradecer a Sri Jagannath el opulento Mahaprasad, y empezó a comer junto con todos los

devotos.

El Señor dijo: «Dénme tanto como puedan de la preparación de vegetales mixtos, y

todos ustedes tomen las bolitas de queso, pitha, los pasteles y las otras preparaciones

dulces». El Señor intensamente disfrutó el trascendental sabor del Mahaprasad. Comió Sus

vegetales mixtos con el mayor gusto y los devotos disfrutaron este Pasatiempo sencillo,

espiritualmente saturado, riendo con alegría infantil. Sarvabhauma, quien había organizado

este banquete, era ciertamente un eterno asociado del Señor, pues ninguna persona

ordinaria podría alcanzar este extraordinario regalo y fortuna. En un plato dorado, le trajo y

le sirvió arroz al Señor, quien de inmediato lo aceptó. Toda la escena fue tan

trascendentalmente extraordinaria que me quedo sin palabras para describirla y por lo tanto

está reservada para ser descrita posteriormente por Sri Vedavyasa.

Después de la comida, los devotos se sentaron alrededor de su Señor; en todo respecto,

la comida había sido una sorpresa para ellos. Quienquiera que escuche con devoción estos

Pasatiempos trascendentales en verdad será bendecido con la directa asociación de Sri

Chaitanya.

Si alguien escucha esta narración del Antya-khanda de cómo el Señor Chaitanya llegó a

Nilachala, él ciertamente nadará en un océano de amor devocional.

Sri Krisna Chaitanya y Nityananda Prabhu son mi vida y alma. Yo, Vrindavan Das,

humildemente ofrezco este canto a Sus pies de loto.

 

 

Traducción al español

Sri Chaitanya Saraswati Sridhar Govinda Sevashram de México, A. R. (Jai Balai Das)

 

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