Jagannath es el que ve

Sri Jagannath no es un objeto para ver; Jagannath es el que ve. Cuando el alma abandona el ego de ser la que ve y se establece plenamente en el ego de ser un objeto que Jagannath ve o cuando ella se establece en la forma original pura de ser un objeto para disfrutar, ella adquiere entonces un humor de servicio y puede recibir el darshan del Señor Jagannath mediante los ojos del amor divino y de su humor de servicio.

Mientras pensemos que nosotros vemos a Jagannath, no le podremos ver; más bien lo único que siempre alcanzaremos a ver será una madera, una piedra, un ídolo gratificante mutilado por los relatos impersonales o históricos; sin embargo, cuando sepamos con todo nuestro corazón y alma que Él nos ve —que somos un material para Su disfrute y que no hay lugar para nuestro propio placer cuando de lo que se trata es que Él disfrute, que Él es absolutamente independiente y que actúa como le place—, solo entonces, Jagannath se revelará ante nosotros.

No obstante, la gente de este mundo vive consciente e inconscientemente ilusionada bajo la idea de que: «Conseguiré ver a Jagannath —con mis ojos estimaré el sach-chid-ananda vigraha [la eterna forma consciente y bienaventurada del Señor] y la disfrutaré»—. Por eso es que, incluso tras el engaño de haber recibido el darshan [la audiencia] del Señor Jagannath, los sentidos de esa persona permanecen atrapados en el deseo de ver las diversas cosas malas de este mundo».